VALÈNCIA. La peatonalización de la Plaza de la Reina y los problemas con la puesta en marcha del parking de Brujas se han convertido en un atolladero para el Ayuntamiento de València cuya salida se empieza a vislumbrar ahora, a siete meses del final de la legislatura. Sin embargo, el empuje que se le está dando a ambas obras, especialmente a la peatonalización de la Plaza de la Reina que se ha incluido en los presupuestos del consistorio para 2019 con 7,7 millones de euros, no supone que se hayan resuelto los problemas de Movilidad sino que provocará, durante bastante tiempo, otros problemas mayores; especialmente en la calle Colón que quedará colapsada.
Ése es el vaticinio que lanza el concejal de Ciudadanos Narciso Estellés, mano derecha del portavoz Fernando Giner y encargado, entre otras tareas, de la Movilidad y el Urbanismo. El regidor señala que según las propias previsiones que ha realizado la EMT de València, la calle Colón tendrá que absorber durante las obras 10 millones de pasajeros de los 15 que hasta ahora circulaban por la calle la Paz. Al quedar cortado el enganche de esta calle con San Vicente y de ahí a la Plaza del Ayuntamiento, más de la mitad del tráfico habitual de pasajeros tendrá que reubicarse. “Y eso en una calle de por sí atascada”, apunta.
Para Estellés la concepción misma de ambos proyectos entra en contradicción con el concepto de Movilidad Sostenible que se está lanzando desde el consistorio. “Se peatonaliza un entorno y sin embargo se ubica un parking para vehículos en medio de ese espacio. Como admitió el propio [Vicent] Sarrià [concejal de Desarrollo Urbano] en la presentación del proyecto: ahí tenían un forat y tenían que hacer algo. En ese modelo tener ese parking en el corazón de la ciudad es incoherente”, comenta en referencia al aparcamiento de Brujas.
Asimismo Estellés recuerda que estos proyectos deberían formar parte de un plan más integral que afecta a otras dos plazas del centro de la ciudad: la del Ayuntamiento y la de San Agustín. Más allá del planteamiento inicial de la Valencia de plazas, Estellés se pregunta como estas cuatro plazas interactuarán teniendo en cuenta que tres de ellas tienen parking (Brujas, Reina y San Agustín). “La transformación de la Reina se ha visto salpicada de la metodología Grezzi”, ironiza en alusión al concejal de Movilidad Sostenible. “Ha arrastrado a todo el Ayuntamiento. El proyecto está parado y pendiente de pasar unos trámites legales, según nos dijo. Y el Ayuntamiento habla de que hay un proceso participativo pendiente, con lo que seguro que no se acaba hasta que se inicie la próxima legislatura”, añade.
Con todo para Estellés lo más preocupante es la conexión del tráfico. “Tienen prevista una transformación de la Movilidad al respecto del enganche que había hasta ahora desde la Reina al Ayuntamiento, pero todavía está en papeles”. En ese contexto la única certeza con la que se encuentran es que en diciembre estarán terminadas las obras, “solo las obras” recalca, del parking de Brujas. Así, enumera que hay previstas contrataciones de personal para el aparcamiento, pero no hay datos fiables sobre posibles ingresos. Como quiera que las obras de la Reina no se iniciarán hasta que se acaben las de Brujas, el regidor da por seguro que no será hasta enero de 2019 que se inicien los trabajos en la plaza de la Reina; “como pronto”.
Para el regidor de la oposición el principal problema es que se ha iniciado el proceso de modificación de las plazas sin haber diseñado adecuadamente un plan para todas ellas. A esto hay que unir que se hayan abierto debates sin recorrido, como el que se creó a cuenta de la peatonalización de la Plaza del Ayuntamiento, cuando a día de hoy “no se sabe si acabarán las plazas de Brujas y Reina”, comenta. “¿Queremos la Plaza del Ayuntamiento como la deja Grezzi los domingos? ¿Qué hacemos con San Vicente? ¿Desviamos el tráfico a Poeta Querol y Pascual y Genís?”, se pregunta.
Y como culminación de todo ello la transformación de la calle de la Paz, que dejará de ser la vía de enganche con el centro en el momento en el que se inicien las obras de la Plaza de la Reina. Un cambio que obligará a quitar 15 millones de plazas de autobús al año, de las cuales dos tercios se desplazarán a la calle Colón. “No me preocuparía si Colón fuese una vía como antes, pero ahora está densificada y transformada a peor. La idea de partida, que se deje espacio para más plazas de autobús, es la coherente; pero se hace sin tener en cuenta que la calle tiene ahora una ordenación extraña tras los cambios que introdujo Grezzi cuando puso en marcha el anillo ciclista”, advierte.
Los cálculos que ha realizado Estellés a partir de la información que le ha proporcionado el Ayuntamiento, además del incremento de más de 10 millones de plazas al año en Colón, apuntan a que habrá otro incremento de 8,5 millones de plazas en San Pablo y un aumento de 2,5 millones en Guillem de Castro. En el lado contrario se encontraría Pintor Sorolla, que perdería 8,5 millones de pasajeros al año y la avenida del Oeste, que perdería seis. Toda una revolución en el recorrido de líneas que supondrá un cambio de dinámica en el transporte público en la ciudad.