VALÈNCIA. Hay novelas que, por mucho que se intente, son indescriptibles. Comprenden tantos universos entre sus páginas que hasta para sus propios autores son un misterio. Al publicar su novela House of leaves en el año 2000, el autor Mark Z. Danielewski intentó describirla en una entrevista con The New York Times como un “mosaico novelístico que se puede leer como una novela de suspense tanto como un viaje quimérico al subconsciente”. 

En plataformas como Goodreads o el foro de internet Reddit, los lectores y usuarios ven esta novela de más de setecientas páginas como: “incomprensible, aterradora y una genialidad”. Ninguna definición da exactamente en el clavo, ni la de su mismo autor, porque este libro es un completo inclasificable que solo se rige por una descripción común: es una joya de la literatura experimental.

En València hay una lectora que quedó totalmente fascinada por su forma, su lectura y el cuerpo de la novela: Berta Ferrer, quien confiesa que su proyecto Arquitecta de libros, dedicado a la literatura experimental, nace precisamente de su fascinación por esta obra de los 2000 que plantea muchas más preguntas que respuestas. Este verano esta obra de cabecera para Ferrer llegará a las librerías en su versión en castellano gracias a Duomo Ediciones, “luchando” con los especuladores de internet que intentan vender ediciones descatalogadas de esta “joya” de la literatura hasta por 1.700 euros, elevándose casi al precio del oro.

Para bucear entre sus páginas e introducir esta lectura al público valenciano, Ferrer llega a la librería Bangarang el próximo 20 de junio a las 19 a desenredar los entresijos de una de las “novelas más inquietantes y revolucionarias del siglo XXI”. Lo hará adaptando su tesis sobre la obra a un lenguaje más cercano para demostrar que puede ser mágico perderse por esta novela-laberinto que lleva fascinando a lectores de todo el mundo desde hace ahora veinticinco años. “Es una especie de novela total, muy compleja y que se puede leer de cientos de maneras diferentes. Me interesa hacer esta lectura más accesible y presentarla al público como una lectura que comprendía la inmensidad de internet antes de que fuera una herramienta clave”.

Ferrer considera que la novela mantiene un discurso relevante tras más de veinticinco años y que de alguna forma representa ese “laberinto que es internet” entre las páginas de un enorme libro. Para adentrarse en el laberinto sin perderse en su charla, hablará del diseño de la novela, las diferentes formas de leerla y también la manera de acercarse a esta a través de la literatura experimental: “Siempre se asocia lo experimental con lo complicado, pero yo prefiero decir que esta es una novela no convencional, con cierta carga posmodernista. Es un libro complejo que no es complicado y que esconde historias de amor para quien sabe encontrarlas”. La Arquitecta de libros defiende también que Casa de hojas no es un libro al que haya que tenerle miedo, y que no es necesario “entender cada página”.

“Es una novela compleja, pero cuando te metes a leerla ves que es más abarcable. Creo que se trata de un relato con muchas capas y que cada vez que se lee se encuentran cosas nuevas y eso es lo interesante de esta”, destaca la ponente. Para perderse “a gusto” entre sus páginas, recomienda tomar el libro por partes y no obsesionarse en sobremanera con los personajes para disfrutar del paseo: “Es un libro para disfrutar de sus partes, sus tipografías y sus cuadros, hay que dejarse llevar más allá de ir desde la primera página e ir leyendo”. También recomienda alejarse de la lectura “habitual” para comprender lo que Danielewski intenta transmitir con el libro: “Hay palabras que siempre están en un color, por ejemplo, y frases que funcionan como una fórmula secreta. Hay un disfrute visual en el libro que va más allá del literario y ahí es donde está esa parte del camino”.