CCOO PV y UGT PV llaman a regular el 'teletrabajo' para que no genere "riesgo de exclusión de las mujeres en el marcado laboral"
VALÈNCIA. (EP) Las mujeres de la Comunitat Valenciana cobran de media 5.301 euros menos al año que los hombres, lo que sería como trabajar sin cobrar desde el 12 de octubre hasta final de año, más de dos meses y medio. O dicho de otro modo, en una jornada de 8 horas las mujeres trabajan 1 hora y 43 minutos 'gratis'.
Así se refleja en los estudios elaborados por CCOO PV y UGT PV con motivo del 22 de febrero, Día Europeo por la Igualdad Salarial, que sitúan la brecha salarial valenciana en un 21,6% en 2018, último año del que se disponen cifras. Este porcentaje se encuentra ligeramente por encima de la media nacional (21,4%), si bien la diferencia se ha reducido en los últimos años hasta alcanzar cifras similares.
En todo caso, al ritmo que desciende la brecha de género, "a nivel estatal se necesitarían más de 40 años para eliminarla y a nivel europeo haría falta llegar a final de siglo", aseguran la secretaria de la Mujer, Políticas LGTBI y Institucional de CCOO PV, Cloti Iborra, y la secretaria de Formación, Empleo e Igualdad de Género de UGT PV, Pilar Mora. Ambas han presentado este lunes los estudios que sus sindicatos han realizado sobre la situación en la Comunitat Valenciana.
Desde UGT PV, Pilar Mora ha señalado que aunque la brecha en cuanto a la tasa actividad de las mujeres está 12 puntos por debajo de la de los hombres y ha bajado desde la crisis de 2008, cuando era 19 puntos mayor, "esto no es por una mejoría de la situación de las muejres sino por destrucción de empleo masculino, cuya situación ha empeorado".
Mora ha hecho hincapié en problemas con "rostro de mujer" como el paro de larga duración (el 55% son mujeres) o la parcialidad, ya que el 75% contratos parciales que se firman son de mujeres, que representan tres de cada cuatro contratos de este tipo, y en la gran mayoría de los casos de forma involuntaria.
En este sentido, desde CCOO PV, Cloti Iborra ha incidido en que la jornada laboral es un factor determinante en la brecha: "Si hombres y mujeres tuvieran la misma distribución entre trabajo a tiempo completo y parcial, ésta se reduciría a la mitad, pero el 74,4% de los contratos a tiempo parcial son ocupados por mujeres".
Esta gran parcialidad es una mezcla entre los trabajos a los cuales pueden optar (están a tiempo parcial desde el inicio, sin posibilidad de acceder a un trabajo a tiempo completo) y la necesidad en muchos casos de reducir sus jornadas para hacerse cargo de criaturas y personas dependientes.
Además, ha apuntado a la segregación ocupacional del mercado de trabajo, tanto horizontal como vertical como otro de los factores que influyen en la brecha. "Las mujeres ocupan mayoritariamente determinados sectores 'feminizados' (hostelería, cuidados, servicios sociosanitarios, limpieza,...) que tienen salarios menores que otros 'masculinizados' como podría ser el industrial", ha explicado.
Además, "en un sector concreto, al analizar las diferentes ocupaciones, las mujeres ocupan los puestos de trabajo con menor remuneración", ha añadido.
Otro elemento relevante en la conformación de esta brecha son los complementos salariales, que tradicionalmente retribuyen aspectos como el esfuerzo físico o la disponibilidad horaria, penalizando la a las trabajadoras que, al asumir en solitario tareas de cuidado, compiten en desigualdad de condiciones, ha lamentado la dirigente sindical.
Según Iborra, "la brecha salarial es la consecuencia económica de la desigual inserción y participación laboral de las mujeres al mercado de trabajo, resultante de una división sexual del trabajo todavía vigente y de una cultura patriarcal arraigada. Además, esta desigualdad determina también las brechas tanto en las prestaciones como en las pensiones", ha advertido.
En concreto, la brecha de las pensiones en la Comunitat Valenciana se sitúa en un 34% en 2020, la pensión media mensual de los hombres está en 1.133 euros y la de las mujeres en 747 (-385 euros). La pensión media mensual de las mujeres valencianas está por debajo del SMI de 2020 (950 euros al mes).
Todos estos datos aún no reflejan la repercusión de la crisis derivada de la pandemia, especialmente en sectores feminizados como el comercio y la hostelería, pero "la ONU ya advirtió de que la covid-19 podría revertir los limitados avances en materia de género y derechos de las mujeres, cuya vulnerabilidad económica y social se vería agravada", ha alertado la dirigente sindical.
En este punto, preguntadas por la extensión del 'teletrabajo' con la pandemia, ambas han querido advertir que cabe estar "alerta" y regularizarlo. Desde UGT PV, Pilar Mora ha señalado que es un "arma de doble filo" que ha venido para quedarse pero que no se puede pensar en esta modalidad como herramienta de conciliación.
A su juicio es necesario abordar su negociación colectiva para que "no empuje más a las mujeres a roles estereotipados de género". En la misma línea, desde CCOO PV, Cloti Iborra ha instado también a regular esta modalidad de trabajo para que lo que puede ser una "oportunidad" no sea un nuevo "riesgo de exclusión de las mujeres del mercado laboral" que las haga "desaparecer del espacio público" y con ello mermar sus posibilidades de promoción.
Tanto desde CCOO PV como desde UGT PV han han puesto en valor las últimas normas aprobadas, el RD 901/2020 por el cual se regulan los planes de igualdad y su registro y el RD 902/2020 de igualdad retributiva entre mujeres y hombres, que han supuesto un impulso decisivo para la implementación de los planes de igualdad en los centros de trabajo.
