Valencia inicia el año con una oferta de música en directo que sigue la cadencia marcada el año pasado
VALENCIA. Antes de que la tuberculosis le permitiera siquiera llegar al medio siglo, D. H. Lawrence dejó dicho que la ética, la igualdad y la justicia no cambian con el calendario. Además de evidenciar lo absurdo de la pamema del cambio de año, el arquetípico poeta británico, denostado en vida por pornógrafo (?) y ensalzado tras su muerte, señalaba indirectamente ese desfase absurdo entre lo que ordena el calendario y lo que, por otro lado, dicta el instinto. Toda su crítica a la modernidad deshumanizadora es en realidad mucho más interesante que este minúsculo grano de arena, pero ilustra a la perfección ese todo cambia (en el calendario) para que nada cambie.
La sensación de cambio de año es una orquestada maniobra (en la oscuridad) que, a efectos reales, tiene poco eco en la práctica: todo continúa desde donde se había quedado después de la parada social obligatoria, nada empieza de nuevo. Sólo el calendario. Seguro que D.H. Lawrence, en su excentricidad, estaría de acuerdo en la máxima de que el año nuevo de facto se produce al final del verano. Él, que se casó con la hermana del Barón Rojo, responsable del derribo de más de 150 aviones británicos en la Primera Guerra Mundial, apreciaría más que nadie la insoportable levedad del cambio de calendario. Sin ir más lejos, en Valencia el ritmo de conciertos en 2016 continúa con la misma cadencia con la que cerró 2015. Estos son algunos de los más destacados de los próximos meses.
Valencia tiene auténticos templos dedicados casi de forma exclusiva al producto musical americano. Loco Club es, con casi total probabilidad, el más entregado de todos ellos. Su programación explora el catálogo norteamericano con exquisitez; con tanta que, de hecho, a veces el gran público no responde como debería a la llamada. El paradigmático caso de Dawes y su visita en 2012 sobrevuela Erudito Orellana 12: la banda de los hermanos Goldsmith visitó Valencia en pleno despegue y sin demasiada respuesta por parte del público; hoy, cuatro años después, es muy probable que Dawes agotara el papel. Tarde.
Quizá por eso el Loco protagoniza el inicio americano de 2016 en Valencia con algunas de las fechas que dentro de 11 meses serán recordadas. La visita de los clásicos del power pop The Rubinoos (aquellos que versionaron ‘I Think We’re Alone Now’ en los 70) el 15 de enero es el punto de partida para una lista que incluirá en los siguientes meses a Will Hoge (2 de marzo), Jesse Malin (12 de marzo) y uno de los triunfadores del pasado 2015, Danny & The Champions of the World (29 junio). Sólo escapará Damien Jurado, que estará el 1 de mayo en el Veles e Vents presentando su último disco.
Quizá el de Damien Jurado es un concierto que debería enmarcarse en esa tendencia de principios de año de dar cobijo a cantautores que ennoblecen el vetusto arte de cantar sus propias canciones. En el caso de Nacho Vegas (22 de enero, La Rambleta), además, el volatín se ofrece con tirabuzón y doble mortal; el asturiano ha abrazado de forma definitiva un género que ya era caduco en los 70, y le ha quitado lo fané y las poses acartonadas para vestirlo con frescura y naturalidad. Su último EP, Canciones Populistas, es el mejor ejemplo de ello.
Algo similar ha hecho Dominique A (19 de febrero, Las Naves) con la chanson. El francés lideró la Nouvelle Chanson en los 90, ese movimiento que combinaba con alegría (toda la alegría de un músico francés) las raíces populares galas con el pop-rock de influencia inglesa y norteamericana. Lo de The Tallest Man On Earth (9 de febrero, La Rambleta), sin embargo, es más académico; de hecho, Kristian Matsson lleva una década haciendo lo mismo, que a su vez es lo mismo que hacía Bob Dylan en sus inicios, que al mismo tiempo es lo que hacía Woody Guthrie, que… en fin, eso. Su mayor interés (que no es poco) radica en su escasa relación con Valencia y en comprobar cómo presenta un disco por primera vez acompañado de banda.
El inicio de año nacional pasa indefectiblemente por el Cedro. Entre Wah-Wah y dELUXE reúnen en un mes a esa parte de la comunidad indie del país que realmente merece la pena. Guadalupe Plata (22 de enero) y Las Ruinas (30 de enero) pasarán por Wah-Wah para presentar dos de los mejores discos del curso pasado, y también Automatics (29 de enero); y el inefable Pablo Und Destruktion hará lo propio el 6 de febrero. Antes, Ricardo Vicente, figura fundamental del indie nacional tanto en solitario como con Tachenko, La Costa Brava o Francisco Nixon, hará acto de presencia en el cada vez más interesante escenario invisible del dELUXE (29 de enero).
Y antes de que Joaquín Pascual pase por Las Naves el 8 de abril, la inauguración de 2016 se reserva algunas citas imprescindibles a uno y otro lado del cauce del río. El 21 de enero, una de las amables sorpresas de la temporada pasada, Alondra Bentley, actuará en el Café Mercedes Jazz y, a finales de mes, veteranía y nueva sangre del underground coincidirán con sólo un día de diferencia: Julio Bustamante protagonizará el Aperitiver del Tulsa el 23 de enero y, un día antes, los interesantísimos Cuzin y Capaje pasarán por el Magazine.
Ya en el ocaso de febrero se reproducirá la cita anual con el aniversario de Vinilo Valencia, que en esta ocasión presenta una oferta muy Deleste, tanto por la disposición doble de matinal y nocturno, como por la ubicación (La Rambleta) y los grupos; Tórtel, Maronda, Gilbertástico, Red Buffalo y Johnny B. Zero actuarán en la mañana del 20 de febrero, y Grupo de Expertos Solynieve, Mujeres, Nueva Vulcano, Luis Brea y El Miedo y Senior i El Cor Brutal lo harán por la noche. Antes, el sábado 9 en el Centre de Cultura Contemporània Octubre, el grupo de Micalet Landete se acompañará de vino y músicos para honrar sus 10 años de vida y presentar el Vi Brutal en Vinihilisme.
El resto del calendario de conciertos de principios de año en Valencia es como un pasillo de un bazar chino: lleno hasta más allá de donde alcanza la vista y sin aparente orden occidental. Sólo una regla permite agrupar algunas de las citas con el directo en la ciudad, la de los conciertos de bandas tributo. Si lo de Manel Fuentes (& The Spring’s Team) puede calificarse de esa manera, su concierto del 16 de enero en la Rock City se suma al de dos referentes para con los grupos venerados en cuestión: Letz Zep, la autodenominada mejor banda tributo de Led Zeppelin, pasará el 3 de febrero por 16 Toneladas con motivo de su gira española, y El Último Tributo (homenaje a El Último de la Fila) hará lo propio el 19 de febrero en Matisse.
Enero completa el inicio de la temporada musical en Valencia con el otro lado del cristal en una atracción de La Casa de los Espejos. Infinitos extremos se contraponen sin apenas darse cuenta y ofrecen una perspectiva general de la amplitud del público valenciano. Así lo demuestran los conciertos de los norteamericanos Air Waves (19 de enero, Loco Club), los Vetusta Morla de barbecho, Izal (15 de enero en Repvblicca), los nunca suficientemente bien ponderados Hamlet (16 de enero, Sala Fussion) y los raperos Sho-Hai y Xhelazz con RdeRumba (29 enero, Jerusalem Club).