Esta región europea, como todas las líneas de fractura entre civilizaciones, está sometida periódicamente a crisis y conflictos, y parece que en la actualidad, otra vez, se le avecinan complicados tiempos.
Los estadistas del siglo XIX, se referían a Asia Central como el Tablero de Ajedrez donde se jugaba el Gran Juego, termino popularizado por Rudyard Kipling. En él se iba a dilucidar el futuro de Eurasia y por ende del mundo, según la Teoría del Heartland desarrollada por John Mackinder. En la actualidad, según Federica Mogherini, los Balcanes pueden ser el próximo Tablero de Ajedrez donde se decida la estabilidad del subcontinente europeo.
Esas opiniones de la alta representante de Política Exterior europea fueron emitidas en las reuniones preparatorias al inicio de este año, con motivo del 60 aniversario del Tratado de Roma (25 de marzo de 1957) en los siguientes términos: “Los Balcanes pueden convertirse fácilmente en un tablero de ajedrez donde jugar grandes juegos de poder”. Pero no sólo ella; en las conclusiones del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, de la reunión de este pasado 9 de marzo, afirmaba que “el Consejo Europeo ha abordado la frágil situación de los Balcanes Occidentales, cuya evolución seguirá con atención”, y parece, creo yo, que esta no es muy positiva para nuestros intereses.
Y decimos que los cambios no han ido a mejor porque la situación en los Balcanes sigue complicándose por momentos, por la intromisión de potencias foráneas a la UE que siguen la vieja estrategia de divide et impera, que en sus diferentes versiones fue usada por grandes estrategas como Cayo Julio Cesar. Y cuáles son esos poderosos países que pueden estar interfiriendo en el crecimiento y desarrollo de la EU y de los países candidatos a integrarse en ella. No hace falta mucha imaginación: los USA, China (República Popular por supuesto, del Gran Mandarín Xi Jinping que parece que quiera hacer sombra al Gran Timonel Mao Tse Tung) y la gran Rusia de Vladímir Putin.
De esas tres naciones, de la que menos injerencias se perciben son los Estados Unidos, tras conseguir el clásico objetivo estratégico occidental de negar una posible salida a un mar de aguas calientes a Rusia, gracias a la desintegración de Yugoslavia, y la incorporación a la OTAN de los países resultantes que tienen costas al mar abierto, como Montenegro (este mismo año 2017), Croacia (junto con Albania) en 2009 y Eslovenia (con muy muy poca costa, no llega a medio centenar de kilómetros) en 2004, así como la existencia de bases militares en diferentes países de aquel entorno como Camp Bondsteel en Kosovo-Serbia.
Por su parte China, con otra cultura respecto a los tiempos y formas de la influencia y el ejercicio del poder, sigue expandiéndose económicamente, también en esta área, con el mega proyecto One Belt one Road, un conjunto de vías de comunicación maritimo-terrestres que atravesarán toda Eurasia de Este a Oeste, con sus correspondientes infraestructuras y que ha golpe de talonario las controla Pekín. Esas presentes o futuras inversiones se traducirá no traducen ya en esa región, en un puerto de entrada a los Balcanes por El Pireo en Grecia, autovías en Macedonia o Montenegro, un puente en Serbia sobre el río Danubio, o el tren de alta velocidad entre Budapest (Hungria) y Belgrado (Serbia), todo un eje de comunicaciones desde el Mediterráneo hasta el corazón de centroeuropa financiadas por los chinos.
Pero la intromisión de la República Popular va más allá, tiene incluso un instrumento diplomático o partenariado para actuar en ese débil flanco de la UE, con el 16+1 o Cooperation between China an Central and Eastern Countries (Cooperación de China y Países del Este y Centro deEuropa), donde anualmente se reúnen los siguientes países: Albania, Bosnia-Herzegovina, Bulgaria, Croacia, República Checa, Eslovenia, Eslovaquia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Macedonia, Montenegro, Polonia, Rumania y Serbia, con China. Como pueden observar es un totum revolutum donde hay países sólo de la UE o de la OTAN, o de ambas, o de ninguna, una auténtica lección, como ya hemos dicho, del divide y vencerás, pues como pueden ver ahí están los países miembros del Visegrado de la UE, países Balticos, nuevos candidatos a ingresar,..., todos ellos con intereses propios, y que de alguna forma (fíjense las tensiones entre Bruselas y Polonia y Hungría) están forzando a una Europa a dos velocidades tras el Brexit.
Y por supuesto Rusia, la Gran Madre Patria Rusa, como dirían los paneslavistas, y los muchos seguidores que tiene en Serbia, corazón de la antigua Yugoslavia, que significa eslavos del sur, como líder espiritual-cultural de eso eslavos. Así esta ultima semana, por ejemplo, tras una reunión el presidente Putin a respaldado a su homologo serbio Aleksandar Vucic, afirmando que Rusia es la garantía de la integridad y soberanía de Serbia con expresa referencia a Kosovo, mientras esté sentada en el Consejo de Seguridad de la ONU, y por su parte Serbia confirma a Rusia su posición sobre Crimea no sumándose a las sanciones contra Rusia.
Pero sobre todo, y respecto la influencia rusa en los Balcanes, en la anterior reunión, Rusia y Serbia, han firmado unos protocolos que modifican los acuerdos de suministro gasista a Serbia, según los cuales este país eslavo va a poder reexportar gas ruso a otros países, por lo que el suministro de gas se incrementará ya a partir del 2018. Y abundando en todo ello, el presidente Putin estudia incluir a Serbia en el proyecto Turk Stream, construcción de un gasoducto a través del fondo del mar Negro, con dos ramales, para así sortear a Ucrania en el suministro de gas a Europa, toda una maniobra de estrategia energética.
Y si no tuviéramos poco con potencias extranjeras interviniendo, esta el riesgo de desestabilización por el islamismo radical, mediante la construcción de mezquitas y centros wahabís-salafistas financiados por países del Golfo, y es así como por ejemplo, la contribución de yihadistas al Estado Islámico por parte de Kosovo es una de las más altas proporcionalmente, calculándose en unos trescientos los kosovares combatientes en Siria.
Pues ya ven, complicados días que se ciernen sobre los Balcanes, con un complejo juego de ajedrez en modo multijugador, y que por el momento China, me parece, tiene la mejor estrategia sobre el tapete, aunque sea a medio/largo plazo; pero todo tiene sus pros y sus contras, ya saben que en este Mercado Mundial en el que se ha convertido la Aldea Global, existe el principio comercial de “el que paga manda”, y ya veremos cuando sea China la que mande, con formas económicas y de poder más o menos taimadas. No sé qué tal será vivir bajo sus reglas de juego y su estilo laborioso de vida. Por el momento aquí en València, al igual que en El Pireo-Grecia, ya se han quedado parte del Puerto....