Coepa mantiene los argumentos plasmados en julio en sus alegaciones al expediente de reintegro: que justificó ante el Servef las obras ya realizadas y pagadas con el crédito del IVF
ALICANTE. La Confederación Empresarial de la Provincia de Alicante (Coepa) admite que presentó dos veces las mismas facturas, por la construcción de su centro de oficios, para recibir un crédito del IVF y ayudas a la formación del Servef. Sin embargo, niega que se pueda hablar de duplicidad en los documentos contables, puesto que en ningún momento se trató de presentar dichas facturas como correspondientes a trabajos distintos. Esa línea argumental, que es la que se plasmó en las alegaciones de Coepa a la reclamación del Servef (que exige la devolución de los 1,9 millones de euros concedidos en subvenciones para el citado centro) es la que mantuvieron ayer fuentes de la patronal, después de que Valencia Plaza desvelase que la Generalitat ha presentado una denuncia contra la organización por fraude en subvenciones, estafa, apropiación indebida e insolvencia punible.
Como adelantó el lunes este diario, la querella (registrada en el Juzgado de Instrucción 5 de Valencia) se basa en la presentación de facturas duplicadas por parte de la organización empresarial para justificar las obras, para las que recibió 3,8 millones en subvenciones y otros 3 millones en forma de crédito del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) que no ha devuelto. La administración sospecha que Coepa pudo utilizar 2 millones para fines distintos a los de la subvención, ya que los documentos aportados para acreditar la construcción y equipamiento del edificio subvencionado suman 4,77 millones de euros. Todas las facturas aportadas por la patronal alicantina fueron emitidas por la empresa Hormigones Martínez S.A., propiedad del expresidente de Coepa Rafael Martínez Berna.
Las fuentes consultadas mostraron su sorpresa por la denuncia de la Generalitat, pese a que desde comienzos de verano sabían que el Servef había detectado posibles irregularidades en la tramitación de dichas ayudas. No obstante, en Coepa, donde por el momento no tienen constancia de la presentación de la denuncia, insisten en que no se intentó cobrar dos veces por el mismo concepto, sino que se justificaba ante el Servef la ejecución de unas obras pagadas con el crédito del IVF, lo que explica según su versión que se presentasen dos veces las mismas facturas. Tras conocer la denuncia, las citadas fuentes avanzaron que la patronal mantendrá la misma línea de defensa que plasmó en sus alegaciones al expediente del Servef.
Las posibles irregularidades se remontan a la presidencia de Modesto Crespo (luego presidente de la CAM y ahora procesado por apropiación indebida y administración desleal por el cobro ilegal de dietas como presidente de la extinta caja alicantina. A Crespo lo sucedió en el cargo, precisamente, Martínez Berna, que siguió facturando a Coepa por la construcción del centro de oficios (cerrado desde 2012) hasta septiembre de 2010.
Durante los últimos años, tanto la Confederación Empresarial de Pymes (Cepyme Alicante) como la sectorial del metal, Fempa, han denunciado en reiteradas ocasiones que las cuentas de la patronal alicantina estaban mal formuladas. En el caso de Fempa, sin ir más lejos, sus denuncias han provocado que se anulen las cuentas de varios ejercicios, como los de 2006 o 2009. Los representantes de Fempa en la patronal alicantina siempre han puesto en duda también las cifras del centro de oficios, que ahora ha denunciado la Generalitat.
"Por desgracia ha tenido que llegar la denuncia de la administración, después de años de advertencias por nuestra parte", señalaron ayer fuentes de la sectorial del metal. "Hace cuatro años nos abuchearon cuando sugerimos que Coepa se acogiese a un concurso voluntario de acreedores y presentase un plan de viabilidad, que es lo que ha tenido que hacer ahora de forma forzosa".
Cepyme, por su parte, fue quien puso a la administración valenciana sobre aviso por el incumplimiento de las condiciones impuestas para disfrutar de 3,82 millones de euros en subvenciones que el Servef y otros entes públicos como la Dirección General de Trabajo o el antiguo Sepiva le habían concedido desde 2002. Algunas de ellas estaban financiadas con fondos europeos. Tras comprobar que el centro de formación estaba cerrado desde 2012 y que por tanto se había roto el compromiso de mantenerlo abierto los diez años siguientes, el Servef inició el expediente de reintegro.