Tierno, semicurado, de pasta blanda, azules…
El queso es uno de los grandes placeres de esta vida al que no es fácil renunciar y cuyo sabor es difícil de olvidar. Especialmente quesos como el camembert, con ese sabor ligeramente afrutado, de textura tierna y aroma fuerte que los amantes de los quesos disfrutan enormemente. Un manjar al que hay que renunciar si se decide no comer alimentos de origen animal o conformarse con las opciones veganas, aunque en muchos casos se quedan a caballo entre lo que son y pretenden ser.
Por suerte, siempre se encuentran alternativas que te sorprenden y te llevan a ese sabor que ya sabe a pasado. Es el caso de Esto no es un queso camembert de la empresa alicantina Mommus, elaborado con anacardos y que perfectamente podría estar en una tabla de quesos convencionales sin que nadie lo denostara o criticara. Tampoco sobresaldría por su aspecto, porque está cubierto con una fina capa de moho visualmente parecida al original.
Así, al abrir su envoltorio, ese inconfundible olor a hongo y humedad de este tipo de quesos llena el espacio y al cortarlo, es suave, aunque a medida que coge la temperatura ambiente se torna más cremoso. En cuanto a su sabor, Esto no es un queso camembert tiene notas ácidas, y ligeramente amargas y picantes, que evoca a los quesos enmohecidos gracias a ese punto fermentado de anacardo que tiene. Además, está cubierto de penicilina camemberti, lo que le confiere la cobertura blanca típica del camembert y contiene probióticos y grasas vegetales cardiosaludables.
Precisamente, ese punto de fermentación es lo que hace a Esto no es un queso camembert de Mommus especial. Y es que, está elaborado de forma artesanal, cultivado con fermentos naturales y estacionado en cámara; lo que le confiere ese toque fermentado. “Siempre tuve en mente la idea de emprender y tras analizar el sector nos dimos cuenta de que habían muy pocas alternativas saludables a los quesos y que fueran obtenidas en un proceso de fermentación”, explica Cristina Quinto, fundadora de Mommus. Por tanto, lo elaboran siguiendo los mismos procesos que una quesería tradicional pero empleando frutos secos en vez de lácteos.
Un queso que Cristina preparó en su casa antes de fundar Mommus. “Hice las pruebas hasta que conseguimos que el camembert creciera sobre el anacardo, algo así como una colonia de esporas, y eso ocurrió en una nevera de vinos que compré para hacer pruebas y que puse en mi casa”, relata sobre aquellos comienzos. En 2018 fue premiada con el Premio Pascual de nuevos productos y en 2021 Esto no es un queso Camembert fue reconocido por la plataforma internacional Abillion como uno de los diez mejores quesos veganos del mundo; un reconocimiento que ha obtenido dos veces.
Más allá del Camembert, Mommus cuenta con un sustituto vegetal del semicurado de diferentes tipos: semicurado original, ahumado, trufado, picante y a la pimienta rosa. Sus sabrosos cremosos también han sido todo un éxito, con sabores como tomate seco y ajo, natural y ajo negro. Su última creación ha sido “La Censurasada”, la versión plant-based del famoso embutido rojizo, un delicioso untable de sobrasada vegetal.
Sin duda, una alternativa muy bien conseguida para quienes hayan decidido prescindir de los alimentos de origen animal o sean intolerantes a la lactosa.