VALÈNCIA. (EP) Los líderes de la OTAN han acordado este jueves reforzar la ayuda a Ucrania con el envío de equipamiento de protección contra ataques químicos y nucleares, además de activar las defensas aliadas ante este tipo de amenazas.
Así lo ha confirmado el secretario general, Jens Stoltenberg, tras la cumbre extraordinaria en la que los aliados han reafirmado el apoyo a Kiev para hacer frente a la invasión rusa. Se trata de la primera reunión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con los socios de la OTAN desde el inicio de la invasión rusa, hace un mes.
El jefe político de la OTAN ha detallado que los aliados enviarán equipos de protección contra amenazas "químicas, biológicas, radiológicas y nucleares", después de que entre los aliados cunda la idea de que hay que estar preparado para este escenario en el conflicto en Ucrania.
"Esto incluye equipos de detección, equipamiento médico, adiestramiento para descontaminar y gestión de crisis", ha explicado el ex primer ministro noruego.
En rueda de prensa desde los cuarteles generales de la OTAN, ha advertido de que Moscú prepara un pretexto para emplear este tipo de armas y ha avisado al Kremlin de que si da ese paso, "cambiará totalmente la naturaleza del conflicto" y tendrá "grandes consecuencias".
En la Alianza Atlántica hay temor a que un ataque químico, biológico o nuclear afecte no solo a la población ucraniana, sino que se extienda a otras partes de Europa y la contaminación llegue al territorio aliado.
Por ello, los aliados han activado ya los elementos de defensa de la OTAN ante estas amenazas, lo que supondrá desplegar efectivos defensas especializados en los contingentes de la OTAN en el frente oriental.
Igualmente, los dirigentes de la OTAN han dado el visto bueno al despliegue de los nuevos cuatro batallones de combate en el flanco oriental, en Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Bulgaria.
La idea es replicar el modelo de los grupos de combate de Polonia y los bálticos y extender el anillo militar al sureste de Europa para un total de ocho grupos de combate en los países más cercanos a Rusia.
Ante la nueva realidad de seguridad que representa la guerra en Ucrania, los líderes aliados han dado el visto bueno a que la OTAN estudie opciones para "reiniciar" la posición de defensa y disuasión en el flanco oriental. Esto se traducirá en reforzar la presencia de la OTAN a todos los niveles, un plan que se espera sea adoptado formalmente por los líderes en la cumbre de Madrid del mes de junio.
Durante la cita extraordinaria, los miembros de la OTAN han mandado un aviso a China para que evite respaldar la ofensiva contra Ucrania y se sume a la comunidad internacional en la condena a la agresión rusa.
"China no debe dar apoyo económico un militar a la invasión rusa. Por el contrario, Pekín debe usar su considerable influencia sobre Rusia para promover una resolución pacífica e inmediata", ha reclamado Stoltenberg.