CALLOSA D'EN SARRIÀ. Comienza la campaña de recogida del níspero en la comarca de la Marina Baixa. Un año en el que el clima seco que ha imperado en la zona ha dejado un calibre más pequeño en el fruto por falta de lluvias, aunque con dimensiones parecidas a las de 2022, según apunta el gerente de la cooperativa de Callosa d'en Sarrià (Ruchey), Andrés Llorca. Se trata de una campaña más temprana, y como consecuencia, menor tiempo de polinización. Pero que recogerá volúmenes parecidos al año anterior, en torno a los 12.000 o 13.000 toneladas. Y como todos los sectores, la agricultura también se ha visto afectada por la inflación.
Así, el empresario indicó que el coste de producción se ha incrementado un 28 o 29%. Entre otros asuntos, por la subida del precio de los fertilizantes, los envases y la mano de obra. Además de algunos materiales usados en los invernaderos. Todo ello se repercutirá inevitablemente en el precio de venta a los distribuidores para poder hacer frente a la subida.
Por lo que respecta al mercado, Llorca indica que es "muy estable". Como ha venido contando este diario con anterioridad, el 80% del níspero de Callosa se exporta a otros países, con Italia como el gran consumidor, pero también a Francia, Alemania o Reino Unido. Como apunte sobre los cambios en el consumo, señala que una de las novedades está en los envases, donde se procura que sea más sostenible por el cuidado del planeta.
Esta es la primera campaña que se realiza con la nueva variedad aprobada: el Xirlero. Según explica Llorca, es la más extendida en el campo. Llevan años estudiando el fruto y se ha llegado a la conclusión de las diferencias aportadas con respecto a la del Algar, como es la precocidad, se recoge antes, y es de mayor tamaño. Así, explica que es de mayor calidad para el usuario, ya que tiene mayor porcentaje de pulpa que de hueso, entre un 15 o un 20% más. Como consecuencia, esto hace que sea más rentable para el agricultor.
Según la resolución de la Conselleria de Agricultura, se trata de una variedad autóctona que permite adelantar la campaña y hacer frente a posibles fisiopatías y enfermedades. El Consejo Regulador dispone de un estudio de variedades realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias durante las campañas 2019 y 2020. En base a ello, saben que es una variedad muy productiva, en la que el 100% de los brotes centrales y el 95% de los laterales son fructíferos. Sus brotaciones se producen 20 días antes y la maduración del fruto entre 12 y 15 días antes, permitiendo así alargar el periodo de campaña.
Entre otras cuestiones, presenta poca incidencia de mancha purpura (alteración que afecta a la piel del fruto, con la consiguiente depreciación y pasando a una categoría inferior o incluso rechazo). Por otro lado, tiene una acidez normal, buen calibre y aspecto, además de cumplir con todos los requisitos del pliego de condiciones. Debido a su arraigo en la zona y las ventajas que supone su producción, se espera que su cultivo vaya en aumento.
