VALÈNCIA. La Mutant comienza a ver la luz. Fue el pasado mes de septiembre cuando el teatro municipal se quedó sin dirección tras la marcha de Marta Banyuls, quien optó por no renovar el contrato al frente de la sala, una salida que dejaba al teatro en una situación compleja. Banyuls llegó para poner orden en un espacio con una historia cargada de altibajos, una llegada que se intuía como el inicio de un largo periodo de estabilidad, sin embargo su marcha prematura dejó en jaque al teatro municipal. Si bien la concejalía de Acción Cultural, liderada por Maite Ibáñez, planteó una solución a largo plazo, creando una nueva plaza de dirección para cada una de las salas dependientes del Ayuntamiento (La Mutant y el TEM), el proceso se encontró con una piedra en el camino. El largo camino hasta cubrir la plaza contemplaba una contratación temporal para cubrir los meses de vacío hasta la prometida oposición, sin embargo los servicios jurídicos del Ayuntamiento frenaron esa posibilidad llevando a La Mutant a estar una temporada sin capitán.
Tras varios meses de espera, la concejalía está ahora más cerca de contar con una persona que gestione el teatro hasta la esperada oposición, con un paso intermedio que ya está en marcha. Este mismo lunes el Ayuntamiento de València publicaba el ofrecimiento del puesto de trabajo de la Coordinación de La Mutant, una convocatoria dirigida a personal funcionario de carrera con categoría Técnico/a Administración Especial (Patrimonio Histórico y Cultura). Los interesados tendrán algo más de tres días (hasta este jueves a las 15 horas) para participar del proceso, enviando su curriculum vitae y, si lo consideran, una carta de motivación, un proceso que dibuja una temporada 2022/2023 de vuelta de estabilidad en la sala.
Según explican fuentes municipales, este proceso es “rápido” y, en el caso de que no haya ningún problema, esperan poder contar con la persona que tome las riendas de La Mutant este mismo verano. El proceso es distinto al de una contratación temporal o concurso en varias aspectos, uno de ellos la duración del mismo -no limitada- y el propio proceso de selección, pues una vez recibidas las candidaturas serán los propios servicios municipales los que seleccionarán a la persona idónea, sin un tribunal de por medio. Este, en cualquier caso, es un punto intermedio hasta que llegue el coordinador definitivo tanto a La Mutant como al Teatre el Musical. Y para eso sí hay plazo: tres años. Ese es el tiempo máximo que tiene el Ayuntamiento para cubrir las plazas, que se crearon este mismo año, siendo incluidas en la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de 2022. Hasta entonces, será un interino el que lleve las riendas de la sala.
El freno de los servicios jurídicos a la contratación temporal fue un mazazo para la gestión artística del centro, que ha pasado una temporada completa sin directora. Aunque Banyuls dejó la programación del primer semestre cerrada antes de marcharse, la máquina seguía en marcha y, con ella, la mirada puesta en los primeros meses de este 2022, un periodo que debía gestionar un nuevo coordinador que, finalmente, nunca llegó. Así, estos meses los ha salvado la gestión de los propios trabajadores del servicio de Acción Cultural, con el apoyo de Juanma Artigot (actual director del TEM), quien se ha visto obligado a duplicar su labor.
Aun así, la falta de un líder ha marcado profundamente la actividad de la sala, que ha operado bajo mínimos en estos meses. La concejalía de Acción Cultural tomó la decisión de mover la gran parte de espectáculos apalabrados (aunque no cerrados) por Marta Banyuls para esta primera parte del año a otoño de 2022, un movimiento que tenía por objetivo salvar el calendario de final de año ante la previsión de no contar con un coordinador antes de, al menos, verano. Así, estos meses La Mutant ha estado prácticamente sin operar, con una programación que ha despertado de manera puntual gracias a las colaboraciones con festivales externos, como 10 Sentidos, que han llevado alguna de sus actividades a la sala, entre otros.