VALÈNCIA. Los puestos son finitos, mucho más que las pretensiones o los deseos. A esta dicotomía se enfrentan los partidos políticos cada vez que hay comicios. Un auténtico quebradero de cabeza cuyo cálculo se dificulta especialmente si los estudios demoscópicos aventuran estrecheces, pero también en épocas de bonanza. Nunca caben todos los que quieren. En esta ocasion no iba a ser diferente. Tanto los partidos que tienen ya claro su alcaldable como aquellos donde su elección se aproxima, tendrán que ejecutar precisa y minuciosamente un encaje de bolillos que a la postre no contentará a todos los aspirantes.
Quien ya ha hecho sus deberes ha sido Podemos. La formación que lidera Jaime Paulino en la capital del Túria concluyó su proceso de primarias a finales de noviembre. María Oliver será la alcaldable por la formación morada, seguida por el propio Paulino, Ana Bedrín y Roberto Jaramillo. Todo ello, a expensas de las negociaciones con Esquerra Unida, con quien, además de líneas programáticas, tendrá que acordar las cuotas a respetar en la lista.
No sería descabellado pensar que el partido de Rosa Pérez Garijo pidiera una plaza de salida, como la tercera. Estas conversaciones se deben enmarcar en el proceso análogo a nivel autonómico, donde de hecho, el acuerdo todavía no ha llegado a consumarse. Los últimos comicios otorgaron a la plataforma de València en Comú, donde se integra Podemos, tres concejales; y las encuestas le aventuran un resultado similar, incluso algunas advierten de su caída. Con estos mimbres, Jaramillo, actual edil de ValC, correría el riesgo de perder su plaza en el consistorio.
También el PSPV ha cumplido con la elección de Sandra Gómez como candidata a la Alcaldía tras la salida de Joan Calabuig a la Generalitat Valenciana. La portavoz municipal se ha ganado el liderazgo del partido en el 'cap i casal', pero el cuerpo de su lista no será de fácil confección, dadas las diferentes sensibilidades a integrar. Los socialistas obtuvieron cinco concejales en 2015, pero los estudios prevén mayor representación tras la próxima cita electoral.
En cualquier caso, la lista deberá contar con representación de la corriente abalista -actualmente personificada en la edil de Sanidad y Deportes Maite Girau-, que vistos los buenos augurios, es probable que pida mayor presencia. El reto, por tanto, residirá en conjugar esta circunstancia con la presencia de pesos pesados del socialismo valenciano como Vicent Sarrià o Ramón Vilar, la entrada de posibles nuevos fichajes, y el cumplimiento de la obligatoriedad de la lista cremallera.
El puzle de mayor complejidad es, sin duda, el de Compromís. Nueve ediles resultaron hace cuatro años, si bien las previsiones no son tan halagüeñas en este caso. De hecho, la formación valencianista -integrada por el Bloc, Iniciativa, Verds-Equo y los adheridos de Gent- trabaja con resultados más moderados. Joan Ribó, salvo sorpresa en las primarias, será el único aspirante a alcaldable por la coalición.
Teniendo en cuenta el reparto en las listas de 2015, y a la espera de la aprobación del nuevo reglamento, al Bloc le corresponden los puestos segundo, cuarto y noveno. Ya se conoce que la actual secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, concurrirá al proceso interno con altas probabilidades de disputarle el 'número dos' a la mujer más votada de la formación en 2015, Consol Castillo, que todavía no ha confirmado públicamente su concurrencia.
Isabel lozano, que ocupó la sexta plaza bajo las siglas de Gent de Compromís, se ha acabado afiliando al Bloc, por lo que de presentarse, entraría en la batalla por los mismos puestos. Y Pere Fuset, por su parte, parece tener plaza asegurada dado el amplio apoyo que tiene en el sí de su partido -fue el más votado hace cuatro años y fue el cuarto por Compromís-. Entraría en la disputa también Carlos Galiana, que fue el noveno, el puesto que mayor incertidumbre genera a juzgar por los estudios. El 'overbooking' en las plazas nacionalistas es real. Tres huecos y cinco posibles aspirantes.
Iniciativa contó con otros tres puestos de representación: el tres, el siete y el ocho, que ocuparon Gloria Tello, Pilar Soriano y Sergio Campillo respectivamente. Hay que reseñar que tanto la séptima como la octava plaza son también posiciones que podrían peligrar tras los comicios. Así las cosas, voces de la formación reflexionan sobre la posibilidad de impulsar una renovación. Al tratarse en Compromís de un proceso abierto de primarias, voces de la formación que lidera Mónica Oltra no descartan la presentación de caras nuevas que podrían contar con cierto respaldo interno de Iniciativa.
Gent de Compromís, la plataforma de adheridos a la coalición, deberá cubrir el sexto hueco que deja libre Lozano, mientras que en Verds-Equo, la cara más conocida y portavoz tras la destitución de Julià Álvaro, es el actual edil de Movildiad, Giuseppe Grezzi, por lo que aspira a repetir la quina posición de 2015.
Quienes de las listas han hecho público bien poco son Ciudadanos y el Partido Popular. Los primeros querían empezar su proceso pasado el terremoto de Andalucía y todo indica que enero será el mes para dar el paso. En València, Fernando Giner se perfila para liderar la lista, si bien como publicó este diario existen dudas en ciertos sectores del partido naranja sobre su liderazgo en el consistorio. Ahora bien, pese a ello, el portavoz mantiene buena sintonía con Madrid, aunque su entorno insiste: hay que esperar.
Se ha hablado mucho acerca de la presencia de la exfallera mayor de València Rocío Gil en un puesto destacado de la candidatura. Aquí, ningún edil mas que la tránsfuga María Dolores Jiménez y Santiago Bennliure, que abandonó el acta municipal, han manifestado su intención o no de repetir en la formación de Giner. Con todo, el mecanismo establecido en Ciudadanos para estos procesos internos establece que, tras la elección del candidato a la Alcaldía. el Comité Autonómico -cuyo portavoz es el propio Giner- es el encargado de completar las listas y el Ejecutivo de Madrid, de ratificarlas.
La indefinición cunde también en las filas 'populares'. No hay candidato, lo habrá antes de la convención nacional del 18 de enero. Entre los nombres que parecen contar con más enteros son el eurodiputado Esteban González Pons -pese a sus varias negativas-, y la diputada autonómica María José Català. Fueron los que más respaldo obtuvieron en la encuesta interna del PP. También han estado sobre la mesa otras caras como el exconseller y presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, Fernando de Rosa, o Ignacio Grande.
Lo que parece asumido es que la nueva lista será la imagen de la renovación, dado que nueve de los diez concejales del grupo municipal continúan imputados en el caso Taula por presunto blanqueo de capitales. El único libre de esta losa, el portavoz en el Ayuntamiento Eusebio Monzó, también sonó como posible candidato en los albores del proceso. Sin embargo, esta idea parece haber perdido impulso, de la misma manera que la de Luis Santamaría, quien ostenta la presidencia de la gestora del partido en València. Santamaria, huelga resaltar, ha aprovechado este impás hasta la elección del candidato para realizar un completo trabajo de calle, pese al cual el también diputado en Les Corts parece contar con menos opciones que González o Català.