VALÈNCIA (EP). La economía eurozona sigue enfrentándose riesgos "a la baja" en el corto plazo, principalmente por las mutaciones del virus y las consecuencias de la pandemia sobre las condiciones económicas y financieras, según ha advertido este miércoles la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.
"Persisten los riesgos a la baja en el corto plazo, relacionados principalmente con la propagación de mutaciones del virus y las implicaciones de la actual pandemia en las condiciones económicas y financieras", ha afirmado este jueves ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
La francesa, no obstante, ha explicado que los riesgos sobre las perspectivas económicas de la zona euro en el medio plazo son ahora "más equilibrados" gracias a unas "mejor" comportamiento esperado de la economía mundial y a los "progresos" en las campañas de vacunación.
"Las campañas de vacunación y la relajación gradual de las medidas de contención apuntalan la expectativa de un firme repunte de la actividad económica en la segunda mitad de 2021. En el medio plazo, esperamos que recuperación de la demanda, a medida que se levantan las restricciones, sean apoyadas por unas condiciones financieras favorables y una posición fiscal expansiva", ha añadido a continuación.
La comparecencia de Lagarde en la Eurocámara ha tenido lugar una semana después de que el Consejo de Gobierno del BCE acordara aumentar el ritmo las compras bajo su programa de emergencia por la pandemia (PEPP), pero la presidenta del instituto emisor ha avanzado que los efectos de esta decisión tardarán en percibirse.
"Aunque nuestras compras semanales seguirán distorsionadas por factores de corto plazo, como reembolsos ocasionales abultados, el aumento de la tasa de ejecución de nuestro programa será visible cuando se perciba en intervalos de tiempo más largos", ha explicado.
Lagarde ha defendido que esta decisión del Consejo de Gobierno del BCE era "indispensable" para evitar que el incremento de los tipos de interés y los rendimientos de la deuda pública observados desde el comienzo del año "pudieran estimular un endurecimiento en el conjunto de condiciones financieras".
"Si no se respondiera a estos cuantiosos y persistentes aumentos en los tipos de interés de mercado, estos podrían convertirse en incoherentes con la lucha contra el impacto a la baja de la pandemia en la senda de inflación esperada".
En cualquier caso, Lagarde ha señalado que el BCE podría no utilizar todas el arsenal anunciado "si se mantienen las condiciones favorables de financiación". Por el contrario, el programa podría ser "recalibrado" si es necesario para mantener dichas condiciones.
La presidenta del BCE ha subrayado que la inflación de la zona euro ha "repuntado" durante los últimos meses, pero debido a factores "temporales" y "transitorios", así como que espera cierta "volatilidad" en el comportamiento de los precios a lo largo del año, que cerrará con una inflación del 1,5%, según las últimas previsiones del organismo
"Este no es claramente nuestro objetivo", ha zanjado Lagarde, para después garantizar que el BCE no actuará con "complacencia" y no se "precipitará" por "movimientos" de la inflación que se expliquen por factores "de naturaleza transitoria", como el alza de los precios de la energía.
"Tenemos que analizar las causas y la sostenibilidad de los factores que impactan en el nivel de precios para garantizar que no nos encontramos ante factores que sean temporales, transitorios o técnicos que no tiene un impacto real en la inflación", ha expresado.
"No podemos calibrar las decisiones monetarias por movimientos inflacionarios que se deben a factores técnicos y temporales. Tiene que observarse una inflación robusta y sólida", ha insistido la francesa ante la insistencia de las preguntas de los eurodiputados por un aumento persistente de los precios.