VALÈNCIA. El pasado 25 de junio, Podemos dio el pistoletazo de salida hacia la precampaña electoral. El secretario de Análisis Político del partido en la Comunitat, Ferran Martínez, avanzó después de una reunión de la ejecutiva que la formación había enviado una carta a Compromís y EUPV para tratar de confluir en 2019.
La intención era que las reuniones formales se produjeran a lo largo de esta semana. No obstante, el escándalo de la operación Alquería –en el que tanto PSPV como Compromís se han visto involucrados– ha eclipsado y paralizado cualquier tipo de avance en las últimas horas.
En este sentido, la formación que lidera Antonio Estañ traslada a Valencia Plaza que el partido de Rosa Pérez sí ha atendido sus peticiones y se muestra receptivo a sus propuestas -no hay que olvidar que hicieron una consulta a sus bases que respaldó la posible confluencia con Podemos-, pero ha solicitado a la formación morada un margen de tiempo para comenzar a trabajar en la estrategia preelectoral, ya que, de momento, quieren centrarse en resolver la situación que atraviesa la Diputación de Valencia y, especialmente, Divalterra.
A diferencia de EUPV, la coalición valencianista no ha respondido a la misiva de los morados. Ni siquiera para confirmar la postura -prácticamente unánime- que mostraron la semana pasada distintos cargos de Compromís al enterarse de la intención de Podemos de buscar un pacto preelectoral. Y es que, aunque la posición del Bloc -partido mayoritario dentro de la UTE electoral- ha sido desde el principio la de rechazar cualquier tipo de alianza e Iniciativa comparte cada vez más este posicionamiento, el partido de Estañ espera una respuesta oficial, aunque sea negativa.
Ahora bien, que la respuesta pueda prolongarse en el tiempo no es una cuestión que incomode en exceso en Podemos, ya que aseguran que con todo lo sucedido en las últimas semanas no quieren precipitarse. Aunque de momento mantienen la mano tendida a la coalición valencianista, no descartan dar un golpe de timón en caso de que Compromís no sea igual de contundente con la cogerente -apartada temporalmente- de Divalterra, Agustina Brines, como fue el PSPV con el ya dimitido expresidente de la Diputación y exportavoz socialista, Jorge Rodríguez.
Por otra parte, Compromís tampoco ha expresado cuál es su hoja de ruta a partir de ahora con respecto a la empresa pública de la corporación provincial. Mientras el vicesecretario del PSPV, Manolo Mata, manifestó este miércoles que el cierre de Divalterra sería "una buena opción" porque merecía "no existir", la coalición valencianista ha mantenido un perfil más bajo en este tema. Aunque la portavoz del Consell, Mónica Oltra, se mostró partidaria de modificar "estructuras podridas" -en referencia a la empresa pública-, todavía no han aclarado si quieren disolverla, o no.