de los 1.631 hasta los 1.348 millones

Las exportaciones valencianas a Reino Unido caen en casi 300 millones desde el Brexit

4/09/2019 - 

VALÈNCIA. "Es necesario prepararse para lo peor". Así se pronunciaba este pasado lunes, Nadia Calviño, ministra de Economía y Empresas en funciones, preguntada sobre el Brexit. "El presidente del Gobierno ha convocado una reunión extraordinaria para que los ministros que estamos más directamente relacionados con el tema pongamos al día la información, nuestro análisis de cómo esta evolucionando la situación y si es necesario prever mecanismos adicionales a los que ya habíamos previsto", añadía remarcando que el Gobierno ya tenía "todos los deberes hechos" y había preparado "toda la legislación necesaria para poder responder en una situación de necesidad o de emergencia", pero va a volver a revisarlos esta semana a la luz de los recientes acontecimientos.

Pero lo cierto es que el Brexit ya se ha 'comido' casi 300 millones de euros en las exportaciones de la Comunitat Valenciana hacia Reino Unido, según lo ha constatado este diario de la base de datos pública del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX). Una peccata minuta comparado con los 14.597 millones de euros que calcula la ONU que se reducirán las exportaciones británicas en caso de que finalmente se produzca un Brexit sin acuerdo el próximo 31 de octubre.

A lo largo de los seis primeros meses de 2016 -conviene recordar que los británicos dieron el 'sí quiero' el 24 de junio de aquel año- las ventas de productos valencianos alcanzó los 1.631,5 millones de euros frente a los 1.348,2 millones del mismo periodo del presente ejercicio, según el último informe del ICEX. O lo que es lo mismo un recorte del 17,4% si bien es cierto que el desplome llegó a alcanzar el 24%. De este modo se han esfumado 283,3 millones de euros, pese a que en los seis primeros meses de este año las exportaciones del Reino Unido repuntaron un 5,6% en comparación al primer semestre de 2018 gracias al tirón del sector del automóvil. Un crecimiento prácticamente idéntico (5,5%) ha sido el que han presentado las importaciones que desde el Brexit han aumentado un 9,4% al pasar de los 824,7 millones de euros de la primera parte de 2016 a los 902,2 millones alcanzados entre enero y junio del presente ejercicio.

Según ha constatado también Valencia Plaza de la base de datos de la Cámara de Comercio de Valencia, el buen tono de las ventas al Reino Unido ha venido de la mano de los productos que más sufrieron tras el Brexit como productos cerámicos, vidrio y sus manufacturas, abonos, manufacturas de hierro, acero y plástico, cereales y conservas, textiles y productos farmacéuticos. Además, y como dato a tener en cuenta, los datos de la institución presidida por José Vicente Morata recogen que la industria agroalimentaria valenciana ha mantenido al alza sus ventas al Reino Unido en los últimos años incluyendo el presente en lo que a hortalizas, salsas, helados, vino y café se refiere; mientras que por el contrario en el caso de los cítricos se ha registrado por primera vez un retroceso (-4,8%).

Todo ello mientras la posibilidad de un 'Brexit duro' aumenta por momentos a la vista del histórico cierre durante cinco semanas del Parlamento británico por obra y gracia de su histriónico primer ministro Boris Johnson. Conviene recordar que la política comercial británica, tal y como aprobó el Ministerio de Economía del Reino Unido en marzo pasado, contempla que en el primer año tras una salida sin acuerdo de la Unión Europea (UE) el 87% de los productos importados estén libres de aranceles para minimizar el coste para empresas y consumidores. Así, el 13% restante pasaría por caja y afectaría a los sectores industriales más vulnerables para las islas -por aquello de la competencia exterior- como alimentación, productos energéticos, químicos, textil y confección, semimanufacturas y vehículos.


Según un informe de la Cámara de Comercio de Valencia, los aranceles afectarían al 57% de las exportaciones valencianas al Reino Unido tomando los datos del cierre de 2018. "Teniendo en cuenta que la mitad de las exportaciones al Reino Unido corresponden a vehículos automóviles, con un arancel del 10%, si descontáramos este capítulo del total, el 22% de las exportaciones valencianas se verían afectadas por los nuevos aranceles británicos. Los aranceles se sitúan entre el 2,5% en pieles/cueros y el 12% en textil y confección. Sin embargo, a los productos alimentarios (carne, pescado, cereales, molinería,…) se les aplicaría una tasa arancelaria y/o una cuantía económica en función del peso", según se recoge en dicho informe.

