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contará con una inversión de 30 millones

La planta piloto europea de chips fotónicos busca ubicación en Valencia: "Queremos generar un polo tecnológico"

1/12/2024 - 

VALÈNCIA. Valencia contará con una planta piloto europea de chips fotónicos integrados que supondrá una inversión de 30 millones de euros. Un proyecto pionero que se daba a conocer esta semana tras seleccionar el Programa Chips de la Comisión Europea la iniciativa PIXEurope, en la que participa la Universitat Politècnica de València (UPV). Ésta liderará la línea piloto que fabricará chips híbridos fundamentales para la conducción autónoma o telecomunicaciones de alta velocidad.

Encabezada por el laboratorio UPVfab y el Instituto iTEAM de la UPV, coordinados por Pascual Muñoz y José Capmany, buscan una ubicación de miles de metros cuadrados fuera de la universidad, donde ya no queda espacio. Para ello, creen que un área industrial sería óptima para poder instalarla y permitir que, a su alrededor, se genere un ecosistema vinculado a los chips. "Queremos generar un polo tecnológico", señala Capmany, quien explica que, a lo largo del proyecto, esperan que se contraten entre 50 y 100 empleados. 

La importancia de tener fabricación

Según explica Muñoz, durante y después de la covid, la Comunitat Valenciana hizo los deberes en materia de fotónica integrada con reuniones, documentos y libros blancos. Fue entonces cuando se dio que el Perte Chip tenía acciones de fotónica integrada que, en 2022, pudieron aterrizarse. "Necesitamos grandes inversiones en infraestructuras, porque una de las cosas que no tiene España son fábricas de chips. Tenemos mucha neurona para diseñar y empresas que diseñan chips, pero fábricas como tal no", reconoce. 

Coordinada por el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), en PIXEurope participan también el Instituto de Microelectrónica de Barcelona, Centro Nacional de Microelectrónica del CSIC (IMB-CNM-CSIC), la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y la Universidad de Vigo. "Para Valencia, este proyecto viene a completar la casilla que nos faltaba, porque somos de facto los líderes de este ecosistema en España y nos faltaba la fábrica", apunta Capmany. "Es una línea piloto que no es solamente I+D, pero tampoco llega a ser una fábrica industrial. Está a mitad de camino", explica.

Muñoz destaca la importancia acercar la capacidad de fabricación para no tener dependencia del exterior. "Si vienen de fuera de la Unión Europea hay aranceles y la cercanía también te da rapidez y la posibilidad de interactuar con el personal de la fábrica, lo que da la posibilidad de ajustar la fabricación a tus necesidades", señala. Se trata de un proyecto que cabalga entre la academia y la industria. "La fábrica puede convertir el lugar donde esté ubicada en un polo que atraiga más empresas alrededor y, por lo tanto, debería instalarse en un sitio donde puedan acomodarse fácilmente empresas", señala Muñoz. Se trata de un proyecto que tiene prevista una duración de una década. 

"No solamente estamos buscando una ubicación para la pilot line, sino una ubicación que pudiera resultar también atractiva para el ecosistema", apunta Capmany. "Algunas empresas nos han preguntado sobre ésta y es lógico, tratándose de un ecosistema tan tecnificado y tan especializado, buscan estar lo más cerca posible", reconoce. El investigador destaca las cátedras del Perte Chip, una de ellas coordinada por la UPV, como un elemento clave. "Ya tienen un soporte de cinco empresas que pueden acercarse hacia la línea piloto", reconoce. Además, apunta a la importancia de formar talento en la universidad. "El acceso a recursos humanos es probablemente una de las cosas más críticas en nuestro sector", asegura Muñoz.

Éste recuerda que la fotónica integral es una tecnología muy transversal. "Hoy en día casi toda la penetración en el mercado es en tema de comunicaciones, de redes de comunicaciones o centros de datos, para dar soporte a esas infraestructuras y a otras como el coche autónomo", apunta Muñoz, quien define la planta piloto de Valencia como el espacio al que acudir más a hacer las recetas que la fabricación de los chips. "El contar con una línea piloto y poderla desarrollar es un muy buen paso para, después, poder atraer e incluso plantearse la posibilidad de ir a otra iniciativa que permita fabricar con más volumen", asegura.

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