Entre otras tecnologías, este nuevo laboratorio del campus de Alcoy de la UPV incorpora equipos de electroencefalografía, respuesta electrodérmica de la piel, reconocimiento de emociones a través de la codificación facial, ritmo cardiaco y seguimiento de la atracción visual del estudiante.
Según ha explicado David Juárez, coordinador del Neuroedulab e investigador del Macom Research Lab de la UPV, con la respuesta galvánica o electrodérmica de la piel se puede medir el nivel de sudoración de los dedos del alumnado y, con ello, su intensidad emocional; mediante el electroencefalograma --con la colocación de 14 sensores-- se monitoriza la actividad cerebral, que posteriormente procesan e interpretan con un software especial; y con el eye tracking o seguimiento ocular es posible saber dónde mira el alumno o alumna en cada momento y determinar cuáles son los puntos que más les llaman la atención.
"Procesando toda esta información y aplicando sus resultados directamente en el estudiante, podremos contribuir a mejorar su rendimiento. Con este nuevo laboratorio, tanto docentes como personal investigador pueden validar nuevas herramientas de aprendizaje activo que pretenden potenciar la asimilación y memorización de conceptos con mayor eficiencia", ha destacado Juárez.
Y se puede aplicar en todas las materias propias de ingeniería, tanto en materias de base, como específicas de los grados en ingeniería informática, robótica, diseño industrial, administración de empresas, química, mecánica, eléctrica o, incluso, técnicas de inteligencia artificial.
"Esto es extrapolable a los programas máster de organización industrial y logística, textil, ingeniería de materiales o MBA. Con este nuevo laboratorio queremos contribuir a que nuestros alumnos y alumnas tengan un mejor rendimiento y asimilen de forma más sencilla los conocimientos de cada materia. En definitiva, queremos aportar nuestra experiencia para preparar de una manera más activa a los profesionales del futuro", ha agregado David Juárez.
A su vez, los profesores pueden validar el esfuerzo desarrollado para aplicar estas metodologías en su propio cerebro, 'escaneando' sus propias métricas de rendimiento cerebral frente a los métodos más tradicionales.
"Nuestro laboratorio de neuroeducación ya está activo y ha permitido publicar trabajos científicos muy prometedores en el ámbito de la educación, tanto en congresos como en revistas científicas de primer nivel a nivel mundial, y está abierto a toda la comunidad universitaria de la UPV, así como a aquellos centros de formación que quieran validar nuevas metodologías de aprendizaje en educación", ha apostillado Juárez.