Asimismo se advierte que el coste arancelario para los productos no alimentarios que la Comunitat Valenciana exporta al Reino Unido asciende, con datos de ventas de 2018, a casi 127 millones de euros, de los cuales 114 corresponden al sector automovilístico. Mientras se recuerda que "al coste arancelario habría que añadirle el coste de los retrasos en frontera, inspecciones aduaneras, servicios financieros asociados... Ello supone no sólo un precio mayor para el consumidor británico (que pierde poder adquisitivo), sino también un mayor coste para la empresa exportadora y menores márgenes de beneficios".

Una relación "particularmente estrecha"

Es indudable que España tiene una relación "particularmente estrecha" con el Reino Unido y hay cientos de miles de ciudadanos españoles que viven y trabajan allí y viceversa recordaba la ministra Calviño. Lo hacía destacando las relaciones entre ambos países en materia de turismo y comercio y las inversiones de las empresas españolas allí. "Por lo tanto, somos los primeros interesados en que se produzca una salida ordenada del Reino Unido y en eso seguiremos trabajando hasta el último momento".

Desde Scope Ratings, su analista soberano para el Reino Unido, Dennis Shen, tiene claro que "un Brexit con acuerdo sigue siendo el resultado más probable a largo plazo. A corto plazo, incluso aunque la UE conceda cambios modestos al acuerdo antes del 31 de octubre y el acuerdo se apruebe, con optimismo, en el Parlamento británico a finales de octubre, puede ser necesaria otra prórroga del artículo 50 para finalizar los procesos legislativos obligatorios antes de que el Reino Unido complete una salida ordenada de la UE".


La ausencia total de Brexit, es decir, la interrupción del proceso a medio plazo sigue siendo el segundo escenario final más probable según Scope. Unas elecciones anticipadas -convocadas por el Gobierno o forzadas por una moción de censura del Parlamento- podrían acelerar el calendario hacia una salida ordenada si aportan una mayoría más significativa a favor de un 'desenchufe' de la UE con acuerdo, o hacia la ausencia de Brexit si resultan en una coalición a favor de un referéndum.

Todo ello mientras ayer martes el Gobierno Gobierno de Boris Johnson perdía la mayoría en la Cámara de los Comunes tras la deserción de un diputado que se ha pasado a las filas del Partido Liberal Demócrata en pleno debate parlamentario, un cambio simbólico que amenaza la estabilidad del Ejecutivo a horas de una votación clave para el futuro inmediato de Reino Unido. El gesto que ha terminado de inclinar la balanza lo ha protagonizado Philip Lee, un antiguo secretario de Justicia 'tory' que votó a favor de la permanencia de Reino Unido en la UE en el referéndum de 2016. En pleno discurso de Johnson, y ante el estupor de los diputados, ha cruzado la sala para sentarse junto a los liberaldemócratas.

Votación clave este miércoles

Con esta deserción, el Gobierno se ha quedado con solo 319 diputados -309 del Partido Conservador y diez del Partido Unionista Democrático (DUP)-, uno por debajo de los 320 que sumarían las formaciones de la oposición. El Ejecutivo de Johnson vería por tanto reducido su margen de maniobra si se constituye un bloque opositor claro frente a sus planes sobre el Brexit. El Gobierno ya estaba 'de facto' sin mayoría, puesto que Lee ya se había salido de la línea oficial en varias ocasiones -según la cadena BBC-, aunque el líder opositor, Jeremy Corbyn, ha utilizado la deserción como argumento político contra Johnson, a quien ha advertido de que su Ejecutivo "no tiene mandato, no tiene moral y, desde hoy, no tiene mayoría".

Pasadas las once de la noche de ayer -hora española- una mayoría de los diputados británicos votaba a favor de una moción que deja al Gobierno sin el control de la agenda parlamentaria. O lo que es lo mismo: el primer paso para aprobar el miércoles una ley con la que evitar que el primer ministro, Boris Johnson, pueda llevar al país a un Brexit sin acuerdo. En caso de perder la votación de este miércoles, algo que parece probable en vista de los resultados del debate de urgencia celebrado ayer, el premier británico prevé presentar una iniciativa para que se convoquen elecciones anticipadas a mediados de octubre.

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