La primera gran decisión de Morant: desmarcarse del PP y no exigir el fondo de nivelación

VALÈNCIA. Les Corts Valencianes aprobaron este jueves la Proposición No de Ley (PNL) presentada por el Partido Popular para exigir al Gobierno de España la implantación de un fondo de nivelación -tasado en 1.782 millones de euros anuales- hasta que se reforme el sistema de financiación autonómica, un modelo que lleva caducado desde 2014 y cuyo reparto perjudica de forma importante a la Comunitat Valenciana.

La iniciativa salió adelante gracias al voto de sus impulsores, el PP, que contaron con el apoyo de Compromís, que había presentado una enmienda que los populares acordaron en incorporar con algunas modificaciones que aceptó la coalición valencianista. Vox, pese a ser socio del PP en el Consell, votó en contra de la PNL dado que, como ya es conocido, consideran que el sistema de financiación instaurado genera de por sí desigualdades entre los españoles. Curiosamente, esta discrepancia en la postura que se dio en el bloque conservador también se produjo en la oposición: el PSPV-PSOE, pese a estar a favor de la reforma del sistema y también, al menos así venía siendo, de la creación de un fondo de nivelación, decidió oponerse a la propuesta del PP que sí apoyó Compromís.

Una decisión que partió personalmente de la nueva líder del PSPV y ministra del Gobierno de España, Diana Morant, que dio la instrucción al grupo de votar en contra de la iniciativa, pese a que a priori fuera una reivindicación que los socialistas valencianos, con Ximo Puig al frente, han respaldado en los últimos años.

Los motivos de esta decisión son diversos. Cabe recordar que, tal y como informó este diario, una PNL no resulta vinculante, por lo que se utiliza generalmente para generar debate y posicionarse políticamente. Dado que la responsabilidad de impulsar una reforma del sistema de financiación o de habilitar mientras tanto un fondo de nivelación corresponde al Gobierno de España liderado por el socialista Pedro Sánchez, el PP se siente más liberado para exhibir un perfil reivindicativo, dado que depende del eterno rival. Precisamente esta es una de las razones que esgrimen desde el grupo socialista para oponerse a la PNL: recuerdan que ya se estableció años atrás un pacto en Les Corts favorable para reformar el sistema de financiación y, dado que a su juicio "no ha cambiado nada", consideran que es una mera maniobra del PP para "meter el dedo en el ojo a Pedro Sánchez".

En este punto, desde el entorno de Morant aseguran que la nueva líder del PSPV quiere evitar "entrar los marcos y debates trampa" que le interesan al PP. Una postura interesante pero sin garantías de efectividad: a la postre, los socialistas valencianos se posicionan en contra de una medida que, más allá de los matices, ellos han defendido en el pasado y significa oponerse a la petición de unos fondos que resultan relevantes para mantener financiadas la sanidad, la educación y los servicios sociales. Una cuestión que, pese a su importancia, tampoco ha terminado nunca de convertirse en una verdadera preocupación para la sociedad valenciana.

No obstante, los socialistas, y en ello insiste Morant públicamente a menudo, recalcan sobre esto que los gobiernos de Pedro Sánchez se han preocupado de subsanar y compensar la infrafinanciación en los últimos años. Una cuestión que resulta discutible, en primer lugar, porque una solución que emana de la generosidad puntual de un gobierno sigue siendo un parche, dado que no figura negro sobre blanco en una ley como obligatorio. Y, en segundo lugar, la llegada de más dinero en los últimos años a la Comunitat, no ha mejorado su situación dentro de la media española. 

En este sentido, el diputado socialista Toni Gaspar, proclamó en el debate del miércoles lo siguiente: "En el año 2015, las transferencias que se hicieron por el sistema de financiación fueron de 8.000 millones y en 2024 son de 15.000 millones de euros. Se olvidan de decir que el Gobierno sí que está atendiendo las necesidades". Una afirmación cierta pero que no implica una mejora en la media española de la Comunitat, dado que en esos años la recaudación creció fruto del incremento del IVA, la inflación... lo que permitió que hubiera más dinero para el reparto.

  

Por otro lado, el fondo de nivelación demandado en la PNL coincide -no exactamente en las cifras pero sí en la filosofía- con la tesis que sostiene la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que este mismo jueves, era reivindicado por su director, Ángel de la Fuente. "Tampoco es tanto dinero. En nuestros cálculos estamos hablando de 3.000 millones de euros, hemos gastado mucho más alegremente en otras cosas menos importantes. Esto se podría hacer incluso sin necesidad de acuerdos", subrayó, en referencia a un fondo que, según sus estudios, deberían repartirse entre la Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia, las regiones en definitiva peor financiadas. 

Llegados a este punto, parece evidente que el deseo de no alinearse con el PP -y también Compromís- en esta votación se antoja una decisión de carácter exclusivamente político por parte de la formación socialista. El plan de llevar a cabo una línea de oposición dura por parte del PSPV viene perfilándose desde casi el inicio de la legislatura, pero días atrás tomó forma en la primera reunión mantenida entre el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la nueva líder del PSPV, Diana Morant, donde no hubo espacio para acuerdos de calado.

De esta manera, la formación socialista parece decidida a plantear un plan de confrontación similar a la que a día de hoy viene produciéndose en el ámbito estatal, donde los acuerdos entre los dos grandes partidos vienen siendo imposibles en casi cualquier aspecto. Una línea que, también conviene recordar, los populares valencianos mantuvieron en la oposición cuando gobernaba el Botànic.

Por otro lado, desde el punto de vista estratégico de Morant, la aprobación de la PNL sobre el fondo de nivelación también podría ser incómoda a medio plazo, dado que la propuesta se dirige a que el Gobierno de España, del que forma parte, pusiera en marcha la citada herramienta, algo que el PPCV le podía haber exigido constantemente si el PSPV hubiera votado a favor. En cambio, al haberla rechazado, podrán esgrimir esta negativa para señalar que los socialistas valencianos y en concreto Morant, no luchan por una reivindicación de la Comunitat para no incomodar a Pedro Sánchez. Una tarea en la que el voto favorable de Compromís puede permitir a los populares mayor credibilidad en sus críticas, que curiosamente pueden ayudar a tapar que su socio en el gobierno, Vox, le ha dado la espalda en esta reivindicación.