MADRID (EP).Las embarcaciones hundidas son los "mayores oasis de vida" del mar del Norte, ya que dan cobijo a numerosas especies ante la destrucción y desaparición de arrecifes y zonas rocosas, según han comprobado los científicos durante la expedición 'Neptune' de Oceana Europe que, liderada por españoles, ha recorrido este verano las aguas de Noruega, Dinamarca, Alemania, Reino Unido y Holanda.
El director de investigaciones y expediciones de Oceana Europe, Ricardo Aguilar, ha explicado en declaraciones a Europa Press que se trata, sobre todo, de alevines que antes se refugiaban en las zonas rocosas y en los bosques de arrecifes, y que ahora encuentran cobijo en estos buques naufragados, que corresponden a los periodos de las guerras mundiales.
Los primeros datos de la expedición, que revelan precisamente esta destrucción de zonas de arrecifes y rocosas, indican la "importancia" de ampliar las reservas marinas y áreas protegidas, según ha señalado Aguilar, sobre todo, tras descubrir "en mayor abundancia de lo esperado" especies vulnerables como corales bambú y plumas gigantes.
Además, Aguilar ha precisado que los bosques submarinos de corales bambú y las plumas gigantes proporcionan resguardo a otras especies de alto valor comercial como gambas y cigalas.
"Queremos que se protejan los ecosistemas marinos vulnerables para evitar que desaparezcan y, así, evitar también que desaparezcan las especies comerciales asociadas" en el mar del Norte, donde la flota pesquera española tiene gran parte de su actividad.
En esta línea, el científico marino ha señalado que "no era previsible" encontrar corales bambú, que son "escasos porque viven en fondos fangosos", ni plumas gigantes, "bastante raras, muy sensibles y frágiles, aunque miden más de un metro y pueden vivir más de 40 años".
Además de estas especies, también han hallado arrecifes que producen unos gusanos, que en el pasado eran más habituales y cumplían el papel de los arrecifes de coral, ya que dentro de ellos se producían mucha vida. "Sería interesante su protección porque permite recuperación de especies", ha continuado Aguilar.
Por otro lado, ha advertido de que el cambio climático "se deja notar" en el mar del Norte. "Especies que antes eran del sur, como los salmonetes, ahora suben al norte, al igual que otros caracoles", porque la temperatura del agua es más cálida, mientras que los bosques de quelpos, se ven "muy afectados" y están en "grave riesgo" por el calentamiento global, ha precisado.
Alrededor del 50 por ciento del mar del Norte presenta sobrexplotación, de acuerdo con los datos de Oceana Europe. Por eso, "si realmente se ponen en marcha medidas de producción, de aquí a 5 años se podrían incrementar las capturas entre un 50 y un 60 por ciento", según ha asegurado Aguilar.
Entre las especies cuyas poblaciones han disminuido más, figuran las de "mayor tamaño", como tiburones, rayas, bacalao grande, "porque se capturan de forma accidental y, al ser grandes, no se pueden escapar por la malla de la red".
No obstante, pese la sobrexplotación, el científico celebra que "hay más hábitats con vida de lo que se creía, y que sigue siendo un mar productivo". "Existe la idea de que el mar del Norte ya está muy explotado y no merece la pena protegerlo más, pero con esta expedición queremos demostrar que no es así", ha concluido.
El valor de los servicios de los ecosistemas se ha estimado en 125-140 billones de dólares anuales, es decir, más de 1,5 veces el PIB mundial