VALENCIA, (EFE). Los agujeros negros podrían tener una salida, según un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Física Corpuscular (IFIC) y de la Universitat de València, que concluye que la materia podría sobrevivir a su incursión en un agujero negro.
En un comunicado, desde la universidad explican que uno de los grandes problemas cuando se estudia un agujero negro es que las leyes de la física dejan de tener sentido en sus regiones más profundas, donde se concentran grandes cantidades de masa y energía, un lugar que recibe el nombre de "singularidad".
Hasta ahora, la ciencia afirmaba que en este lugar, el espacio-tiempo se curva hasta el infinito, destruyendo toda la materia, pero el estudio publicado en la revista "Classical and Quantum Gravity" concluye que podría no ser así.
Los físicos que han llevado a cabo la investigación proponen analizar la singularidad de estos objetos como si se tratase de una imperfección en la estructura geométrica del espacio-tiempo, lo cual, explican, resuelve el problema del infinito en el centro del agujero negro.
"Los agujeros negros son un laboratorio teórico para probar nuevas ideas sobre la gravedad", sostiene el investigador Ramón y Cajal de la Universitat de València en el IFIC Gonzalo Olmo, quien, junto a Diego Rubiera, de la Universidad de Lisboa, y Antonio Sánchez, doctorando en la UV, ha estudiado los agujeros negros.
Para ello, ha utilizado teorías que van más allá de la Relatividad General de Einstein, con un enfoque que aplica estructuras geométricas similares a las de un cristal o una lámina de grafeno, distintas a las usadas tradicionalmente.
Según Olmo, este tipo de geometrías se adapta mejor a lo que sucede en un agujero negro, donde "igual que los cristales tienen defectos e imperfecciones en su estructura microscópica, la zona central de un agujero negro se puede interpretar como una anomalía del espacio-tiempo".
Al unir la gravedad con este tipo de figuras geométricas, los investigadores obtienen una descripción de los agujeros negros donde el punto central se convierte en una superficie esférica de área mínima, que interpretan como la existencia de un agujero de gusano dentro del propio agujero negro.
"Nuestra teoría resuelve de forma natural varios problemas en la interpretación de agujeros negros con carga eléctrica", explica Olmo, que concreta que se resuelve el problema de la singularidad, puesto que existe una "puerta" en el centro del agujero negro, el agujero de gusano, "por la que espacio y tiempo pueden continuar".
Así, un hipotético viajero que entrase en un agujero negro de este tipo sufriría un fortísimo estiramiento al acercarse al centro "que le daría un aspecto similar a un espagueti", según los investigadores, y le permitiría entrar en el agujero de gusano, mientras que a la salida sería compactado de nuevo.
"Es improbable que el protagonista de 'Interstellar' pudiera sobrevivir a un viaje así", explican desde la universidad, si bien, según el modelo propuesto por los investigadores del IFIC, la materia no terminaría perdida dentro de la singularidad del agujero negro, sino que sería expulsada a otra región del universo por el agujero de gusano de su centro.
Por otra parte, mientras que en la teoría de la gravedad de Einstein estas "puertas" solo aparecen en presencia de materia con propiedades inusuales, según el estudio se crean a partir de materia y energía ordinarias, como puede ser un campo eléctrico.
El interés en los agujeros de gusano para la física teórica va más allá de generar "túneles" en el espacio-tiempo para conectar dos lugares del Universo, puesto que también ayudarían a explicar el entrelazamiento cuántico o la naturaleza de las partículas elementales.