VALENCIA. El año 2017 ha comenzado bajo los mismos derroteros que en lo que a sicavs se refiere, es decir, con nuevos anuncios de cierres ante la incertidumbre que rodea al sector; mientras el Gobierno de Mariano Rajoy todavía no se ha pronunciado sobre cómo van a quedar estas sociedades de inversión de capital variable. Así se entiende que 2016 fuera el declive de las sicavs, tal y como publicó este diario, dado que apenas se dieron de alta una veintena frente a casi 150 bajas.
Los empresarios valencianos no son ajenos a esta inestabilidad y ahí están Jorge Eduardo Úbeda Company y Jorge Cañamás Mauri, que han optado por bajar la persiana de sus respectivos vehículos de inversión como son ESM Novo y Cappa y Lamda, dos auténticos clásicos del empresariado autonómico.
Ambos vehículos eran gestionados por Banco Santander, estaban domiciliados en Madrid, algo habitual porque muy pocos empresarios de la Comunitat Valenciana tienen aquí domiciliadas sus sicavs, y cotizaban en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB).
Las juntas generales de accionistas de ambas sociedades optaron el mes pasado por liquidarlas tras adoptar los siguientes acuerdos:
ESM Novo fue debidamente registrada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en enero de 2001. Tras esta sicav figura Jorge Eduardo Úbeda Company, cofundador de Ubesol, la interproveedora de Mercadona bajo las marcas Deliplus y Bosque Verde.
Al cierre del tercer trimestre del año, último dato oficial del organismo supervisor, el patrimonio era de 2,88 millones de euros muy lejos de los 14,46 millones con los que despidió 2015. Cierto es que a lo largo del pasado año sufrió sendos fuertes reembolsos como el 40,37% del 2 de mayo o el 63,88% del 13 de septiembre, lo que mermaron espectacularmente su volumen, Además, a 30 de septiembre pasado, ESM Novo solo contaba con 97 accionistas -tres por debajo del mínimo legal establecido- y donde uno solo controlaba el 98,75% de la sociedad.
Por su parte, Cappa y Lamda, presidida por el empresario valenciano hortofrutícola Jorge Cañamás Mauri, tenía 5,52 millones de euros al cierre del tercer trimestre de 2016 frente a los 6,33 millones del último día de 2015.
Dicha sociedad, que fue registrada oficialmente por la CNMV el 30 de septiembre de 2003, también acusó un destacado reembolso el pasado ejercicio. Concretamente el 18 de octubre cuando se produjeron movimientos de venta de acciones que supusieron una disminución del capital en circulación del 45,13%.
Al contrario de lo que sucede en no pocas sicavs, Cappa y Lamda superaba -y con mucho- la base accionarial, dado que contaba con 255 accionistas y, además, el que más tenía solo controlaba el 23,62% del porfolio, según los datos oficiales consultados por este diario.