Las imágenes de la I Cumbre Hispano-Rumana en Castelló (Fotos: Antonio Pradas)
CASTELLÓ. La presencia de hasta seis miembros del Gobierno de España en un mismo acto se da muy pocas veces. Solo en los debates importantes en el Congreso de los Diputados o durante la celebración de un Consejo de Ministros, hay tanta concurrencia como la que se vivió este miércoles en Castelló con motivo de la I Cumbre Hispano-Rumana.
Por un día, la Moncloa se trasladó hasta la capital de la Plana. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, encabezó una delegación integrada por Yolanda Díaz (cartera de Trabajo), José Manuel Albares (Asuntos Exteriores), Margarita Robles (Defensa), Luis Planas (Agricultura), Isabel Rodríguez (Política Territorial) y Carolina Darias (Sanidad). Todos viajaron en avión desde Madrid al aeropuerto de Benlloc, completando el recorrido en autobús hasta el Auditori i Palau de Congressos.
El desfile de siete componentes del Gobierno español supone un hito histórico para la ciudad, más allá de la repercusión mediática del acto en las principales cadenas de televisión. Hasta ahora, los eventos oficiales de relevancia se habían limitado a un único protagonista. Dos a lo sumo. Hace unas semanas el ministro de Cultura, Miquel Iceta, se desplazó en solitario para conocer el estado de ejecución del Archivo Histórico Provincial.
En agosto, y aprovechando sus vacaciones en Benicàssim, la titular de Educación, Pilar Alegría, se dejó ver por Castelló. Lo hizo para avalar la gestión de la alcaldesa, Amparo Marco, a propósito de la ejecución de proyectos con fondos europeos. En este sentido, se interesó por la polémica reforma de la avenida del Mar, que la ministra visitó acompañada, entre otros, por la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé.
Los viajes relámpagos de miembros del Gobierno se han ido sucediendo en los últimos meses, casi siempre bajo el mismo pretexto: inspeccionar obras millonarias impelidas desde sus departamentos. Sánchez llevaba tres años sin viajar hasta la capital de la Plana. En concreto, desde noviembre de 2019, cuando protagonizó un mitin en La Pérgola para arrancar la campaña de las generales.
Bien es cierto que el presidente del Ejecutivo se ha desplazado este verano hasta en dos ocasiones a la provincia. La primera, en julio, para inaugurar en Morella el nuevo trazado de la Nacional 232 entre el Barranco de la Bota y la Masía de la Torreta. Una reivindicación de casi un siglo y que, con la culminación de las obras, puso fin a la pesadilla de superar hasta 68 curvas para coronar el puerto de Querol. La segunda, varias semanas más tarde, en agosto, con el propósito de visitar lla extensa zona devastada por el incendio de Bejís, que calcinó más de 20.000 hectáreas.
