VALÈNCIA. La panificadora de Mercadona, Forns Valencians (Forvasa), redujo en más de un 40% sus ventas en 2018 por el incendio de su fábrica en el mes de junio, que la dejó totalmente inutilizada. La compañía, propiedad de Juan Roig, cerró el pasado año con 33,6 millones de euros en ventas -producción y comercialización-, mientras que en 2017 el importe fue de 80,13 millones.
La cifra de negocio, donde también se incluyen los servicios prestados, bajó más de un 60% hasta los 39 millones de euros en 2018, mientras que en 2017 ascendía a los 115,13 millones de euros. El beneficio neto del proveedor de panadería con sede en Puçol pasó de 5,97 millones de euros en 2017 a 67,03 millones en 2018.
Como consecuencia del incendio, la patrimonial de Juan Roig, Inmo Alameda –que controla el 100% de Forvasa– dio de baja la práctica totalidad del inmovilizado de esta sociedad dependiente, una decisión que le ha generó unas pérdidas de 15 millones de euros en la cuenta de resultados. Como ya señaló la compañía, la decisión tomada fue la reiniciar la actividad en cuanto sea posible por lo que cerró segundo semestre del ejercicio definiendo y planificando las nuevas inversiones.
Al mismo tiempo, el holding de Juan Roig ha percibido del seguro una indemnización de 113,61 millones por las pérdidas sufridas en el siniestro, un ingreso extraordinario que dejó el resultado del ejercicio en 67 millones de beneficio, un dinero necesario para reconstruir la fábrica.
Durante el ejercicio 2018, como consecuencia del siniestro, Forvasa también cedió a una sociedad del grupo determinados conocimientos relacionados con la actividad de fabricación de panadería, lo que ha supuesto para la sociedad unos ingresos de dos millones de euros.
