VALÈNCIA. La Capilla de la Comunión de la Iglesia de San Nicolás ya luce renovada. Colores dorados y mucho oro marcarían su nuevo comienzo. Después de haberse encontrado durante mucho tiempo en un estado "ruinoso", para su sacerdote Antonio Corbí, "ahora brilla con total belleza artística". La reforma ha necesitado de una inversión de cinco millones de euros, a los que la Fundación Hortensia Herrero ha destinado su dinero. Problemas en la estructura, en el control de humedades, o en la instalación de un nuevo sistema de iluminación, han marcado su trabajo. No obstante, además de devolverle el culto al espacio, la reforma ha servido para sacar a la luz antiguos dibujos o incluso para revelar la autoría de obras hasta el momento desconocidas, como ha ocurrido con la Glorificación de Santa Lucía, lienzo del pintor valenciano Luis Planes, quien fue además director de la Real Academia de San Carlos a finales del siglo XVIII.
La rutinaria limpieza y el proceso de restauración al que se sometió cada uno de los espacios de la capilla permitieron así el descubrimiento de esta pintura que cobra "mayor valor" al reunir en ella la impronta docente de la entidad durante el siglo XVIII. O también, al ayudar a conocer la anamotía, proporciones e iconografía empleadas en la época.
Así mismo, no es el único añadido que hace San Nicolás con su reforma. En su intervención pictórico-ornamental, el equipo técnico ha trabajado con una pieza de San Bartolomé, que hasta el momento se conocía como San Pedro, y a la cual se le ha recuperado su tamaño original; "estaba doblada por arriba y por abajo" escondiendo así su mayor grandaria, a la que hemos tenido que poner un nuevo forro y bastidor". Se considera además, que podría tratarse de un antiguo lienzo bocaporte.
Las reliquias y paredes se tiñen del más profundo color oro y dorado. De hecho, el criterio general ha sido "conservar la mayor cantidad posible original". Una tarea que no parecía nada fácil por los desperfectos y las humedades que se albergaban en ella. Es por ello, que ha hecho falta reponer algunas piezas con oro "de calidad" y con la misma tonalidad que su patrón.
En las pinturas murales se ha actuado sobre ocho pechinas especialmente deterioradas, a las que se le ha aplicado las mismas labores de limpieza, estucado y paliado de imperfecciones. También, ha hecho falta intervenir sobre grabados en los dibujos con relieve, los bruñidos o el estuco.
Para el zócalo de la Capilla de la Comunión, los muros requerían sanearse. De ahí que se hayan extraído algunas piezas- que han sido además reagrupadas en orden cronológico- y que se haya reforzado el conjunto con placas de aluminio, una técnica novedosa que permitirá aislar las obras y preservarlas esta vez sí de las humedades, principal causante del deterioro de la capilla.
Del mismo modo, las intervenciones arquitectónicas, dirigidas por Carlos Campos, han permitido recuperar espacios inaccesibles como la fachada sur del templo. Con ella, la iglesia ha conseguido restaurar el frontispicio gótico original y tres ventanas tapiadas de la capilla. Superficie que convive ahora en una especie de galería, teñida del estilo neogótico de los muros del edificio.
La reparación de las cubiertas y su estructura portante, la rehabilitación del espacio entre el tejado de la parroquia y las cúpulas de la capilla, el saneamiento de pavimientos o muros, completarían este deseo por "redescubrir el patrimonio" de una iglesia que ya sufrió restauraciones relevantes en el siglo XVIII, XIX o XX. De hecho, Carlos Campos ha indicado que a través de uno de los "grafitis" de la pared, han podido saber la firma del arquitecto que se encargó de la rehabilitación neogótica del edificio en su momento.
Para la directora de Hortensia Herrero, Elena Tejedor, actuaciones como estás permiten "conseguir poner el foco turístico" en otros espacios también notorios para la capital. En el caso de San Nicolás, serían cerca de 300.000 personas las que la habrían visitado a lo largo de 2017, según informa el parroco. "Un trabajo constructivo que no se ve, pero que es muy necesario", ha manifiestado Herrero.
Los Arcos de Alpuente es considerado Yacimiento Arqueológico y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento