VALÈNCIA. Historias de reyes y soldados, tratados sobre expediciones, leyes que cambiaron la historia de España y muchas anécdotas que hablan sobre quienes somos. Todos estos relatos conviven entre los documentos que se atesoran en los Archivos Estatales del Ministerio de Cultura, un lugar en el que los recuerdos hablan sobre quienes somos. Armada con una pluma, la ilustradora Carla Berrocal emprende una expedición en los archivos para escribir un cómic llamado La puerta de la memoria, un tebeo accesible para todos los públicos -libre y gratuito- que se puede encontrar en la web del Ministerio de Cultura.
En este trabajo Berrocal desgrana con mucho cariño y curiosidad el mundo que hay bajo el laberinto de los archivos que, recuerda, son públicos para quien quiera consultarlos. Para introducir el relato Ángeles Albert, Directora general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, describe el trabajo de la artista como un “recorrido salpicado de notas, de sabrosos bocadillos sazonados a placer por la relatora, se nos abre el apetito para querer conocer más, para viajar de un lado al otro del país y acceder a un patrimonio no tan conocido”. Una pequeña joya sobre todos esos brillantes en bruto que están entre los documentos y que gracias a los archiveros y las archiveras guardan el relato de quienes somos.
Con una invitación clara para conocer el relato de quienes resguardan los Archivos, la historia que se cuenta en este y la mirada que hay de los curiosos sobre estas historias Albert comprende que los lápices de Carla consiguen “perfilar las arquitecturas y personajes que conviven entre los archivos”. Sus figuras se mimetizan con la suya, dibujada también como protagonista e investigadora de este relato. Figuras como la de Patricia Horrillo, una de las mayores expertas en Wikipedia en España que conecta a Berrocal con las archiveras, lo que le lleva a abrir La puerta de la memoria para descubrir esta parte de la Historia de España.
“La idea del cómic surge de una conversación informal sobre cuáles son las tareas que se cumplen en los archivos. Le propuse a las responsables de los Archivos hacer un tebeo explicando esta parte del trabajo y ahí es donde empecé a investigar desde dentro”, explica la autora, quien se tuvo que meter de lleno en los Archivos Estatales de la mano de las archiveras para comprender cómo funciona ese laberinto. Bien acompañada y tomando cientos de anotaciones, consigue sintetizar la historia del interior de los archivos, rescatando datos que le ayudan a explicar su labor a quienes leen el relato desde fuera. “Cada pequeño relato nos ayuda a comprender la esencia de cada archivo y como las historias lo articulan, el trabajo más complejo es sintetizar cada parte del archivo y hacerlo comprensible”.
Con este trabajo de investigación, Berrocal navega entre los archivos de la Corona de Castilla y la Corona de Aragón -uno de los archivos medievales más grandes de Europa- para ponerlos como ejemplo sobre todos los relatos que componen la España en la que vivimos. Además, se dibuja a ella misma entre archivadores para hacer ver al lector esa parte presente de la investigación. Entre entrevistas, imágenes e historias, Berrocal consigue reflejar como es ese almacén que guarda “la Historia con mayúsculas de España junto a la cotidianidad de todas esas personas que formaron parte de nuestro país”.
Un trabajo que en el prólogo, escrito por Elisa McCausland y Diego Salgado, se define como “una andadura por los archivos históricos de nuestro país con un melancólico movimiento de cámara por las oficinas del Ministerio de Cultura cuyas tres viñetas presagian la conversión de nuestro presente y el propio cómic que ha elaborado para la institución en futuras referencias de archivo”. También con una visión plural que analiza la historia de España desde “una perspectiva tan comprensiva como revisionista”.
Una aventura en la que, al final, lo que le importa a Berrocal es que se comprenda la función social del archivo y como sirve para reivindicar los derechos de la población. Como hablan de quienes somos, en quienes nos hemos convertido. Un reto que siempre está en activo, ya sea a través de la digitalización de los archivos antiguos como en la reacción de nuevos Archivos Históricos, como el de Los Movimientos Sociales, que se menciona en las últimas páginas del cómic. Un archivo situado en Alcalá de Henares que busca preservar la memoria social y prestar apoyo al ciudadano que quiera “entender lo que somos como sociedad a través de lo que fuimos”. Uno de los tantos archivos que buscan servir como herramienta para conocernos mejor, poco a poco. Una pequeña parte de documentos que abren La puerta de la memoria de quienes somos.
