Cada vez más empresas usan la tecnología blockchain para hacer un seguimiento de sus productos, manteniendo a los zombis fuera del mercado como advierte el gestor del BNY Mellon
MADRID. En el sector de consumo básico, las grandes cadenas de supermercados está adoptando la tecnología blockchain, principalmente, para hacer un seguimiento de sus cadenas de suministros de productos perecederos. Hay dos factores clave que respaldan el uso de esta tecnología en esta área: por una parte, minimizar los casos de enfermedad por consumo de alimentos contaminados y, por otra, la demanda de una mayor transparencia sobre el origen de los alimentos que consumimos. Teniendo en cuenta la capacidad de la tecnología blockchain para proporcionar información fiable y en tiempo real a medida que las mercancías pasan de la granja al camión, del camión a la aduana y el puerto, del barco al distribuidor y, por último, al comercio minorista, creemos que se convertirá en la solución estándar para supervisar digitalmente complejas cadenas de suministro.
Tras varios casos de lechuga contaminada, una de las multinacionales de supermercados más grandes del mundo requiere que sus proveedores de verduras de hoja verde cuenten con sistemas de trazabilidad integral (end-to-end) desde finales del tercer trimestre de 2019, con el objetivo de reducir de días o semanas a segundos la trazabilidad de alimentos desde la tienda hasta el origen.
Los casos de contaminación de alimentos pueden minar la confianza del consumidor, provocar la retirada de productos de competidores no afectados -lo que perjudica a los agricultores de esos otros productos- y desembocar en hospitalizaciones e, incluso, muerte en casos extremos. Dados los claros beneficios que aporta a las cadenas de suministro de alimentos perecederos, prevemos que la tecnología de registro distribuido pasará a usarse de forma generalizada para mejorar el acceso a proveedores internacionales más pequeños, minimizar los casos de enfermedad por consumo de alimentos contaminados, reforzar la confianza del consumidor y reducir el desperdicio de alimentos.
En Europa, una gran cadena de supermercados ha logrado reforzar la confianza del consumidor en sus líneas de productos al aprovechar los datos generados por una iniciativa de trazabilidad de la granja a la tienda para proporcionar información sobre la procedencia de los alimentos que comercializa. La compañía ha registrado un aumento de las ventas en su línea de pollo como resultado directo de la mayor transparencia relativa a la cadena de suministro que brinda la tecnología blockchain. En nuestra opinión, los comportamientos de consumo agregado de las generaciones más jóvenes y digitalizadas fomentarán una mayor demanda de información relacionada con las cadenas de suministro, desde la procedencia de los alimentos y los datos telemáticos de tránsito hasta el impacto medioambiental y social de los alimentos que consumen.
Los productos de lujo y, más específicamente, de moda, sufren habitualmente el problema de las falsificaciones, que pueden dañar la reputación de la marca y que además suponen una competencia desleal. Ante esta situación, una de las marcas de moda más grandes y populares del mundo ha empezado a usar una solución de tecnología de registro distribuido para verificar la autenticidad de sus productos en todo el mundo. La posibilidad de verificar la autenticidad de un diseño o de un producto incrementa el valor para el consumidor final cuando el producto pasa del punto de venta al mercado secundario.
Al conectar la capacidad de la tecnología blockchain para crear un registro inmutable y no replicable de un producto en el mundo digital con un chip RFID integrado en el producto físico, los diseñadores preocupados por las falsificaciones ahora cuentan con una solución que les permite reforzar la confianza en sus productos y ayudar a los consumidores que deseen vender bienes valiosos en mercados no regulados. Creemos que los diseñadores recurrirán cada vez más a esta solución digital para proteger su marca y a los consumidores frente a falsificaciones y réplicas fraudulentas.
Erik Swords es gestor del fondo de inversión BNY Mellon Digital Assets