VALÈNCIA (EFE/Sagrario Ortega). La convocatoria de las elecciones generales puso freno a la "revolución" ya en marcha de la movilidad en las ciudades. El acelerón que se había dado a la regulación del "patinete" y de las calles a 30 km/h se frenó en seco, pero las grandes urbes ya tienen todo dispuesto para cuando vuelva a arrancar.
Poco a poco un nuevo inquilino -el patinete- empezó a colarse en las calles y avenidas de las ciudades, codeándose con otro -la bicicleta- al que le había costado abrirse paso entre el "rey" de la movilidad, el coche.
Ya se habían dado cuenta los ayuntamientos de la diversidad de los usuarios de la vía, pero la irrupción del patinete, a todas luces un vehículo más endeble que el resto, les incentivó aún más en esa carrera hacia la nueva movilidad, que también se ha celebrado en la confrontación política para hacerse con el podio el 26M.
En algunas urbes, como Madrid, había incluso más urgencia. La contaminación se adueñaba de la capital y el gobierno municipal de Manuela Carmena decidió ponerse al volante e ir tomando medidas que, aun a sabiendas de que no iban a ser aplaudidas desde las gradas, redundarían en un aire más limpio y en una mayor fluidez del tráfico. Madrid Central se llama.
Dice el director general de Tráfico, Pere Navarro, que la cultura de la movilidad está cambiando mucho y que en breve se empezará a hablar de los desplazamientos a pie dado el envejecimiento de la población. "Hay más mayores de 65 años que menores de 16. Tenemos 8,5 millones de mayores que caminan, por prescripción médica o por salud. Son muchos y votan", recordaba en su día.
Mientras tanto, se sigue hablando de carriles-bici, de coches eléctricos, de los de alquiler, de patinetes, de ampliación de las redes de metro, de tranvías, de incentivos económicos para el uso del transporte público... Hay elecciones y la movilidad (más bien los partidos) no es ajena a ello. En las cinco ciudades más pobladas se debate sobre ello.
Al actual alcalde de València, Joan Ribó, que bajo las siglas de Compromís aspira a repetir, lo que le gustaría es cambiar de nombre a los carriles-bici y llamarles "carriles ciclables", porque también ve que los usan patinetes y otros vehículos de movilidad personal.
Ribó, que gobierna con el apoyo de PSPV-PSOE y València en Comú, ha hecho del fomento del uso de la bici la bandera de su política de movilidad. Tanto, que en esta legislatura ha hecho 22 kilómetros más y por la capital valenciana ya se puede ir a dos ruedas en 156 km.
Un anillo ciclista interior de 4,7 km rodea el casco antiguo de València, pero su instalación también corre riesgo según quien gane las elecciones.
Oposición, comerciantes y vecinos se han opuesto a este proyecto que, según se desprende de las intervenciones de los partidos, está abocado a su supervivencia con algún pequeño retoque.
A Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid que opta a la reelección por Ahora Madrid, parece que le han salido las cuentas. Su proyecto más polémico, y quizá más valiente, arroja resultados positivos, según el consistorio.
En porcentajes nada desdeñables, la entrada en vigor de la restricción de coches en el cogollo de la ciudad ha rebajado el tráfico y la contaminación y ha provocado un mayor uso del transporte público.
Claro, que si el domingo ganara el PP este proyecto tiene los días contados. "Por el Madrid Central no vayan a preocuparse porque se acabará con el gobierno del PP", ha sentenciado el candidato de este partido a la Alcaldía, José Luis Martínez-Almeida. También lo derogaría Vox.
Si la victoria fuera del socialista Pepu Hernández, la iniciativa se mejoraría, según este aspirante.
Ada Colau, la actual regidora de la Ciudad Condal, de Barcelona en Comú, tiene ya planes si sigue al frente del consistorio. Las tres cuartas partes de las calles de la ciudad serían "calles 30", los bajos de edificios ahora vacíos se convertirán en aparcamientos de bicis y motos y un tercio de las calles del Eixample serán verdes.
Empezar a conectar los tranvías por la Diagonal, reducir el tráfico alrededor de las escuelas, o elevar la frecuencia del metro a dos minutos y medio son otras propuestas lanzadas por Colau. No le faltan propuestas para aliviar el bolsillo, como rebajar el precio del abono transporte mensual de 54 a 40 euros.
Su mayor rival, Ernest Maragall, de ERC, quiere completar el mapa de las áreas de circulación restringida a todos los barrios de la ciudad para conseguir centros sin coches y no solo en el corazón del municipio.
Maragall plantea implantar un peaje de toxicidad vinculado al derecho al aire limpio, pero no solo en Barcelona, sino en toda la área metropolitana. Se aplicaría en función del grado de contaminación y el nivel de ocupación de los vehículos.
Bajo el epígrafe de "Movilidad sostenible", el actual alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, ha incluido en su programa 17 medidas que, sobre todo, apuestan por la ampliación de los carriles-bici, por reordenar la movilidad dando prioridad a los peatones y ciclistas, tanto en el casco histórico y en el barrio de Triana.
Espadas quiere ampliar la red de metro y empezar por las líneas 2 (Pino Montano) y 3 (Sevilla Este). En eso coincide con el aspirante del PP a la Alcaldía de la capital hispalense, Beltrán Pérez.
Y en esa apuesta generalizada de las ciudades por el vehículo eléctrico, el actual regidor quiere reservar espacios públicos para que aparquen más fácilmente.
En breve entrará en vigor en Zaragoza la ordenanza del patinete, que en circulación y estacionamiento se equipara a las normas para la bici. Mientras tanto, Pedro Santisteve, alcalde y candidato de Zaragoza en Común, lo tiene claro: si sigue en la Alcaldía extenderá a todas las calles y barrios que pueda la "cota cero" (elevar la calzada hasta la rasante de la acera).
Santisteve impulsará la creación de la Línea 2 del tranvía con apoyo económico de las otras administraciones. Y continuará con una política de movilidad que mejore la calidad del aire y la accesibilidad.
Jorge Azón, candidato del PP, quiere paralizar los proyecto de carriles-bici para estudiarlos mejor, eliminar las aceras-bici que aún existen en la ciudad y potenciar las zonas de "plataforma compartida". Y de Línea 2 de tranvía, nada de nada. Para este aspirante, es inviable".