VALÈNCIA. Los sesenta jóvenes valencianos de entre 15 y 17 años que han conformado la segunda edición de la Expedición Cavanilles, 'La Serranía del Túria, el corrent de la muntanya', concluyeron su ruta ayer viernes a su llegada a Chulilla.
Con la misma intensidad con la que Cavanilles recorrió la comarca de Los Serranos, los expedicionarios de esta edición atravesaron las localidades de Pedralba, Bugarra, Gestalgar, Sot de Chera y Chulilla entre el 20 de julio y el 2 de agosto.
Miriam (16 años, La Pobla del Duc), quien ya es una veterana al ser esta la tercera incursión que hace con la asociación, afirma notar que ha crecido estos días porque "aprendes mucho y cambias desde que empieza hasta que acaba la expedición".
El programa académico y cultural que configuran los 14 días de expedición está repleto de actividades que se concentran bajo un objetivo: visibilizar los municipios de la comarca en riesgo de despoblación. Para ello, la organización trata de despertar una conciencia social, activa y comprometida por parte de los participantes, así como garantizar la transmisión del patrimonio natural, cultural e histórico de la Comunitat Valenciana.
La sostenibilidad y el deporte también son dos de sus puntos fuertes, pues una vida saludable, alejada de la rutina y las tecnologías, es clave durante la expedición.
El proyecto, ideado por José Francisco Requena Mora (responsable del programa académico), Miguel Ángel Requena Mora (encargado de la organización y la gestión) y Ana María Puig Baixauli (responsable de la comunicación y las redes), surgió a raíz de un campamento, del que emanan diez años de amistad. Después de muchas acampadas y rutas conjuntas, tanto a nivel comarcal como nacional e internacional, los tres jóvenes decidieron cubrir una carencia de la juventud valenciana: salir de casa para descubrir lugares increíbles de la propia comarca. Al mismo tiempo, querían dar a conocer los pueblos de interior.
El compañerismo empaña el ambiente del recinto donde las mochilas se agolpan a medio hacer. "Hay muy buen rollo desde el primer día, aunque no conocía a nadie", afirma Lauren (15 años, La Pobla de Vallbona). Día tras día se encadenan las actividades y entre medio, se consolidan las nuevas y viejas amistades. Tratan de no perderse detalle de charlas y talleres. Quieren aprovechar al máximo hasta el último aliento de aventura, cual discípulos de Cavanilles que son.
Y de igual manera que hacía el botánico valenciano, escriben en sus cuadernos cada detalle durante los 14 días de expedición, con tal de no olvidar toda la información que entra en sus cabezas desde bien temprano en la mañana.
El itinerario está repleto de actividades culturales y naturales desde que amanece. Masterclass de jotas, espeleología, rutas, kayak, barranquismo, gincanas… además de talleres con temáticas tan diversas como los macroinvertebrados acuáticos, la diferenciación de distintos tipos de mariposas o la recuperación de la riberas frente a la caña invasora.
Podría esperarse que bajo el sol de la Serranía y los muchos estímulos que los rodean en el medio natural, estos jóvenes no prestaran atención. Pero ocurre todo lo contrario. Su incansable sed de conocimiento los acompaña en cada una de las actividades a las que asisten. Pregunta tras pregunta, se sumergen con las gentes y asociaciones locales en las dinámicas de los municipios que visitan.
"Han mostrado mucha motivación para estar aquí", cuenta Ainhoa Bernal, monitora de multiaventura durante la expedición. Cabe destacar que el hecho que sesenta sea el número de jóvenes afortunados que disfrute de esta aventura implica haber pasado un proceso de selección en el que han mostrado su interés en el proyecto.
No obstante, con respecto a la anterior edición, la organización han incrementado las plazas ofertadas, aunque tratando de mantener el equilibrio entre los habitantes de los lugares que se visitan, como son los 423 que residen en Sot de Chera, y el grupo de expedición.
Otro de los expedicionarios de esta edición, Óscar (17 años, Segorbe), destaca los temas de conversación como un reclamo para repetir experiencias, ya que "encuentras gente con tus mismos intereses y puedes aprender de muchos temas que no tenías ni idea o que no son tan habituales".
“És el final de l’expedició, però és l’inici d’una familia de 60 persones, una familia perfecta de tota la Comunitat Valenciana”. Así se despedía Iker, uno de los participantes de la segunda edición de la Expedición Cavanilles 2024.
El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) ha sido el escenario de la despedida de los sesenta jóvenes tras su llegada desde Chulilla, última parada del recorrido. Al acto acudieron diversas autoridades que recalcaron el esfuerzo de los organizadores y monitoras en su tarea conjunta de dar a conocer los parajes de la Serranía.
El diputado de Cultura de la Diputació de València, Paco Teruel, ha destacado su “conexión personal y profesional con la esencia de este proyecto impulsado por la Diputació, y que también sirve para difundir cultura; en este caso, la cultura de nuestras raíces”.
Miguel Ángel Requena, uno de los creadores de la Expedición Cavanilles, añadía que que con este acto "ponemos punto y final a la expedición, pero un punto y seguido a haber adquirido un estilo de vida", ya que desde la organización hacen hincapié en los valores del deporte y el cuidado del medio ambiente como algunos de los ejes vertebradores del proyecto, junto con la difusión de la cultura y la lengua valenciana.
Fue precisamente el director general de l’Institut Valencià de la Joventut (IVAJ), Vicente Ripoll, quien quiso recordar que "las experiencias como estas han de multiplicarse por el bien que hacen a nuestro territorio y a nuestra lengua".
Además de las autoridades mencionadas, también acudieron Fidel García, Jefe de Sección de Desarrollo Rural y Despoblación en la Diputació de València; Raúl Mérida, director general de Medi Animal i Natural de la Generalitat Valenciana; y Vicente Polo, alcalde de Chulilla y presidente de la Mancomunitat de La Serranía. Del mismo modo, también estuvieron presentes algunos de los patrocinadores de la iniciativa: Alejandro Monzón, presidente de Anecoop; Alejandro Panach, director de By Panach; José Rada, director comercial de Reboca S.L.
Tras los agradecimientos, se llevó a cabo una entrega de diplomas por la implicación de los expedicionarios y la dedicación de las monitoras. Y, finalmente, hubo una sorpresa reservada para los últimos momentos. Al son de la guitarra y el teclado, un grupo de expedicionarios ponía fin al acto y a esta segunda edición.