ALICANTE. La empresa alicantina Bolsalea está especializada en embalaje ético y sostenible desde el año 2009- Fuera de ser una "moda sostenible", la compañía ya empezó aquel año con un proyecto en el que poner en valor el medio ambiente dentro de su plan empresarial. En concreto, trabajan lo relacionado con bolsas, guardatrajes, cajas, sobres regalo y fundas para una amplia gama de productos. En su enfoque, la ética y la sostenibilidad son fundamentales. Ahora, después de un trabajo paso a paso en su crecimiento, recogen varios frutos en su negocio: son una de las primeras compañías de la provincia de Alicante en obtener la certificación B Corp y, además, ya han logrado facturar más de un millón de euros con sus productos y su plan empresarial. Alicante Plaza habla con su CEO, Marina Moya, para conocer más detalles y novedades del proyecto.
Las empresas B Corp representan el modelo de firma sostenible y regenerativa "más avanzado del mundo". Atestiguan que, a diferencia de negocios "que sólo persiguen fines económicos, las B Corp cumplen con "los altos estándares de desempeño social y ambiental, transparencia pública y responsabilidad legal". Así, se les exige que tengan en cuenta en la toma de decisiones a sus trabajadores, clientes, proveedores, comunidad y el medio ambiente.
"Conseguir esta certificación significa que la empresa va a generar un impacto positivo más allá del financiero", explica Moya. Hay alrededor de 200 empresas en España con el certificado. "Son pocas porque es muy riguroso y escomplicado conseguirlo", según exponen desde Bolsalea. La compañía ha conseguido, según las bases de B Corp, 106,9 puntos -son necesarios 80 para conseguirlo-, por lo que la firma lo cumple con creces el estándar. La puntuación media de empresas que tratan de llegar al compromiso de B Corp es de 50,9.
A partir de ahora, la compañía quiere "continuar con el propósito para mejorar la vida de personas generando empleo inclusivo", según la CEO de Bolsalea. Y es que algunos de sus productos lo confeccionan personas con dificultad de acceso al empleo. Por ejemplo, algunas de las telas las cosen mujeres en riesgo de exclusión o parte del papel lo fabrica artesanalmente personas con discapacidad intelectual. Además, Bolsalea fue la primera empresa en prestar atención al cliente adaptada a lengua de signos en 2021.
La empresa dispone de referencias en stock pero también fabrican a la carta y personalizan con tintas al agua. Trabajan exclusivamente con materiales responsables como el papel, el algodón orgánico, el cáñamo o fibras recicladas.
Otra parte del trabajo es aportar a la circularidad creando embalajes para compañías a partir de residuos de las propias compañías. "Son proyectos a medida, y dependiendo del residuo que generen, se crean diferentes materiales como estuches, pero sobre todo bolsas", asegura Moya.
La meta de Bolsalea es ir "poco a poco. Nacimos en 2009 y queremos crecer en impacto social y medioambiental. Nos mueve esa parte de generar e inspirar a otras compañías para ir más allá del beneficio. Queremos romper ese estigma de que los empresarios son avariciosos, queremos aportar otro modelo". Además, Bolsalea pertenece a la Asociación de Empresas con Triple balance (Sannas).
Sin prisa, pero sin pausa, desde Bolsalea han logrado facturar más de un millón de euros, según sus últimas cuentas disponibles, las de 2022. En ese ejercicio, han facturado 1,05 millones de euros, un 18,6% más que en 2021, cuando facturaban 885.000 euros.