La Administración asegura que en septiembre estarán preparadas las listas con los beneficiarios de las ayudas
VALENCIA. Ya está aquí septiembre, y con él la apertura de escuelas infantiles, que este año afrontan con preocupación el arranque de curso. La plataforma Salvem 3-0 alertaba ayer de que muchos centros privados se están planteando eliminar el descuento del bono infantil que suelen aplicar a las familias ante la incertidumbre por la asignación. Si bien otros años han dado por hecho que sus clientes iban a recibir la ayuda y, por ello, se la descontaban directamente, ahora ha habido un cambio de criterios y todavía se desconocen los importes adjudicados por parte de Conselleria. Es por ello que muchos padres pueden llevarse una sorpresa cuando les llegue la factura durante esta quincena.
La Administración asegura que las listas están ya en marcha y se harán públicas con la mayor brevedad posible. Además, insiste en que el número de familias beneficiarias ha aumentado, "más que garantizado". Sin embargo, las escuelas quieren contar con evidencias antes de tomar una decisión y pasar el recibo. “Los centros no tenemos la obligación de descontar hasta que no nos hagan el ingreso desde Generalitat. Hasta ahora lo hacíamos por ayudar a los padres, porque algunos no pueden permitírselo, pero cada vez nos quedamos con menos capacidad económica”, argumenta la secretaria de Salvem 0-3, María José González-Mayo.
Hace referencia a que la Conselleria de Vicent Marzà adeuda todavía a las escuelas infantiles de la Comunitat 9 millones correspondientes al bono infantil del periodo abril-junio. “Es un dinero que los centros ya han rebajado a las familias, por lo que estamos a menos tres”, insiste la portavoz, quien denuncia que está situación los deja en una posición “agónica”. Se suma, en el caso de la ciudad de Valencia, el desconocimiento de los beneficiarios del cheque escolar y del bono comedor. De hecho, el plazo de presentación de las peticiones de esta última ayuda para el curso 2016/17 se realizó entre el 12 y el 30 de agosto.
Cabe recordar el funcionamiento de las ayudas de bono infantil, que en lugar de entregarse directamente a los padres, se dan a los centros privados para que estos apliquen descuentos en las facturas de sus propios clientes. “Como llegan con cierto retraso, a las escuelas siempre nos toca anticipar ese dinero, sabiendo que luego Conselleria nos hará el ingreso”, explica la secretaria de Salvem 0-3. "Lo que pasa es que este año no tenemos la misma seguridad”, prosigue: “La Generalitat ha efectuado una modificación en los criterios de concesión que dificulta saber quién tendrá finalmente la ayuda y nos la estamos jugando”.
"Qué menos que decir a quién se lo conceden para que las familias y nosotros sepamos con lo que contamos"
Hasta este curso el bono infantil era universal, pero por primera vez se ha introducido un criterio de renta para definirlo. También es cierto que se ha ampliado su dotación hasta 33 millones, tres más que el curso anterior, lo que podría facilitar que diera cobertura aun mayor número de personas. Mientras no se apruebe la resolución y se conozcan las listas definitivas, los centros desconocen los destinatarios de las ayudas así como el importe exacto de las mismas. “Nosotros no estuvimos de acuerdo con el cambio de criterios para la concesión del bono, pero si al final lo hicieron, qué menos que decir cuanto antes a quién se lo conceden para que las familias y nosotros sepamos con lo que contamos”, reivindica González-Mayo. Otros años se han conocido los nombres de los beneficiarios antes del mes de agosto.
La situación amenaza con volver a tensar las relaciones entre el sector de la Educación Infantil y la Conselleria. Si bien los sindicatos pensaron en convocar una protesta en junio por la ampliación de las aulas de 2 años, finalmente no la llevaron a cabo porque acercaron posturas con el departamento de Marzà. Cedieron en sus quejas a cambio de la creación de un foro específico para tratar problemas del sector que todavía está pendiente de convocarse. Han transcurrido tres meses desde entonces y, tras el ajuste de cuentas de julio y con la llegada de septiembre sin las ayudas, el enfrentamiento amenaza con resucitar.
Los sindicatos ya han solicitado una reunión con la Generalitat que está pendiente de fecha. Todo ello se suma a la delicada situación que atraviesa el sector a nivel financiero, ya que la bajada de la natalidad y la crisis han dejado la tasa de ocupación media de los centros en el 50%, lo que supone alrededor de 15.000 plazas vacantes. “También llevamos más de cinco años aguantando los retrasos de la Administración a la hora de pagar el bono infantil a los alumnos, asumiendo una responsabilidad económica que no nos corresponde”, insisten.
A la espera del anuncio de la Generalitat, la decisión definitiva dependerá de cada centro, que podrá aplicar o no el descuento del bono infantil en su clientela. No se trata únicamente de una decisión intencionada, sino que depende del tamaño del centro y su posibilidad de maniobrar económicamente. Mientras, Salvem 0-3 reclama que se proceda al pago de los tres meses pendientes del curso pasado y que se informe a las familias y a los centros de los beneficiarios de las ayudas de este curso y de su importe.