Cuántas veces dejamos de ver lo que siempre estuvo ahí
VALÈNCIA. No hay derecho, que no. No tiene sentido alguno, por más que reflexionemos, cabilemos, nos fustiguemos o rectifiquemos, que la Lambrusquería no haya sido restorán de la semana. Siempre ha estado ahí, y siempre lo ha hecho bien. Cuántas veces nos olvidamos de quienes cumplen con su labor silenciosa, pero imprescindible, dentro de una ciudad.
Es uno de esos lugares sencillos en los que todos hemos buscado consuelo cuando nos ha apetecido un buen plato de pasta. Pane, Vino e Fantasia; como ellos mismos lo definen. Sin estridencias, con sencillez y precio muy ajustado (7 euros el menú del día, quién da más). El restaurante perfecto para las comidas rápidas de entre semana. "Nos vemos allí a las 14, porque a las 15 vuelvo a la oficina". Un clásico de los domingos ociosos en los que paseábamos para hacer hambre. "¿Te apetecen unos gnocchi, amor?". También un escondite de luz tenue donde peregrinar, con total discreción, si es que toca noche solitaria. Teníamos tanto...
Y podemos empezar a recuperarlo. Hay buenas noticias: la Lambrusquería está de vuelta. Toda una vida en la ciudad te curte en resiliencia. Así que el establecimiento del Ensanche, que dispone de tres locales en la manzana de Conde Altea y Císcar, ha puesto en marcha el servicio de delivery con comida a domicilio. Distribuye a través de Just Eat, Uber Eats y a título particular, en su teléfono directo (mira la ficha de arriba, a la derecha).
La carta, la de siempre. La de una pequeña trattoria, como las que son típicas en Italia. No hay pizza: ensaladas y veduras, quesos y fiambres, pastas y carnes, además de un tiramisú para pasar confinado lo que resta de año. ¿Que no sabes que pedir? Pues cuando George Clooney estuvo allí, optó por un vino de la tierra, unos espagueti al pomodoro y un pescado ligero a la plancha, “aunque luego probó todo”, cuenta el dueño, Toni Campagnuolo.