La Universitat Politécnica acaba con 9 millones de euros de remanente, mientras la Universitat de València registra 12,8
VALENCIA. Las dos principales universidades públicas de la ciudad, la Universitat de València (UV) y la Universitat Politécnica (UPV), cerraron el ejercicio de 2015 con las cuentas saneadas, que fueron presentadas durante esta semana.
Mientras la UPV presentaba 9 millones de superávit, la UV llega hasta los 12’8. Todo ello gracias a las inyecciones presupuestarias procedentes de la Administración, pero también a la puesta en marcha de planes de sostenibilidad por parte de ambos entes.
En el caso de la UPV, los ingresos ascendió a 362 millones, frente a los 258 de gastos. Este último importe representa un grado de ejecución del 101,2%, sobre el presupuesto definitivo, sin considerar el remanente de tesorería del año anterior.
En el capítulo de tasas, precios públicos y otros ingresos, los derechos reconocidos ascendían a 83,7 millones de euros, cifra que representa un grado de ejecución del 104,5%. El capítulo de ingresos más importantes es el correspondiente a las transferencias corrientes, donde los derechos reconocidos ascienden hasta 243,85 millones, lo que representa el 66% del total. La liquidación tendrá que ser aprobada ahora por el Consell Social.
La fuente principal de financiación de la UV es también la subvención de la Generalitat. La Ley de presupuestos de la Generalitat para el 2015 incluyó una subvención corriente de 225,87 millones. Además hubo una inyección de 4,97 millones para cubrir la paga extra pendiente de diciembre del 2012.
El gerente de la institución, Joan Oltra, hace hincapié en la “política de austeridad” llevada a cabo y, como ejemplo, alude al consumo energético, que en 2015 se mantuvo en los mismos niveles que en 2014. “Las cuentas son fiables y consistentes”, asegura, “puesto que la Universitat debe ahora menos dinero que el año anterior, y también le deben menos”.
En el caso de la UPV, son llamativos los buenos resultados en el área de I+D, donde alcanzó los 59’9 millones de euros, casi nueve más que el año pasado. Un incremento procedente de la recepción de fondos del Ministerio de Economía y Competitividad, así como de las ayudas recibidas por parte de la Unión Europea. Al Consejo Social, órgano encargado de la aprobación de las cuentas anuales, también le corresponde liquidar las cuentas de las entidades dependientes, como la Fundación Agromuseu de Vera, la Fundación CEDA y la Fundación Ciudad Politécnica de la Innovación.
Mónica Bragado, presidenta del Consejo Social, valora positivamente estos “buenos resultados”, que avalan los objetivos fijados por el Plan Estratégico de la UPV 2015-2020. “Con él queremos convertir la UPV en buque insignia en cuanto a docencia y formación de calidad, orientada a las necesidades de la sociedad”, indica. Un desafío al que se suman otros retos apuntados por la portavoz, entre los que se incluyen el “desarrollo de una investigación relevante; la transferencia de resultados; el compromiso en materia de responsabilidad social y su posicionamiento como aliado estratégico para empresas e instituciones”, añade.
El Consell de Govern de la Universitat de València también aprobaba esta semana la oferta de estudios de posgrado para el próximo curso 2016/2017. En total, serán107 títulos de todas las áreas de conocimiento. La oferta se ha ampliado en seis másteres oficiales nuevos.
Dos de ellos están vinculados a la Facultad de Derecho (Derecho Constitucional y Garantías Penales y Delitos Socioeconómicos), uno a la ETSE (Ciencia de Datos), uno a Enfermería (Enfermería Oncológica), uno a Fisioterapia (Recuperación Funcional) y otro a Química.
Otro de sus principales núcleos de ingresos es el Centro de Idiomas, del cual la institución académica es socio único. Actualmente hay 3.139 alumnos en los diferentes cursos que se ofrecen y las cuentas presentan un saldo positivo de unos 250.000 euros, en la línea de otros años.