De esto se sale juntos, se mire como se mire. Da igual que los políticos no se entiendan o no se quieran entender. Las cifras dramáticas son las que son o las que serán en cuanto se cuadre lo no contado. Caminamos hacia una nueva realidad. Sánchez lo ha bautizado como la “nueva normalidad”.
Lenguaje equívoco y miedoso. No es solo por la utilización de las palabras sino por el significado que adquieren ahora. Lo de la “nueva normalidad” es casi un eufemismo y un contrasentido. No se puede volver a algo normal y que sea nuevo. Nos puede gustar o no, pero lo que sí es cierto es que vamos a vivir, estamos viviendo, un nuevo ciclo en nuestras vidas. Y tenemos miedo porque el “bicho” se ha apoderado de nuestro día a día. Son frases manidas “un antes y un después”, “crisis histórica” o palabros que adquieren un nuevo significado. Pasa por ejemplo con “desescalada” hasta ahora inexistente. En nuestra lengua todos estos sinónimos: distender, mitigar, aliviar, atenuar, calmar, neutralizar, disipar, desactivar, desarmar, apaciguar, aplacar, disminuir… Las incógnitas son muchas y las incertidumbres otras tantas. Necesitamos resolver muchas dudas con un lenguaje claro. Y necesitamos confianza para salir de la situación y huir del miedo que muchos ciudadanos no pueden soslayar.
Desescalada gradual, asimétrica y coordinada. Todas las expresiones se antojan importantes. El plan del Gobierno para volver a esa “nueva normalidad” es cuando menos confuso. No tiene fechas, sí esas fases que se irán renovando según las necesidades sanitarias. Requiere de muchos decretos, de muchas aclaraciones porque las preguntas se agolpan. Se pretende volver a esa nueva realidad en un período de 6 a 8 semanas con sus respectivas cuatro fases. Vivimos instalados en un permanente Estado de Alarma que se va a renovar cada quince días si hay quórum parlamentario. Porque al ejecutivo de Pedro Sánchez le falla el crédito y también los socios de investidura y del coronavirus. PNV y ERC exigen no sabemos qué para seguir con el respaldo gubernamental. Aquí se suman los intereses partidarios,-elecciones vascas o el sueño de la independencia-, que ahora no son prioritarios digan lo que digan.
Paseos y deporte. Al ministro de Sanidad, Salvador Illa le ha tocado resolver la cuestión sanitaria y explicarlo. Es el cortafuegos principal de Sánchez con lo que eso conlleva. Tendremos salidas por franjas horarias para mayores, adultos y niños. No se permitirán los reagrupamientos, si pueden salir los dos padres con sus hijos, si los chavales podrán jugar con sus amigos, si se van a abrir parques y playas,…muchas preguntas que necesitan respuestas claras. Es complicado establecer una pauta general. Se habla de deporte individual sin cercanía con otras personas. Todos estos asuntos hoy transformados en vitales han provocado el lógico debate en el Consejo de Ministros. Ya no sabemos quien corre, donde corre, donde pasea, con quien lo hace, a qué hora, en qué lugar, si va a la peluquería, si va a visitar a su familia, a su novia, a los suegros,…esto es un sinvivir.
Movilidad más restrictiva. El criterio de las medidas tomando como referencia la unidad provincial ha sido otro paso atrás en los planteamientos iniciales del ejecutivo. Al final nueva rectificación o amplitud de decisiones, según se mire. Desde la Comunitat Valenciana, Ximo Puig ya se avanzaba a estos criterios, lo mismo Alberto Núñez Feijóo desde Galicia, Quim Torra desde Cataluña, Fernando López Miras desde Murcia…se habla de demarcaciones sanitarias, comarcas o simplemente flexibilidad según la casuística de cada zona. Y es que la movilidad va a continuar siendo otro caballo de batalla. En primera instancia no habrá movimientos entre provincias. Habrá que implementar medidas de distancia personal en autobuses, metro, cercanías y trenes de largo recorrido, al igual que en la utilización de la red viaria.
Economía bajo mínimos. Los primeros indicadores que se conocen confirman que nuestra economía está prácticamente hibernada y a cero durante los dos próximos meses. Se ahonda la crisis que en términos de PIB y destrucción de empleo es ya enorme. El permanente estado de alarma asimétrico entre territorios y la ausencia de movilidad entre provincias e islas hasta llegar a la “nueva normalidad” si no hay recaída sanitaria, nos lleva en la historia a la posguerra española tras la Guerra Civil. El PIB del primer trimestre se ha desplomado en un 5,2% en los tres primeros meses en comparación al último trimestre del año pasado. O sea un autentico colapso económico. La EPA (Encuesta de Población Activa) del primer trimestre del año también revela la destrucción de 285.000 puestos de trabajo, el peor dato de creación de empleo desde 2013. Solo en marzo se destruyeron casi tres veces más empleos con una caída de 834.000 puestos de trabajo, con lo que esta EPA está plenamente superada y se ha quedado obsoleta. Y eso que aquí no se incluyen los casi 4 millones de trabajadores afectados por los ERTES. Y además sectores productivos tan importantes como el hostelero, turístico o el de Pymes y autónomos ven inviable el plan de desescalada de Sánchez. Dicen que no es asumible ese tercio de aforo que reclama el plan gubernamental. Lo mismo ocurre con el mundo de la cultura que aseguran que tampoco podrán funcionar. Y es que desde la banca también se dice que no están para dar subvenciones porque ellos también están sufriendo la situación y la posibilidad de crédito se reduce. Y lo tremendo es que estas cifras corresponden a la segunda quincena de marzo cuando se decretó el Estado de Alarma. Abril aún no está contabilizado. Y mientras el Gobierno ha enviado a Bruselas el plan presupuestario con la nueva situación con unas previsiones ya totalmente desfasadas. Muchas cifras y todas malas. Se necesita un impulso y algo de confianza. Habrá que gestionar y tomar riesgos para contrarrestar el miedo instalado en los ciudadanos.
