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diego gómez, Carmen martínez o evarist aznar decidieron dejar la máxima responsabilidad local

La nueva vida de exalcalde: de la jubilación a la política nacional

24/09/2023 - 

VALÈNCIA. Carmen Martínez ha ejercido durante 24 años de alcaldesa de la populosa localidad de Quart de Poblet, en la comarca de l´Horta Sud. Durante este tiempo, principalmente en los últimos lustros, ha compaginado ese cargo con el de diputada provincial, primero, y, posteriormente, con el de parlamentaria en Les Corts.

Siempre lo hacía manteniendo como base la vara de mando que revalidaba cuatrienio tras cuatrienio, como viene consiguiendo su formación, el Partido Socialista, desde 1979 de manera ininterrumpida en esta población.

En octubre del pasado 2022 decidió dar un vuelco a su vida política. Médica de profesión, renunció a optar de nuevo a la alcaldía y lo hizo público apurando el plazo marcado por su formación para los municipios de más de 20.000 habitantes.

Dejó el camino expedito de sucesión a su concejal Cristina Mora, que el 28 de mayo volvió a dar una victoria electoral a la candidatura socialista. El 17 de junio relevó oficialmente a Carmen Martínez y esta parecía destinada a repetir otra legislatura como diputada autonómica. 

De Sedaví al Congreso

Hasta que fue incluida en la candidatura por la provincia de Valencia como número tres al Congreso de cara al 23 de julio. Los cambios que experimentó la lista nacional por los desencuentros entre la ejecutiva autonómica y provincial socialista no le afectaron. Goza de un extendido respeto en el partido, al margen de corrientes.

Ya es congresista y ha empezado esta semana su labor parlamentaria. Una de las primeras cuestiones que solucionó días atrás fue la básica del alojamiento. En su caso, para escogerlo recurrió al apoyo de su hijo y, finalmente, ha optado por una pensión próxima al Congreso. Eso sí, no ha faltado a las fiestas patronales de Quart ni a concurridas cenas de partido como la celebrada en Sedaví, con su alcalde, José Cabanes, de anfitrión.

Carmen Martínez, junto a su inseparable Bartolomé Nofuentes

Siempre que puede acompaña, desde una posición discreta y evitando salir en la foto, a la actual primer edil, Cristina Mora, y busca la complicidad de su alter ego durante tantos años de municipalismo, el concejal Bartolomé Nofuentes, inseparable suyo y sobre el que no duda en responder afirmativamente cuando se le pregunta si lo echa de menos.

Bicicleta, huerta y libros

Si su adiós fue de la política local para dar la bienvenida a la nacional, el de Diego Gómez, alcalde de Alzira por Compromís durante ocho años, alcanzó todo el ámbito de la vida pública. También apuró su anuncio hasta octubre, más allá de lo que inicialmente anticipó. Al final, cuando la mayoría de pronósticos justificaban ese retraso en su continuidad, convocó una rueda de prensa junto a destacados dirigentes de su coalición y dijo que se marchaba, que echaba de menos su vida de docente y que ya había terminado su etapa de alcalde.

Ahora disfruta de una existencia posiblemente bastante más plácida que la propia de primer edil del sexto municipio más poblado de la provincia de Valencia tras la capital y, por este orden, de segundo a quinto, después de Torrent, Gandia, Paterna y Sagunt.

Como matiza, no ha cambiado de número de móvil (siempre ha mantenido el mismo incluso cuando se adentró en la etapa de alcalde) ni de casa, ya que sigue en el barrio de Les Basses, en su vivienda ubicada en un tercer piso sin ascensor. “Intento cuidarme haciendo bici (su gran afición), caminar, en el huerto, la lectura…”, resume Diego Gómez su vida de jubilado “de todo, de la escuela, de la universidad, de la política municipal…”. “Llevo una vida más tranquila y estoy aclimatándome a esa tranquilidad”, concluye.

De la alcaldía a la oposición

Si Carmen Martínez se ha retirado de la vida política local para, primero, centrarse en la autonómica, y luego dar el salgo a la nacional, y Diego Gómez lo ha hecho para jubilarse de “todo”, en el caso de Ramón Marí, de 69 años, su marcha ha venido forzada por los acontecimientos. 

Después de 20 años de victorias y mando en Albal, el pasado 28 de mayo ganó por escaso margen de diferencia, lo que provocó que PP, la formación localista Avant y Vox sumaran sus nueve concejales y dejarán fuera del sillón presidencial a Marí en el polémico pleno de investidura del 17 de junio.

Ramón Marí se repone del golpe de perder la alcaldía y sigue desde la oposición.

Su día a día ha variado ostensiblemente. Admite que echa en falta su labor de alcalde de cercanía, su actividad constante en el municipio, mientras acusa a los tres partidos que se han unido para que no gobierne de pactar por odio hacia él. No confía en que se rompa ese acuerdo en este mandato aunque él, motivo principal de esa suma por ser contra quién se hace, se marche, algo que llegará.

“Me iré cuando esté todo organizado. Todavía no”, explica Marí, que aún está pensando a qué ocupaciones se dedicará cuando abandone totalmente (en la actualidad ejerce de concejal de la oposición) su vida pública. “No soy de los que se apunta a la universidad a mi edad ni se dedica al estudio”, bromea. Deja un legado que alcanzó su cénit con sus mayorías absolutas de 2007 o 2011 y que casi (se queda a dos años) iguala en longevidad los 22 años de vara de mando del histórico Agustín Zacarés.

Se trata de posiblemente los tres casos más significativos de cambio de alcaldía. Los de Alzira y Quart de Poblet constituyen los únicos entre los 20 municipios con más población de la provincia de Valencia en los que se ha producido una variación por retirada voluntaria.

Torrent, Llosa, Potríes...

El de Albal podría asimilarse al de Torrent, donde Jesús Ros, primer edil socialista de la misma edad que Marí, también ha caído al sumar más votos sus rivales conjuntamente. El torrentino aguanta en la oposición, aunque ha cedido bastantes galones en actos públicos al concejal Andrés Campos.

El exalcalde de Albal, por su parte, mantiene el pulso opositor en primera persona y con toda su energía puesta en ello. Cada cual afronta de una forma su nueva situación; aunque siempre resulta más asumible si ha sido buscada.

En cualquier caso, tanto para ellos como para, por ejemplo, Evarist Aznar, 20 años de alcalde por el PP del municipio de Llosa de Ranes, en la Costera, retirado por decisión propia de la política local y reclutado –sin conseguir escaño el pasado 23 de julio- para la candidatura al Congreso, su vida ha dado un giro de 180 grados.

O para Assumpta Domínguez, que también consideró que tras ocho años su etapa de alcaldesa de Potríes, en la comarca de la Safor, concluía en primavera y compitió para formar parte de la candidatura autonómica de su coalición, Compromís. No ha entrado en Les Corts y se halla a la espera de que corra la lista.

 De una manera o de otra, todos contemplan su presente ya sin la responsabilidad de ser la máxima autoridad de su municipio.


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