VALÈNCIA. El PAI de Moreras, como todos los entornos de València en los que existe suelo urbanizable disponible, lleva unos años al alza en el mercado inmobiliario. El barrio, uno de los más damnificados por el estallido de la burbuja inmobiliaria por tratarse de un espacio de nuevo desarrollo, permaneció ajeno a todas las miradas durante la crisis, pero la recuperación -y ahora el aliciente de la reactivación del proyecto para abastecer al lugar de servicio de metro- han avivado la construcción de viviendas en esta zona de València.
La línea ferroviaria no es un asunto baladí para el auge del entorno. Hasta 2007 la zona experimentaba un crecimiento exponencial sujeta a realidades como su proximidad a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pero también a expectativas como la construcción de las torres de Calatrava que iban a coronar el proyecto, el desarrollo urbano del vecino PAI del Grao alrededor del Circuito Urbano de Fórmula 1 y la llegada de la maltrecha T2 de Metrovalencia hasta el lugar.
Pero todas estas últimas cuestiones cayeron en saco roto -en el caso del servicio ferroviario, la Generalitat decidió suspender la construcción de la infraestructura por su escasez de recursos-. No obstante, su reactivación hasta Nazaret será una de las medidas estrellas del actual Consell para la recta final de la legislatura, tal y como concretó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en el último Debate de Política General.
Al respecto, fuentes del sector inmobiliario subrayan que tal circunstancia ha permitido a las promotoras meter una marcha más en Moreras. La recuperación ya llevó a interesarse por el lugar a Altamira, que fue la primera en lanzarse a construir en el barrio con una promoción de 56 viviendas denominada Residencial Cuc de Seda.
A esta, ya tras el anuncio del Consell de que contaba con fondos europeos para reactivar la T2, se sumó el pasado verano Habitat Inmobiliaria con la compra de una parcela de 674 metros cuadrados, en la que desarrollará una nueva promoción de 68 viviendas, 68 trasteros, 90 plazas de garaje, y más de 500 metros cuadrados de locales comerciales con una inversión de 13 millones de euros.
Y la previsión es que haya nuevos anuncios en breve. Según ha podido saber este periódico, la compañía riojana LMB, que ya impulsa una promoción de 59 viviendas en la Malvarrosa tras adquirir un suelo a la Sareb, ha hecho lo propio en Moreras para iniciar un nuevo desarrollo residencial.
En el enclave también tienen tomadas posiciones la propia Sareb, de la que no ha trascendido si ha vendido parcelas en el lugar, y el gigante inmobiliario español Metrovacesa, cuyo suelo proviene del BBVA y es uno de los situados en la casilla de salida para iniciar a medio plazo su desarrollo por tratarse de superficie urbanizable, que tan solo requiere lograr licencia para empezar a construir.