VALENCIA. Una de las principales implicaciones de la nueva orden de certificados de la Junta Qualificadora de Coneixements del Valencià (JQCV) es la regulación del personal examinador que se hace cargo de estas pruebas. De hecho, por primera vez se establecen una serie de requisitos de formación y se obliga a realizar cursos específicos a los docentes interesados. Cualquiera que los cumpla puede encargarse de controlar estos exámenes, incluidos los profesores de valenciano de los institutos concertados y los profesionales autónomos, que hasta la fecha estaban excluidos del organismo.
En palabras del conseller de Educación, Vicent Marzà, y del director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, la medida responde a la aspiración de crear “un cuerpo altamente cualificado”. Al mismo tiempo, se abren las puertas del principal órgano lingüístico de la Administración, la JQCV, que ya fue profundamente renovada mediante un decreto promulgado en octubre del año pasado, además del cambio de identidad corporativa con el que se acompaña la orden.
El texto de la Conselleria de Educación determina que para formar parte del personal examinador será necesario, bien ser personal funcionario de la Generalitat, o bien ser profesor de Educación Secundaria en centros privados dependientes del Consell. Esto es, provenir de algún colegio concertado donde se esté impartiendo valenciano. Incluso se permite el acceso a los profesionales autónomos que cumplan con los requisitos de titulación, detallados en la orden según el nivel al que se quiera acceder.
no será suficiente con cumplir las exigencias formativas, sino que habrá que realizar cursos específicos que impartirá la JQCV PARA CADA NIVEL
Ahora bien, no será suficiente con cumplir las exigencias formativas, sino que habrá que realizar cursos específicos que organizará e impartirá la JQCV. Los habrá en modalidad presencial, semipresencial y online. Y dependiendo del nivel, con cuatro variantes: para examinar de los niveles A1 y A2; del B1 y B2; del C1 y C2; además de distintos cursos de actualización.
A través de ellos se aspira a “dar conocer los planteamientos generales del Marco Europeo Común, familiarizarse con el contenido y el formato de las pruebas, conocer los protocolos de la Administración y aprender los criterios de corrección y evaluación”. Asimismo, los cursos formarán parte de un plan de formación anual, que deberá aprobar anualmente el pleno de la JQCV mediante la publicación de una resolución.
Al personal examinador se le asignará un código acreditativo mediante el cual estará identificado en una base de datos, desde donde se les convocará. El texto aclara, eso sí, que dicha labor no implicará una mayor relación contractual entre las partes. “En todo caso se tendrá derecho al pago de los servicios prestados de acuerdo con la normativa de asistencia e indemnización prevista para el personal funcionario”, reza.
No solo los docentes podrán ser examinadores de los nuevos certificados oficiales de la JQCV. Dentro del personal funcionarial, bastará con poseer el Grado de Filología Catalana (o un equivalente) para poder ejercer en todos los niveles. También es válido en todo el espectro desempeñar funciones propias de los técnicos lingüísticos (grupo A1 y A2 de la Administración). En todos los casos será imprescindible pasar por los cursos de formación, una apuesta decidida por “el reciclaje” en la que han hecho hincapié Trenzano y Marzà.
En el caso del cuerpo funcionarial docente, los profesores, será necesario impartir la asignatura de valenciano en institutos de Educación Secundaria para poder examinar de todos los niveles. Si por el contrario se es profesor, con el grado de Filología o de Magisterio, incluso alguno equivalente del ámbito de las Humanidades, es posible dirigir las pruebas A1, A2, B1 y B2, siempre que se disponga de un certificado C2 de valenciano de la JQCV.