MADRID (EP) La Hematología es una amplia especialidad médica que se encarga del diagnóstico y tratamiento de leucemias, mielomas ,linfomas y otras enfermedades neoplásicas de la sangre, además del control y seguimiento de pacientes con patologías hemorrágicas o trombóticas. También forma parte del trabajo de los hematólogos la medicina transfusional, la medicina regenerativa (células madre) y un amplio trabajo de laboratorio.
Según explica a Infosalus el doctor Pascual Marco, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), el trombo es un coágulo sanguíneo que se forma dentro de los vasos sanguíneos y que está constituido por plaquetas, factores de coagulación y fibrina. La trombosis es la oclusión de un vaso sanguíneo por un trombo y puede ocurrir en venas, como las de las piernas, o arterias mayores como las cerebrales o las coronarias del corazón.
"La trombosis es la patología por la que enferma más gente en el mundo occidental, más que por el cáncer, el SIDA o los accidentes de tráfico. Las patologías trombóticas aparecen con el envejecimiento y la gran mayoría de trombosis son prevenibles con una buena educación del paciente, aplicación de medidas preventivas y a través de una buena comunicación médico-paciente", señala el doctor Marco, jefe de Hematología del Hospital General Universitario de Alicante.
El doctor Marco aclara a Infosalus ocho cuestiones clave sobre los trombos:
1. ¿Podría un trombo formarse y mantenerse en nuestro sistema circulatorio durante años?
El trombo casi siempre da síntomas y requiere tratamiento. Si está dentro de una arteria coronaria produce un infarto cardíaco y si se encuentra en el cerebro un ictus. Rara vez una trombosis no da síntomas, a veces en las venas de la pantorilla puede pasar desapercibida, pero lo más habitual es que en las piernas produzca incapacidad para caminar, se ponga roja y se hinche. Si existen factores de riesgo hay que evitar que se forme el trombo y para ello hay que poner en marcha medios de prevención.
2. ¿Están las embarazadas bajo un mayor riesgo de desarrollar trombos?
Las embarazadas son un grupo especial de riesgo por factores como los mayores niveles en la circulación sanguínea de estrógenos y proteínas de la coagulación como el Factor VIII, pero también están bajo un mayor riesgo aquellas mujeres que toman tratamientos anticonceptivos u hormonales asociados a la reproducción asistida. También se encuentran bajo un mayor riesgo las mujeres mayores de 35-40 años que han pasado por un parto por cesárea y padecen enfermedades crónicas como hipertensión o diabetes. Sin embargo, en mujeres sanas embarazadas, sin factores de riesgo y tras un parto normal, no suele ser necesario hacer prevención.
3. ¿Cuáles son las causas de la formación de trombos?
Un trombo puede formarse cuando una lesión en un vaso sanguíneo (arteria o vena) activa la coagulación (plaquetas y trombina), lo que lleva a que en este lugar comience a tomar forma un coágulo sanguíneo. Estas lesiones las pueden ocasionar los ateromas que se forman por la acumulación de placas de colesterol en las arterias. Los ateromas crecen hacia la luz del vaso y al romper la capa más interior del vaso (endotelio) se ponen en contacto con la circulación sanguínea y ocasionan inflamación en la arteria.
El trombo también puede formarse en las venas como consecuencia de un flujo sanguíneo lento que da lugar a sangre remansada y que puede derivarse de alguna alteración patológica, la inmovilización por un viaje en avión, coche o un reposo prolongado en cama, o un vendaje opresivo que comprime el sistema circulatorio.
Otra forma muy frecuente de trombo, esta vez en las arterias cerebrales, es el que ocasiona la fibrilación auricular (un tipo de arritmia cardíaca) que lleva a que las contracciones cardíacas anómalas originen sangre remansada en el corazón que puede formar un coágulo. De ahí la importancia de la prevención en estos pacientes.
4. ¿Cuál es el perfil más común del paciente de trombosis?
El perfil de más riesgo de quien puede sufrir una trombosis es una persona mayor, sedentaria, obesa y con diabetes e hipertensión. Los campos de trabajo más novedosos de la hematología en las trombosis venosas son identificar la falta de proteínas que nos protegen de la trombosis (defectos genéticos), o una situación más común en personas jóvenes con patología inmunológica (lupus o enfermedades reumáticas entre otras) que los hacen más propensos a producir trombos.
5. ¿Cómo funcionan los fármacos antitrombóticos?
Existen fármacos anticoagulantes por vía oral, subcutánea e intravenosa. Los fármacos anticoagulantes clásicos son los que actúan inhibiendo la acción procoagulante de la vitamina K, como la warfarina o el acenocumarol (sintrom) y hacen la sangre más líquida.
Los nuevos medicamentos anticoagulantes orales directos, que actúan sobre una proteína específica de la coagulación, son reversibles y presentan ventajas para su uso en la fibrilación auricular para prevenir el ictus. Sus ventajas son que rara vez hay que cambiar las dosis y no precisan controles habituales de coagulación, como en el caso de los fármacos antivitamina K, y son superiores al sintrom en la prevención de trombosis en casos concretos. "Son más seguros para la hemorragia cerebral pero requieren vigilar la función renal porque se eliminan por el riñón", señala el doctor.
Por último están los fármacos como la heparina y sus derivados. Las heparinas de bajo peso molecular se administran por vía subcutánea y se emplean en el tratamiento y prevención de la trombosis venosa o cuando se debe retirar el sintrom si el paciente debe pasar por alguna cirugía. Actúan contra el factor X activado de coagulación, que es la llave final de la coagulación, con la ayuda de la proteína antitrombina.
6. ¿Qué medicamento de uso común funciona como antitrombótico?
Como antiagregante plaquetario, el ácido acetilsalicílico ('Aspirina') es el mejor de la historia. La 'Aspirina' es el fármaco más usado en patología arterial y en pacientes con enfermedad cardíaca isquémica sola o asociada a otro fármaco. Produce el bloqueo de la generación del tromboxano y la ciclooxigenasa.
"Se emplea como preventivo en dosis bajas de 100 mg aunque su uso no está carente de riesgos ya que puede ocasionar hemorragias digestivas. Por este riesgo no se puede indicar por sistema a todo el mundo como prevención primaria sino sólo a personas con los factores de riesgo", indica el doctor Marco.
7. ¿Quiénes tienen más riesgo de desarrollar una trombosis?
Tabaquismo, sobrepeso, hábitos alimentarios inadecuados, inmovilización prolongada, hipertensión y diabetes aumentan el riesgo de trombosis. Es necesario por ello una prevención individual para controlar los factores de riesgo que deterioran el mecanismo natural de fibrinolisis fisiológica que impide la formación de trombos en personas sanas. Un estilo de vida saludable, dejar de fumar, perder peso y realizar actividad física regular disminuyen el riesgo de formación de trombos aunque siempre hay que medir el riesgo individual para determinar cuáles son las medidas preventivas necesarias en cada caso.
8. ¿Cómo se puede evitar la trombosis del viajero?
"Cuando se viaje más de 6 horas hay que parar cada dos horas para caminar y emplear medias elásticas de compresión media o normal (que comprimen el tobillo y no arriba) y evitar los vendajes compresivos. En los casos de más riesgo se puede administrar una dosis de heparina de bajo peso molecular", concluye el hematólogo.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones