La familia suele ser el soporte fundamental para el paciente y tiene un papel importantísimo en la contribución a la recuperación de éste
MADRID, (EP). La terapia de grupo aporta "importantes beneficios" a los pacientes con psicosis y sus familias, según han informado la psiquiatra Inés García del Castillo con motivo de la puesta en marcha, en el servicio de Psiquiatría y Psicología Clínica de HM Hospitales, dirigido por Luis Caballero, de un programa de terapia de grupo para pacientes con este trastorno mental y otro para sus familiares.
Se trata de unos procesos patológicos en los que una persona puede perder el contacto con la realidad al padecer, tal y como ha informado la doctora García del Castillo, delirios o alucinaciones. "Esto puede traducirse en cambios en su conducta y en su forma de relacionarse con su entorno. Se trata, en cualquier caso, de enfermedades que afectan al cerebro y corresponden a deficiencias de la transmisión y la adaptación de los impulsos nerviosos, que conducen a un deterioro de la función cerebral", ha explicado.
Otros síntomas psicóticos hacen referencia a la pérdida de funciones normales del individuo, son los llamados síntomas negativos. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, el embotamiento afectivo (pérdida de la capacidad de expresión emocional), la pérdida de fluidez y espontaneidad verbal, el retraimiento social. Por otro lado, se han descrito síntomas cognitivos, que afectan a funciones como la atención, la memoria y la capacidad de entender el mundo social y relacional de los otros y de uno mismo.
Además de estos síntomas característicos, los pacientes pueden experimentar cambios en su estado de ánimo, alteraciones del sueño y, muy frecuentemente, una ausencia completa o parcial de conciencia de enfermedad, lo que significa que el paciente no identifica sus vivencias extrañas como síntomas propios de una enfermedad."El impacto del episodio psicótico para el paciente y sus familiares es enorme en cuanto a la ruptura que supone respecto al funcionamiento anterior de la persona y a las situaciones difíciles a las que se ven expuestos. Los familiares suelen tener que manejarse con emociones muy intensas desde la tristeza, la impotencia, la incertidumbre, la rabia, el miedo o la frustración. El episodio psicótico, en la mayoría de los casos, quiebra el equilibrio familiar anterior, y la familia tiene que aprender nuevos modos de comunicación y de acompañamiento", ha explicado.
La familia suele ser el soporte fundamental para el paciente y tiene un papel importantísimo en la contribución a la recuperación de éste, por lo que es necesario el apoyo por parte de los profesionales a los familiares para ayudarles en la comprensión de la patología. Asimismo, la incomprensión y los prejuicios que habitualmente se mantienen por parte de la sociedad acerca de la enfermedad mental, contribuyen a que, con frecuencia, tanto la familia como la persona se sientan aisladas y con expectativas muy negativas acerca de la recuperación. Por tanto, los profesionales también deben trabajar ayudando a desmontar estas creencias que no se corresponden con la evidencia científica y a luchar contra el estigma.
"Tras un episodio psicótico, es frecuente que la persona experimente la pérdida de su rol social y la confianza en las interacciones interpersonales. El grupo crea un sentimiento de pertenencia y estimula al paciente a plantearse y alcanzar nuevos retos", ha detallado la psiquiatra. En este sentido, las terapias en grupo ofrecen la posibilidad de hablar, resolver problemas, participar en actividades, aclarar dificultades, dar significado a las experiencias subjetivas compartidas y evaluar relaciones empáticas entre iguales, lo que implica dar y recibir consejo y apoyo, así como la posibilidad de resolver problemas emocionales y dificultades en el 'aquí y ahora'. En este sentido, puede ser especialmente efectivo en algunos casos para disminuir el aislamiento y la discapacidad, mejorando la conciencia de la enfermedad y las habilidades sociales.
Por otro lado, las intervenciones familiares en psicosis están dirigidas a ayudar a las familias a hacer frente a los problemas de sus familiares de manera más eficaz, proporcionar apoyo y psicoeducación para la familia, reducir los niveles de estrés, mejorar la formas en que se comunica y negocia los problemas, y tratar de prevenir recaídas del paciente. Ahora bien, además de la terapia de grupo, en los pacientes con psicosis es fundamental el tratamiento farmacológico y el abordaje psicoterapéutico individual. El tratamiento psicológico consiste en la integración y elaboración de la experiencia psicótica; en el fortalecimiento de los recursos personales y capacidades del paciente; en la comprensión y reducción de los síntomas; en el apoyo para la adquisición del mayor grado de autonomía; y en la mejoría de las habilidades psicosociales.
"Los tratamientos en la psicosis suelen ser de larga duración (años y en algunos casos, de por vida) pero permiten al paciente la mejoría y, en algunos casos, incluso la remisión sintomática y un mejor conocimiento y manejo de la enfermedad que facilita la adquisición de una mejor funcionalidad en diferentes áreas de su vida", ha zanjado García del Castillo.