Pactos imposibles. Llegados a este punto se antojan imposibles pactos, acuerdos o comisiones de reconstrucción. Con Pablo Casado solo hay reproches mutuos y ya no se mencionan los pactos. Descalificación tras descalificación como si no hubiera pasado nada, como si no se hubieran muerto miles y miles de españoles. El presidente constata en el Congreso el rechazo al plan de “desescalamiento” y las críticas por no haber informado a comunidades y partidos previamente. Al final todos nos resignamos a recibir información en las continuas comparecencias ministeriales y del presidente. El sanedrín de Moncloa, con Iván Redondo a la cabeza, se ha propuesto tomar todo el espacio mediático posible. De acuerdo que es al ejecutivo a quién corresponde tomar medidas, pero falta diálogo y comunicación. Y tampoco son muy edificantes las continuas puyas internas con sus socios de Unidas Podemos. Si Pablo Iglesias dice blanco, un ministro del PSOE le rectifica y así de continuo. El tiempo pasa y la gente se cansa y no digamos los socios de investidura. Da igual si es Moncloa, si es una comisión de reconstrucción en el Congreso. La oposición ahora exige a Sánchez un cambio de actuación para prolongar el Estado de Alarma. Y en el Senado sólo cuatro presidentes han acudido a la comisión de las autonomías sobre el Covid-19. Madrid, Murcia, Castilla-León, Cantabria y el presidente de la ciudad autónoma de Ceuta. Se saca poco jugo de la comisión. Lo único el posicionamiento del PNV que muy irritado piensa en sus elecciones autonómicas para julio o septiembre. Al final siguen primando los intereses partidarios y particulares. Los ciudadanos no lo van a entender. La situación es tan grave que se les está escapando entre las manos.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: “Reconozco que hemos cometido errores, pero también aciertos. Los errores del Gobierno de España los asumo en primera persona” ¡Es su responsabilidad presente y futura!
Pablo Casado, presidente del PP: “"Decía Tarradellas que en política se puede hacer de todo menos el ridículo. Usted si quiere, puede seguir haciéndolo, pero no nos pida que lo hagamos con usted” ¡Difícil posición. Necesidad de crítica constructiva pero también apoyo a la gravedad sanitaria!
Edmundo Bal, portavoz de Ciudadanos: “Este Gobierno y este plan son incoherentes. Usted no está dando la talla” ¡El juego de Ciudadanos. Se implica en el “señuelo” de los Pactos de la Moncloa y ahora crítica directa!
Gabriel Rufián, portavoz de ERC: “Vi la rueda de prensa, que es la única fuente de información que tenemos y eso debería hacerles reflexionar si quieren mantener el espíritu de la moción de censura. ¿Cuánto les importa la legislatura? ¿Son conscientes de la alternativa a no dialogar e informar” ¡Peligra el pacto de investidura. Reclamarán algo y no sabemos qué, cuando lo verdaderamente importante ahora es la situación sanitaria!
Andoni Ortuzar, presidente del PNV: “Nos pensamos seriamente apoyar este tipo de estado de alarma abusivo. Es la última vez que damos un cheque en blanco y el próximo decreto, si no da satisfacción a nuestras demandas, dejaremos en suspenso el apoyo al estado de alarma” ¡Cuando se quiere controlar la desescalada y no te gusta lo que hace el Gobierno al que has encumbrado. Pragmatismo que tanto les gusta y que ahora se les vuelve en contra!
Salvador Illa, ministro de Sanidad: “No habrá una carrera en España para la desescalada. Entramos juntos y saldremos juntos de la crisis” ¡Centralizar lo descentralizado y desdecirse cada vez que uno habla!
Fernando Simón, director del centro de Alarmas y Emergencias: “Estamos haciendo en horas y días lo que normalmente se hace en meses o años” ¡Dar la cara es muy difícil y cuando te la parten todos los días. Posición delicada!
Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación: “Para que tengamos una vacuna segura, que funcione, además con miles y millones de dosis…Antes del año que viene es imposible” ¡Dosis de realidad!
José Luis Yzuel, presidente de la Asociación de la Hostelería de España: “La hostelería no puede abrir así, escúchennos y tomen las medidas que tengan que tomar para poder seguir vivos” ¡Cuando se toman medidas sin consultar a los afectados!
Fernando García-Sala, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP): “Habrá un antes y un después. Tendremos que reinventar otro modelo de vida. No habría que volver a los colegios hasta que no haya inmunidad de grupo para los niños. Deberían hacerse dos grupos en cada aula y que la mitad acuda a clase por la mañana y la otra por la tarde” ¡Una nueva realidad a la que tendremos que acostumbrarnos. Y nos va a costar!
Rafael Matesanz, fundador de la ONT (Organización Nacional de Trasplantes): “Se han parapetado en los técnicos para tomar decisiones políticas. Antes del 8-M había indicios más que sobrados para tomarse en serio el peligro. Los expertos escogidos para gestionar la crisis sanitaria no han estado acertados” ¡Alguien experto con trayectoria contrastada que dice verdades,…hay cosas que se han hecho mal, muy mal!