Según datos del DIRCE (Directorio Estadístico de Empresas) en la Comunitat Valenciana, para marzo de 2021, unas 1.243 empresas de más de 100 personas trabajadoras están obligadas a haber negociado un plan de igualdad (323 de Alicante, 199 de Castelló y 721 de Valencia).
Y para marzo de 2022, unas 1.446 empresas de entre 50 y 99 personas trabajadoras también (480 de Alicante, 157 de Castellón y 809 de Valencia). Esto supondrá que dentro de un año cerca de unas 2.689 empresas deberían tener un plan de igualdad.
Junto a la extensión de los planes de igualdad, desde CCOO PV y UGT PV urgen a combatir las discriminaciones culturales, sociales y laborales que impiden la participación plena de las mujeres y a establecer políticas de corresponsabilidad familiar y políticas de ocupación que garanticen trabajo de calidad y salarios dignos.
Asimismo piden dotar de "medios económicos y humanos necesarios" para poner en marcha los Reales Decretos para planes de igualdad, medidas de promoción para las mujeres, avanzar en la aplicación del plan valenciano de FP desde una perspectiva de género, que las políticas de reconstrucción tengan perspectiva de género y que la Secretaria Autonómica convoque "de una vez por todas" la Mesa de Igualdad fruto del diálogo social y una Ley de Igualdad Valenciana que se adapte a las realidades presentes.
Intersindical Valenciana ha lanzado una batería de propuestas para avanzar en la igualdad salarial y que la conmemoración del Día Europeo contra la Discriminación Salarial entre hombres y mujeres, este lunes 22 de febrero no quede en "papel mojado". Según el sindicato estas medidas han "demostrado ser efectivas en los países con menor brecha".
En primer lugar, Intersindical Mujeres insta a "reconocer que la brecha existe, que es estructural y que constituye una injusticia hacia las mujeres" como primer paso para identificar lo que la provoca. Asimismo, el sindicato solicita que se revisen los convenios de los trabajos 'feminizados' para adecuarlos al auténtico valor que representan por la sociedad en cuanto que están centrados en el sostenimiento de la vida.
También reclama auditorías salariales en las empresas y administraciones, con datos tanto por escaleras y categorías, como por sexo, computando todos los complementos salariales, y estableciendo las diferencias por sexos del conjunto de la demasiada salarial.
A su vez, pide promover la creación de puestos de trabajo de calidad, con incentivos a las empresas socialmente responsables, haciendo que el sector público sea el espejo donde el mundo privado se pueda mirar.
Intersindical demanda normativas garantistas y efectivas de conciliación de la vida laboral y familiar: con excedencias por cuidado de familiares remuneradas al 100% y con permisos por nacimiento iguales, obligatorios e intransferibles. También insta a garantizar la coeducación que fomente la igualdad de oportunidades real y luche para romper los estereotipos de género que todavía nos pesan a la hora de escoger estudios u oficio.
Ya hace 10 años que la Unión Europea estableció el 22 de febrero como Día Europeo Contra la Discriminación Salarial entre Mujeres y Hombres, "el camino desde entonces no ha sido fácil", apuntan desde el sindicato.
La ONU calcula que, a nivel mundial, la diferencia de salario entre hombres y mujeres es del 23%. En la Comunitat Valenciana los datos oficiales indican una brecha del 22,4%, el que quiere decir que las mujeres valencianas pasan 82 días trabajando sin cobrar. Es decir, que a partir del 12 de octubre, trabajan "gratis".
La causa de esta diferencia retributiva entre hombres y mujeres es indirecta, apuntan desde Intersindical, dado que la discriminación salarial está prohibida por ley en la mayoría de países: todas las personas que trabajan haciendo el mismo trabajo tienen que cobrar el mismo sueldo base.
Entonces, ¿como es que, cobrando el mismo en teoría, resulta que las mujeres tienen salarios menores? Según Intersindical, la explicación se encuentra en la división sexual del trabajo.
Las mujeres asumen mayoritariamente los cuidados no remunerados (a menores, a dependientes, al hogar), y cuando pasan al ámbito público tienen tradicionalmente unos trabajos peor reconocidos (y por tanto, peor remunerados) que las de los hombres. "Curiosamente, muchos de estos trabajos están relacionadas también con cuidar, trabajos por sueldos que no se corresponden con su nivel de responsabilidad social", aseguran desde el sindicato.
Como ejemplos claros, apuntan, la baja remuneración que reciben trabajadoras que la pandemia ha decretado como esenciales: las trabajadoras de la limpieza, de centros de atención a la dependencia, escuelas infantiles o supermercados.
Además, se da la circunstancia que la mayoría de personas que piden una excedencia o una reducción de jornada para atender a familiares son mujeres. Esto implica renunciar a una parte del trabajo ocuparse de lo de "siempre": cuidar sin cobrar, algo que "agrava todavía más la situación laboral y retributiva" de las mujeres y como tienen "cargas" familiares, es más difícil que puedan acceder a lugares de responsabilidad, cosa que también aumenta la brecha.
Esta brecha salarial tiene una consecuencia presente y futura de cara a la cotización a la Seguridad Social: se cotiza menos y, por lo tanto, se tienen menos derechos y menos prestaciones, tanto en edad de trabajar (paro, incapacidad temporal), como en la jubilación, donde la brecha de género de las pensiones la Comunitat Valenciana roza el 37%. "Nuestras jubiladas son la cara más amarga de la precariedad", lamenta Intersindical.
En cuanto al RD 902/2020, de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, publicado el pasado mes de octubre, Intersindical lamenta que no entra en vigor en abril: "un ejemplo más de como los derechos de las mujeres se van postergando, como si no fuera urgente acabar con la discriminación laboral que sufrimos las mujeres en todos los países, empresas y administraciones".