La policía investiga el uso de tarjetas para sexo, viajes, regalos y comilonas de los directivos del Instituto Aido

VALENCIA. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) de la Policía Nacional investigan el uso de tarjetas de crédito por parte de los directivos del instituto tecnológico de Óptica, Color e Imagen de Valencia (Aido) con el que supuestamente se pagaban viajes a todo tren por Europa, comidas pantagruélicas de cientos de euros, hoteles de cinco estrellas, regalos personales e incluso la contratación de servicios de prostitución.

Presuntamente miles de euros de dinero público sirvieron para que varios de los directivos, entre ellos el director de Aido, Emilio Pérez, vivieran a cuerpo de rey durante años pese a que la empresa arrastraba una deuda millonaria, deuda de más de cinco millones de euros que desembocó en su cierre definitivo.

Algunos de los cargos a estas “black card” son por ejemplo un viaje a Bruselas con, por supuesto, estancia en un hotel de cinco estrellas y comidas en los mejores restaurante de la ciudad. Estas tarjetas estaban a disposición del equipo directivo del centro pero no del presidente Rafael Ros ni de los consejeros.

Fraude de subvenciones

La UDEF de Valencia investiga estos supuestos pagos a raíz de las diferentes declaraciones que hasta la fecha se han realizado ante la juez que investiga el caso en el Juzgado Número 2 de Paterna, y que ha solicitado ampliar la investigación incorporando a ella los pagos de las tarjetas. En la causa se investiga también un posible fraude de subvenciones europeas que podría superar la nada desdeñable cantidad de 30 millones de euros.

La Fiscalía Anticorrupción abrió unas diligencias de investigación tras recibir una denuncia de la Conselleria de Economía el 27 noviembre de 2014. La conselleria detectó varias irregularidades en la justificación de los fondos del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (Ivace) que percibió Aido. Hasta la fecha el juzgado tiene acreditado el ingreso por parte del instituto de 1,7 millones de euros en subvenciones entre los años 2008 y 2014.

Desde que se practicaran las primeras detenciones, la juez del caso ha imputado a 18 personas por presuntamente haber cometido delitos de malversación, fraude de subvenciones, estafa y prevaricación. Entre los principales investigados se encuentran el exdirector de Aido, Emilio Pérez, el presidente del instituto, Rafael Ros, el ex presidente, José Luis Moscardó, y el director técnico, Santiago Simón.

La juez investiga si desde el instituto se maquillaron las entradas de dinero y si se realizaron facturas falsas para poder justificar lo que se hacía con el dinero recibido de las subvenciones que les eran otorgadas. También está bajo sospecha la forma de facturación de Aido con sus proveedores, así como con el resto de empresas que tenían relación laboral con ellos.

Pero además, según ha podido saber Valencia Plaza, en el sumario consta que los agentes de la UDEF se han visto obligados a reconstruir papel por papel un archivador completo de papeles y facturas que fue encontrado destruido durante el registro que se practicó en junio.

La joya de la corona

Aido nació en el año 1988 como una iniciativa privada de empresarios que la crearon como asociación industrial privada sin ánimo de lucro, y recibió el impulso definitivo de manos de la Generalitat a través del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva). Desde su creación, y hasta su cierre el pasado octubre, han realizado numerosos avances en materia de investigación y desarrollo tecnológico dentro del macro complejo de más de 4.000 metros cuadrados que la empresa tiene en Paterna, entre ellos un edificio de 2.600 metros cuadrados para I+D.