VALÈNCIA. Al Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) le han salido unos inesperados vecinos. O no tan inesperados. Mientras continúan las obras en la parte trasera del museo para la puesta a punto de lo que será el jardín de las esculturas -que llevará por nombre Pati Obert-, a la medianera del edificio contiguo le ha crecido un ‘ojo’, una ventana que dota a los habitantes de la vivienda de unas vistas privilegiadas del museo. En primera línea de Pati Obert, vaya. Da la casualidad, además, de que la obra se ha hecho hueco en el mural que Escif firmó para el museo en la reapertura simbólica del espacio, obra en la que quiso reflejar algunas de las problemáticas sociales de la barriada.
La ‘ventana indiscreta’ que se ha abierto paso en la parte trasera del museo se sitúa en la medianera que ocupa el gran unicornio dibujado por Escif, con un mensaje que reza: fuera droga del barrio. Aunque previsto para el 30 aniversario del museo, que celebró hace apenas unas semanas, el jardín está a punto de ponerse en marcha, tras años de reivindicación del centro. El trabajo no solo consiste en la adecuación del espacio, sino en la generación de un espacio que acogerá distintas esculturas de la colección del museo de arte moderno y pasará a ser una 'sala' más en la que se desarrollará una programación específica de actividades. Entre los artistas que participarán, tal y como avanzó su director José Miguel G. Cortés, se encuentra Soledad Sevilla, que recientemente intervino la fachada del centro.
El goteo de ceses y renuncias dejan un escenario inédito en la Generalitat, que todavía tiene por cubrir dos direcciones adjuntas del IVC, la dirección artística del IVAM y del Centre del Carme o el director musical de Les Arts, entre otras plazas vacantes
