VALÈNCIA. En el mundo hay personas muy sensibles que perciben las cosas de otra manera. Personas a las que un color les puede evocar al olor de las flores o a las que una tipografía les puede sonar casi como una canción. Quienes tienen esta percepción del mundo tan “única y especial” entran dentro de las personas sinestésicas, que son las que tienen una percepción sensorial muy concreta a ciertos estímulos.
El escritor, poeta, guionista y melómano Carlos Zanón no responde a esta categorización, pero casi. Confiesa que antes de enfrentarse a la página en blanco es capaz de “ver como le suenan las novelas”. Le pasa también al leer otros libros, y es porque para él la escritura no puede separarse tanto de la musicalidad que le ha acompañado toda la vida.
Este próximo 21 de junio estas asociaciones del autor se suben al escenario del Palau de la Música dentro del ciclo Diàlegs al Palau, en el que Zanón se junta con el periodista y locutor Miguel Coll para hablar sobre cinco artistas y discos que conectan con sus novelas y su proceso creativo. Antes de este encuentro, el escritor atiende a una entrevista telefónica con Culturplaza para hablar sobre cómo la musicalidad le influye a la hora de escribir sus libros.
-La primera pregunta está clara, ¿cómo te influye la música a la hora de crear literatura?
-Yo empecé escribiendo a partir de la música y siempre me decanté más por la poesía. Escuchaba mucha música en la radio y esperaba a que el locutor tradujera el título del tema para escribir una poesía pensando en lo que podían decir las canciones. Poco a poco las melodías se han ido apoderando de mis libros y han entrado de forma orgánica en la novela.
-Sucede en obras como Taxi en la que las canciones sirven para comprender y conocer a los personajes.
-Quería que la música formara parte de la novela, pero sin tomar tanto protagonismo ni convertirse en un cliché, aunque creo que no puedo separar la música de la literatura, están muy vinculadas. Nos gusta un libro por como está escrito y por como nos explica el mundo y eso no es más que música. Al escribir eliges un tempo, una manera de componer un relato con ciertas palabras y eliges el ritmo.
-En una entrevista con Culturplaza sobre Taxi -en 2018- explicabas precisamente la diferencia entre escribir bien y redactar, comprendiendo la literatura como ese espacio en el que se comprenden los huecos y los puntos de tensión
-Redactando como escribiendo explicas cosa, pero empleas diferentes recursos. Los libros tienen que ayudarte a olvidarte de la historia y a abrir la puerta a la imaginación. Cuando lees tienes que encontrar lo que hay tras el relato e imaginar los paisajes, las otras historias que rodean al protagonista y hasta a los personajes.

- Carlos Zanón en el festival Valencia Negra en el año 2019 -
- Foto: JOSELE BORT
-Aunque en la novela negra estas descripciones suelen estar muy pautadas para que el lector pueda formar parte del caso
-Considero que eso es más típico de la novela policial aunque lo que yo hago tiene que ver más con ideas existencialistas que comprenden diferentes ambientes, personajes y decisiones un tanto cuestionables [ríe] Si no estás “esclavizado” por una investigación policial puedes contar con la libertad para trabajar la novela como quieras con más o menos explicaciones.
-¿Cómo sabes cuando una novela es buena?
-Cuando el lector recuerda lo que le ha hecho sentir años más tarde, no es necesario acordarse de la trama exacta, pero sí con los detalles. Recuerdo una novela sobre Raymond Chandler en la que describe a un proxeneta y para decir que va vestido de manera muy estrafalaria dice que cuando entraba a una habitación era como ver “una tarántula sobre un pastel de limón”. Eso es poesía, eso evoca a la imaginación y para mí es clave para comprender al personaje, de ahí nace la magia de saltarse las formas y las estructuras más clásicas.
-Es mejor recordar las sensaciones, habrá fans de The Clash que no te sabrán decir tres títulos de sus canciones, pero si recuerdan lo que les ha evocado.
-Con la música hay un sentimiento de agradecimiento total que dura toda la vida en el recuerdo, más allá de los nombres. También hay un sentimiento de conexión muy fuerte con las personas que te han acercado a una banda, un libro o un artista porque te evocan a quien te los da o te los acerca.
-¿Podrías haber generado tus obras si no apreciaras tanto la música?
-No hay manera de saberlo, creo que tendría una manera difícil de crear, pero de alguna manera llegaría al punto de imaginación en el que estoy ahora. Sabría ver y enfocar las historias de otra manera, pero acabaría consiguiendo que la música me persiguiera.