VALÈNCIA. Al alcalde Joan Ribó, no le debe extrañar. Ya lo intuía. Lo dijo el pasado mes de junio cuando se celebraban dos años del cambio de gobierno en el Ayuntamiento de València: conforme se aproximen las elecciones de 2019 las diferencias entre los tres partidos que constituyen el Govern de la Nau se harán más acusadas. Eso es lo que está sucediendo. A cada día que pasa las grietas que separan a Compromís, el PSPV y València en Comú, se están haciendo más grandes. Más visibles. Y surgen a pares.
Las diferencias, lejos de ser traumáticas, para algunos de los miembros del Govern de la Nau son consustanciales a un gobierno de coalición. Ése es el punto de vista de la portavoz de VeC, María Oliver. La concejal salió este jueves a la palestra para criticar la alternativa del alcalde a la ampliación de la V-21. La propuesta no les ha gustado. Nada. Básicamente, porque ellos no quieren un tercer carril. Con todo, quiso dejar claro que estas diferencias son “naturales”. “Lo que nosotros reclamamos que se debatan en los espacios que hay para debatir. En la gran mayoría llegamos a acuerdo”, comentó.
A Oliver no le importa que sus críticas a la propuesta alternativa de ampliación de la V-21 deje en una situación de debilidad al consistorio en la negociación con el ministerio de Íñigo de la Serna, debilidad que ya advertía el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, y que puede dificultar un acuerdo. Y es que en Podemos no quieren convencer al Ministerio de Fomento de que se haga una nueva propuesta sino que lo que piden es que directamente no se haga. Es decir, que la amenaza del Gobierno de que si no se hace como ellos quieren no se hace, en su caso les suena a viento. Lo que no quieren que se pierda es el dinero, pero la obra, esa obra, la rechazan de pleno.
Ribó presentó este miércoles el documento que le ha enviado al ministerio después de que los responsables de Madrid decidieran aplazar la reunión con el consistorio prevista para el mes pasado. Este jueves, durante su visita al Parque de Malilla el alcalde defendió su alternativa y, en declaraciones recogidas por Europa Press, insistió en que era una medida “legal” y “habitual”. Ante las críticas de la oposición (Ciudadanos calificó su propuesta de “inocentada” y el PP de “muy forzada”), Ribó les recriminó que “no les interesa demasiado el tema de la huerta” y recordó casos como el de las obras de modificación de carriles en el barrio del Cabanyal, donde no se contemplaba que hubiera árboles y el equipo de Gobierno hizo una modificación para añadirlos. Si entonces se pudo, ahora también.
Igualmente, insistió en que su estudio “demuestra de manera muy clara que se puede reducir aproximadamente la mitad de la afección a la huerta sin eliminar los tres carriles”. “¿Qué pega tiene la oposición a esto, cuando es legal, es una práctica habitual y cuando además reducimos el coste de la operación?”, se preguntó. “¿Qué problema hay? Yo no entiendo el problema. A mí las críticas que han hecho me parecen muy poco fundadas”, sentenció.
Ribó admitió, eso sí, que el proyecto había sido pactado sólo con el PSOE. Y es que, a diferencia de otros debates que se han producido durante la legislatura, en esta ocasión Compromís y la formación socialista comparten el mismo punto de vista. En este sentido el alcalde aseguró: “Ha sido un proyecto consensuado con el PSOE, que estamos de acuerdo con ellos, y con València en Comú sí que hay una voluntad de reducción de la afección a la huerta, que es el tema fundamental”, dijo.
No lo consideran así en VeC. De hecho Oliver insistió, en declaraciones a Valencia Plaza, que desconocían la propuesta del alcalde, sus términos, los detalles, quién la había realizado, cómo. “Nos parece bastante grave que se hable en nuestro nombre sin decírnoslo”, criticó. “El consenso político que se intenta mostrar no existe. Hemos sido muy leales al Govern de la Nau pero siempre hay que debatir las cosas. Nos molesta que se impongan criterios que no compartimos. Esperamos una justificación de la ampliación de la V-21, porque entra en clara contradicción con la postura que se mantiene con respecto a otro proyecto similar como la V-31”, hizo ver. Lo que está en juego para ellos es “el modelo de ciudad”.
No es la única disensión entre Compromís y VeC. Desde la formación morada, extensión de Podemos en la ciudad, se remitió este jueves un comunicado criticando la presencia de las fuerzas armadas en Expojove. En él Oliver adelantaba que su grupo municipal no participaría en la próxima edición “si las fuerzas armadas continúan formando parte” de la feria para la juventud. Oliver explicó a Valencia Plaza que se les había justificado la presencia del Ejército aduciendo que no iba a haber presencia de armas. “Pero cuando llegas allí”, relató, “en los monitores ves armas, desfiles… la cuestión de fondo es los valores que transmites a los niños. No creo que sea su sitio”.
Las razones las enumeraban en el comunicado en el que indicaban que esos valores que transmiten las instituciones militares y a los que aludía Oliver (“la obediencia, la disciplina, el patriarcado, el androcentrismo y especialmente el recurso a la violencia como método para la resolución de los conflictos”, según ellos), contradicen desde su punto de vista “los valores de paz y diálogo que tienen que regir la educación de la juventud”.
A este respecto, el alcalde de València defendió la presencia de las Fuerzas Armadas en la feria porque aseguró que era “objetivo” que realiza “tareas importantes” en cuanto a las tareas de extinción en grandes incendios y de carácter humanitario. “Si se trata de la UME [la Unidad Militar de Emergencias], la unidad que actúa en caso de grandes incendios, creo que es bueno que estén”, afirmó.
“Una cosa es que no haya exposición de armas, que me parece imprescindible por la gente joven, pero otra cosa es que en estos momentos el Ejército está haciendo unas tareas importantes en temas de incendios, humanitarias, y eso hay que reconocerlo, aunque sea el Ejército”, explicó. Y añadió: “A mí me gustaría un mundo sin ejércitos, pero me gustarían tantas cosas que no veré…”.