CASTELLÓ. La sexta ola de la pandemia está causando mella en las plantillas del azulejo y en la industria auxiliar con unas tasas de absentismo que, en no pocos casos, se consideran inasumibles por los responsables de estas empresas. La implantación de los sistemas exprés para las bajas laborales y las altas en diferido no han hecho, explican, sino empeorar una situación que se viene dando principalmente desde primeros de este mes, coincidiendo con el alto porcentaje de afectados por covid en esta nueva fase de la enfermedad.
Con el fin de dar algo de oxígeno administrativo a los centros de salud y, de paso, facilitar la gestión de las altas y las bajas, las autoridades sanitarias adoptaron medidas para que los positivos pudieran obtener junto a la baja un alta en diferido para siete días en el caso de que el paciente no presentara síntomas. Esta solución pretendía reducir la carga administrativa de los facultativos ante el elevado número de solicitudes recibidas. En el caso de que los pacientes requieran atención sanitaria, la baja se podría prolongar pero siempre con el correspondiente certificado tras la certificación de un médico.
La alta incidencia de la covid ha provocado, de este modo, que las fábricas y los talleres acusen las bajas de una manera notable, como así atestiguan responsables de departamentos de recursos humanos del sector, que en algunos casos hablan de una incidencia de casi una cuarta parte de la plantilla total, "lo que está siendo inasumible".
Esta situación es conocida por dos de las principales asociaciones empresariales de la provincia, como es el caso de la patronal azulejera Ascer y la organización que agrupa a los fabricantes de maquinaria cerámica, Asebec. Fuentes de la primera asociación admiten ser conocedores de que se "ha incrementado el absentismo a causa de la covid, como está sucediendo a todos los niveles de la actividad económica teniendo en cuenta la altísima incidencia de la enfermedad entre la población en general".
Por otro lado, desde Asebec, su presidente Juan Vicente Bono no duda en trasladar la preocupación del sector ante la alta incidencia de las bajas. "Hay empresas que admiten estar en cuadros por esta situación y es un problema que se intenta solventar como pueden en el día a día y no sin mucho esfuerzo por parte de aquellos negocios con plantillas más ajustadas", reconoce.
Por otra parte, el ámbito de los autónomos no está exento de esta problemática al tiempo que fuentes consultadas de este sector y estrechamente vinculadas a la industria cerámica no dudan en mostrar su queja ante lo que consideran una "constante invitación a la picaresca que en algunos casos nos está afectando en la actividad diaria". "La pandemia las estamos pagando los autónomos y empresarios", sentencian.