El consejo de administración de la cotizada sevillana disparó su retribución conjunta un 80% entre 2010 y 2014 con el valor (y los resultados) cayendo un 40% en el mismo periodo de tiempo
VALENCIA. Lo de Abengoa va camino de convertirse en un auténtico sainete... sino lo es ya, pese a que ayer volvieron a dispararse ambas acciones por tercera sesión consecutiva -tanto las de la serie A como las de la serie B para liderar los avances de todo el Mercado Continuo- aunque para muchos se trata lo que en la jerga bursátil se conoce como 'rebote del gato muerto'.
Daniel Pingarrón, estratega de Mercados de IG, ve a los políticos "muy interesados en salvar la compañía y evitar la mayor quiebra de la historia empresarial española. Hay quien incluso pide nacionalizarla o inyectarle dinero del Instituto de Crédito Oficial (ICO)".
Para este experto, "Abengoa tiene muchas opciones de salvarse porque hay demasiados intereses en que no caiga. La mejor opción sería que apareciese un 'caballero blanco' en forma de socio industrial que suscriba la ampliación de capital en sustitución de Gestamp".
Sin embargo, Eduardo Bolinches, responsable de Bolsacash, recuerda que la cotizada sevillana ha recuperado la barrera de los 400 millones de capitalización bursátil "pero no podemos olvidarnos de la penosa andadura en el parqué a lo largo de los últimos años. Ha sido realmente la crónica de una muerte anunciada".
Asimismo, Bolinches advierte que "los acreedores lo tienen claro y ya han comenzado a organizarse para tomar el control de la sociedad y proceder a su troceado para seleccionar lo mejor de la sociedad e intentar compensar con el tiempo las pérdidas que van a sufrir en el corto plazo".
Desde una mesa de intermediación bursátil consultada por este diario tienen claro que "los accionistas lo van a perder todo aunque la rescaten" y para ello pone el ejemplo de Bankia donde a pesar de las multimillonarias ayudas que recibió -tanto estatales como europeas- los 'bankeros' sufrieron un histórico contrasplit a razón de 100 a 1 "por lo que tomando el precio actual las tienen valoradas a 0,0115 euros".
Lo que es un hecho es que la cotización de Abengoa (ABG), tal y como se aprecia en el gráfico superior, se ha dejado en el camino un 40% desde 2010 hasta el cierre de 2014, que sería más del doble tomando el cierre de ayer... y de las acciones de la serie A que son más caras que las de la clase B.
Conviene recordar que la diferencia entre ambas estriba en los derechos de voto, dado que las primeras necesitan 100 votos por acción -de ahí que manden los Benjumea-, mientras que en las de la serie B un derecho equivale a un título. Cierto es que ambas clases de acciones tienen los mismos derechos económicos y, por tanto, derecho al mismo dividendo.
Lo que resulta llamativo es que mientras las acciones se han precipitado al vacío -sin duda por la negativa de Gestamp que llevó a Abengoa a solicitar la semana pasada preconcurso de acreedores-, los sueldos de los consejeros se han disparado un 80% en los últimos 5 años. Incluyendo al valenciano Ricardo Martínez Rico, socio del ministro de Hacienda Cristóbal Montoro en el bufete Equipo Económico, anteriormente conocido como Montoro y Asociados. Conviene recordar, tal y como avanzó este diario la pasada semana, que Martínez e Inabensa son las conexiones valencianas de Abengoa.
Así, a lo largo de 2010, los 15 consejeros de la tecnológica andaluza percibieron conjuntamente 8,91 millones de euros, lo que arroja una media de 594.133 euros; mientras que el pasado año se repartieron 15,83 millones de euros -entonces eran uno más-, pero aún así la media alcanzó los 989.562 euros.
Amén de los multimillonarios despidos de los consejeros que ya no están como Felipe Benjumea, que abandonó la presidencia de la compañía el pasado 23 de septiembre, con una más que suculenta indemnización de 11,4 millones de euros. O los casi 5 millones del exconsejero delegado Manuel Sánchez Ortega. Por citar los más escandalosos.
Para Antonio Aspas, socio de la EAFI valenciana Buy & Hold Asesores, "tanto en Europa como en Estados Unidos existe el debate sobre la política de retribución de los directivos. De hecho ya ha habido varias gestoras que se han unido en este sentido para hacer frente a los que consideran injustificados aumentos de retribución que afectan a los beneficios de la compañía”.
Aspas atisba que "lo más fácil es que acabe en concurso ya que es complejo el acuerdo entre bonistas, acreedores, y accionistas, dado que ningún banco se prevé vaya salir a su rescate ni tampoco se espera que lo haga la Administración Pública”.
Lo curioso de todo es que mientras los consejeros de Abengoa han venido cobrando más, los resultados se han reducido un 40% en los últimos cinco años. Así, la compañía presentó un beneficio neto a lo largo de 2010 de 207 millones de euros, un 22% más que en 2009; mientras que el pasado ejercicio lo cerró con una ganancia neta de 125 millones, un 24% por encima de lo obtenido en 2013.
No hay que olvidar que a lo largo de los nueve primeros meses de 2015 había perdido 194 millones de euros por el saneamiento de su participación en Abengoa Yield, su yieldco cotizada en Wall Street. La misma que el pasado viernes anunció que busca cambiar de nombre y un nuevo socio que le permita "crecer todavía más" para lo que ha dado mandato a un banco de inversión para realizar esta búsqueda.