VALÈNCIA. El juicio de la financiación irregular del Partido Popular en Valencia está dejando confesiones para la historia. Confesiones como la del exsecretario general del PPCV Ricardo Costa, las de los cerebros de la Gürtel, Francisco Correa, Álvaro Pérez y Pablo Crespo o la de todos los empresarios acusados de financiar el 'dopaje' de los populares a través de sus empresas, todas ellas concesionarias de la administración valenciana. Pero hay algo que se echa en falta en todas y cada una de las declaraciones realizadas hasta la fecha, los detalles. Detalles asumidos pero no explicados por los ahora confesos.
Entre dichos detalles destaca, por ejemplo, que la trama corrupta fue la que organizó y cobró todos los actos del ahora presidente, Mariano Rajoy, en la Comunitat Valenciana desde el año 2005, tan solo un año después de ser nombrado candidato por designación directa de José María Aznar. Ya en 2005 se pagó a través de la Gürtel 42.718 euros de un acto para el futuro presidente en Feria Valencia o un acto en Manises por 2.700 euros.
En 2008 nos encontramos con un acto en IFA de Mariano Rajoy que costó por un lado 27.264 euros y por otro 18.700 euros, ya que una parte era presuntamente dinero negro debido a que, como dice la Policía en uno de sus informes, "la facturación formal es denominada Alicante, en referencia al dinero que se ingresa en la caja A, que forma parte del circuito económico legal y que supone una parte del coste real del evento. El resto es cobrado de forma ajena a cualquier facturación, bajo la denominación Barcelona, en referencia al que se ingresa en la caja B".
Es en 2007 cuando se ven los mayores dispendios. Ese año tuvo lugar el macroacto de Feria Valencia cuyo coste ascendió a 166.689 euros, de los que más de 21.000 euros fueron en confeti y globos. Ese acto fue su presentación como candidato. Un medio conservador tituló: "Rajoy se da un baño de multitudes". Lo que entonces no se sabía es que parte del presupuesto que hizo Orange Market para aquel "baño de multitudes" finalmente se acabaría pagando con dinero negro.
En esa campaña también se destinaron 25.000 euros a "prensa’" para los actos de Rajoy y otros 24.000 para pagar una cena con el candidato nacional de los populares en Castellón en la que se gastaron 2.500 euros en una discomóvil o 3.200 en grabar el vídeo del evento. Y 50.000 euros más a un mitin en Alicante.
Estos pagos, puede ser que insignificantes en su día dentro de los millones destinados a las trampas electorales, cobran ahora una especial importancia teniendo en cuenta la declaración del propio Costa que afirmó que le había comunicado al entonces tesorero del PP, Luis Bárcenas, las intenciones del presidente Francisco Camps de utilizar dinero de empresarios para pagar las campañas. Pero además, esa relevancia todavía se magnifica más si se recuerda que supuestamente Rajoy había expulsado a los cabecillas de la Gürtel de Génova.