VALÈNCIA (EP). La historia del hijo del 'trinqueter' de Sueca, un maestro de la escultura contemporánea exiliado en Cuba a causa de la Guerra Civil, es la primera ganadora del Premio María la Jabalina, creado por la delegación de Memoria Democrática de la Diputació de València. 'Enric Moret: la memòria del marbre' es el título de esta obra de narrativa de no ficción, que firma el escritor valenciano Josep Franco.
La vicepresidenta de la corporación provincial, Natàlia Enguix, responsable de Memoria en la institución, destaca "el buen nivel" de los trabajos presentados en la primera edición del premio, que será entregado en otoño a Franco.
El escritor de Sueca, autor de 'L'enviat' o 'Les potències de l'ànima' entre otras muchas obras y adaptaciones, colabora de forma esporádica en medios de comunicación como El País, Levante EMV y Notícias al Día, y a lo largo de su dilatada trayectoria ha conseguido reconocimientos como el Premio Octubre, el Ciutat d'Alzira, el Sor Isabel de Villena del Ayuntamiento de Valencia, el de Escriptors Valencians, el far de Cullera y el Premi València 2023 que entrega el Magnànim, editorial de la Diputación, por su obra 'Si tenim vida i salut'.
Enguix insiste, en un comunicado, en que la Diputación "va a mantener su implicación en políticas de memoria, no solo con los recursos económicos, que hemos incrementado en estos dos años que llevamos de legislatura, sino con el refuerzo de la parte divulgativa que dirigimos especialmente a las nuevas generaciones que merecen conocer nuestra historia de forma completa, para que determinados episodios oscuros no vuelvan a repetirse".
En el marco divulgativo se incluye este Premio María la Jabalina de literatura de no ficción, pero también los premios 'La Memòria a l'Escola' o el programa 'La Memòria a les Biblioteques'.
"La memoria es ayudar a los familiares de las víctimas a localizar los restos de sus seres queridos, exhumarlos e identificarlos, pero también recuperar espacios físicos, construir monumentos memorialistas y contribuir al conocimiento de esta parte de nuestra historia con testimonios, publicaciones e investigaciones que aporten luz en la oscuridad", mantiene Enguix.
Enric Moret nació en Sueca en 1910, y mientras vivió en su localidad natal fue conocido como el hijo del 'trinqueter', el hombre que se encargaba del mantenimiento del trinquet, organizaba las partidas y controlaba las apuestas. Enric abandonó el pueblo, siendo aún muy joven, para buscarse la vida. Tardó muchos años en poder volver a causa de la Guerra, y en 1942 se instaló definitivamente en Cuba, tras verse obligado al exilio por sus ideas revolucionarias.
Esculturas "intencionalistas"
La vida de Moret no solo ha inspirado a Josep Franco por ese componente histórico y el contexto político en el que se desarrolló. El escritor de Sueca se ha sentido atraído también por el componente artístico que envuelve el exilio del protagonista, que se convirtió en un maestro de la escultura contemporánea. Sus esculturas "intencionalistas", como él mismo las calificaba, viajaron desde la antigua Unión Soviética hasta Vietnam, pasando por Checoslovaquia, Polonia y Mongolia.
Todavía en la actualidad, muchas de sus obras embellecen parques de Europa y América o forman parte de la colección de museos de todo el mundo. Josep Franco, autor de 'Enric Moret: la memòria del marbre', es escritor, traductor y educador de adultos. Ha estudiado Magisterio, Filología inglesa y Pedagogía en la Universitat de València y un curso de guionista en la Menéndez Pelayo.
La historia de Enric Moret, ganadora del premio María la Jabalina de la Diputación, es "la de un valenciano orgulloso de su tierra, que recordaba su pueblo con añoranza y que nunca dejó de hablar un valenciano correctísimo, con una sonoridad y una calidez tropicales". El protagonista de la última novela de Franco falleció en la Habana en enero de 1985.
