VALÈNCIA. El 'café para todos' diseñado por el secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, en el congreso del partido celebrado en julio de 2017 generó entonces sensaciones encontradas en los cuadros intermedios de la formación socialista.
Por un lado, la creación de una macrocúpula de 69 miembros permitía premiar a un buen número de familias socialistas al incluir a algunos de sus miembros dentro de la nueva cúpula del partido. Ahora bien, esto provocaba un efecto rebote por dos razones principales: la primera, el gran enfado de los grupos que quedaron fuera del reparto al sentirse humillados y, la segunda, la poca operatividad de una dirección de un tamaño con funciones que, en muchos casos, se solapaban entre varias secretarías de área.
Dos años y medio después, es fácil comprobar que el tamaño de Ejecutiva diseñado era una mera herramienta para contentar al mayor número posible de familias socialistas sin que ello implicara una acción orgánica de peso. Las distintas bajas que hasta ahora se han producido en la dirección del PSPV no han sido repuestas en ningún caso, y eso que algunas se produjeron hace dos años o más, lo que evidencia que la necesidad de su creación era muy relativa.
Ejemplo de ello son la Secretaría de Política Municipal y la Secretaría de Militancia, que recayeron respectivamente en su día en Carles Arqués y en el alcalde de Xàtiva, Roger Cerdà. No obstante, ambos abandonaron su puesto en la Ejecutiva Nacional -tal y como marcan los Estatutos socialistas- debido a que accedieron a otros cargos en sus respectivas comarcas. Así, el primero fue designado secretario de Organización de la Ribera Alta mientras el segundo se convirtió en secretario general de La Costera-La Canal de Navarrés, por lo que dejaron sus puestos poco después, concretamente, entre febrero y marzo de 2018 sin que se eligieran sustitutos.
También abandonó la dirección tiempo atrás el secretario de Dinamización, Toni Grau, sin que se fijara un relevo.
Sin duda, la salida más llamativa que tampoco ha tenido relevo es la del que fuera portavoz del PSPV y presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez. El otrora dirigente socialista dejó de cumplir con estas funciones tras su detención en junio de 2018 en el marco de la Operación Alquería, pero no fue hasta abril de 2019 cuando abandonó la formación socialista tras levantarse el secreto de sumario del caso. El PSPV no estaba dispuesto a permitir que se presentara a la Alcaldía de Ontinyent bajo sus siglas por lo que Rodríguez dejó el partido para fundar La Vall ens Uneix, formación con la que consiguió ostentar la vara de mando de nuevo con mayoría absoluta.
Según fuentes socialistas, las funciones del ejercicio de portavoz se repartieron entre el vicesecretario general, Manolo Mata, y el secretario de Organización, José Muñoz. No obstante, y aunque la misión de enfrentarse a los medios puede considerarse cubierta, otros echan en falta un responsable que cumpla con la tarea que tenía atribuida Rodríguez como por ejemplo impulsar la formación y asesoría en materia de comunicación. Una serie de labores que, desde la dirección, insisten en que se están supliendo con solvencia desde la salida del exportavoz.