MADRID (EP). El porcentaje de la renta que destinan los hogares al servicio de la deuda (pago anual de los intereses y amortización del principal) se sitúa en el 11,6%, el valor mínimo desde 1999 y 7,3 puntos porcentuales inferior al máximo que se alcanzó en 2008. Así se desprende de la publicación 'Esenciales' de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), que señala que a deuda total de los hogares españoles supone el 99,4% de su renta bruta disponible, lo que representa un recorte de más de 30 puntos sobre la brecha que existía con la eurozona hace diez años.
La publicación destaca que el ajuste que han realizado las familias españolas en los últimos años reduciendo su deuda las hace menos vulnerables ante una hipotética subida de tipos de interés y un cambio de ciclo. No obstante, dado que en relación a la renta disponible las familias españolas están más endeudadas que la media europea (sobre todo respecto a la eurozona), la Fundación BBVA ve conveniente que continúe el proceso de desendeudamiento. A su juicio, al proceso ayudaría un aumento de la renta disponible, cuya magnitud depende del ritmo de crecimiento del empleo y de la evolución de la productividad, en la medida en la que esta última condiciona la subida de los salarios.
Desde que el peso de la deuda de las familias alcanzó un porcentaje máximo del producto interior bruto (PIB) del 85% en junio de 2010, ha reducido su peso en casi 24 puntos porcentuales, hasta situarse a finales de 2017 en el 61,3%, lo que supone un desapalancamiento de 203.000 millones de euros. El intenso desendeudamiento ha recortado la brecha que existía tanto con la UE-28 como con la eurozona, que llegó a alcanzar 20,4 y 22,4 puntos porcentuales en 2008, respectivamente, y que en 2016 se ha reducido a 2,5 y 6,8 puntos porcentuales.
En el ranking de la UE-28, la ratio deuda de los hogares/PIB de España se sitúa en la posición novena. De las grandes economías europeas, Italia (41,5%), Alemania (53,1%) y Francia (57,2%) presentan menores niveles de endeudamiento, situándose en cambio el Reino Unido (82,6%) por encima de España. El nivel de endeudamiento de los hogares españoles alcanzó en 2007, coincidiendo con el estallido de la crisis, un máximo del 134,7% de su renta bruta disponible, 40,8 puntos porcentuales por encima del promedio de la eurozona. Desde ese valor máximo ha caído 35,3 puntos porcentuales, hasta el 99,4% a finales de 2017, recortando la brecha con la deuda en un reducido número de años. Por este motivo, se utiliza la ratio del servicio de la deuda (porcentaje de la renta bruta disponible que debe destinarse anualmente tanto al pago de los intereses como a la amortización del principal) como indicador de vulnerabilidad financiera o de carga de la deuda.
Esta ratio del servicio de la deuda llegó a suponer el 18,9% de la renta bruta disponible de los hogares españoles en 2008, situación que se alcanzó tras un crecimiento acelerado desde 2003. Solo en los cinco años siguientes, el crédito a los hogares se multiplicó por 2,2, llegando a aumentar en un solo año (2005) un 31%. Asimismo, el análisis destaca que con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y crediticia, el stock de crédito comenzó a caer, siendo el saldo vivo actual un 21% inferior al máximo que se alcanzó en 2009.
Igualmente, señala que el esfuerzo de desendeudamiento que han realizado las familias españolas, junto con la caída de los tipos de interés desde 2012 y la salida de la recesión en la segunda mitad de 2013, explica que la ratio del servicio de la deuda haya caído 7,3 pp, hasta situarse en 2017 en el 11,6%, incluso por debajo del valor que tenía en 1999, último año del que se dispone de información.