La Universitat de València reanima el Observatori Valencià de la Cultura tras años de inactividad

VALÈNCIA. El Observatori Valencià de la Cultura vuelve a la vida gracias al acuerdo de la Universitat de València y la Generalitat Valenciana a través de la Càtedra de Polítiques Culturals Valencianes, que ayer tuvo una presentación de lujo a cargo del Ministro de Universidades Joan Subirats.

La Càtedra de Polítiques Culturals Valencianes corre a cargo del profesor Antonio Ariño y servirá para reanimar el Observatori Valencià de la Cultura, inactivo casi desde su misma creación en 2017, tal y como publicó este diario. La Càtedra tiene tres objetivos principales: el de hacer estudios a partir de los microdatos de encuestas significativas sobre hábitos y empleo cultural en la Comunitat Valenciana; el de repetir la encuesta de 2017 de percepción sobre qué es la cultura para la población valenciana; y el de ofrecer formación al sector cultural. 

Si bien ayer empezaron con la tercera de estas patas, el día a día va a ser, en realidad, las otras dos. Según explica el propio Ariño en Culturplaza, la Càtedra ya tiene en marcha, al menos, dos microinformes de públicos: uno sobre personas mayores, y otro sobre el gasto cultural de los hogares en la Comunitat Valenciana. Se sirven de los microdatos de otras encuestas, como al Encuesta de presupuestos familiares, o la EPA, de la que también quieren estudiar a la población activa del sector cultural valenciano.

Por otra parte, la encuesta con la que el Observatori nació, se repetirá en 2022 y primeros meses de 2023: “no soy partidario de generar una encuesta de hábitos culturales cada año porque los cambios no suelen ser significativos, pero cada 5 años sí lo es, así que queremos abordarlo antes de marzo de 2023. Una fecha realista porque, en realidad, el cuestionario ya está elaborado y probado”, cuenta Ariño.

Ayer, antes de la conferencia, el profesor también se reunió con diferentes técnicos de administraciones valencianas de las tres provincias para hablar sobre el proyecto de la Càtedra y establecer relaciones con el funcionariado de la Generalitat Valenciana. También quiere ser este un ente muy ligado a la formación de personal público y del sector cultural, según adelanta Ariño.

¿Cuáles son las referencias para esta Càtedra? Pues principal el Observatorio Vasco de la cultura y la Enquesta de Participación Cultural de Cataluña, además —por supuesto— de Observatorio de Políticas Culturales de Francia, cuya encuesta cuestiona a la ciudadanía cuál es el significado de la cultura.

Todo el material que se genere por parte de la colaboración entre la Universitat de València y la Generalitat, irán destinados a dinamizar el Observatori, que parecía herido de muerte. De hecho, preguntada hace tan solo unos meses la Directora General de Cultura y Patrimonio e impulsora del proyecto, Carmen Amoraga, respondía a este diario: “Es verdad que es un proyecto fallido, pero han pasado muchas cosas y yo creo que todo el gobierno, y en Cultura, hemos priorizado otro tipo de actuaciones empujados por las necesidades de la pandemia”.

La subvención directa de la Generalitat a la Càtedra de 50.000 euros anuales servirán para volver a arrancarlo, ya que la web no solo estaba inactiva, sino desactualizada. “Ojalá hubiéramos podido hacer todo esto antes, pero a veces las realidades de las administraciones son así”, justificaba, por su parte, Antonio Ariño, que tras dejar la gestión del Centro Cultural La Nau, puede dedicarse más en cuerpo y alma a este nuevo proyecto.

Subirats reivindica "una protección superior" de los derechos culturales

En la presentación de la Càtedra de Polítiques Culturals Valencianes, el Ministro estuvo acompañado de Raquel Tamarit, Consellera de Cultura de la Generalitat Valenciana. Durante la conferencia, Subirats destacó que “las políticas culturales no han estado situadas nunca en una posición central”, y afirmó que “en la Constitución Española hay algunos derechos que están súper protegidos”, mientras que las políticas culturales “no tienen el elemento de protección y de salvaguarda que tienen la Sanidad y la Educación”, según recoge la agencia EFE.

También el ministro insistió en “no situar las políticas culturales en el marco del siglo XX, sino en el marco del siglo XXI” y pidió “no entender la política cultural solo como la creación artística y la divulgación de obras artísticas”.