Las negociaciones entre la UE y Reino Unido sobre el Brexit y las relaciones comerciales Estados Unidos-China siguen muy presentes en el ánimo de analistas, operadores, gestores e inversores en particular
MADRID. La Reserva Federal sorprendió a los mercados en su reunión de enero con una declaración que fue, considerablemente, más moderada de lo esperado y pareció suponer un gran obstáculo para cualquier nuevo aumento de los tipos de interés en 2019.
Los activos de riesgo reaccionaron como se podría esperar, al alza, mientras el dólar experimentó una amplia venta. Los principales beneficiarios fueron las monedas de los países exportadores de productos básicos como el dólar australiano, el dólar neozelandés, el dólar canadiense, la corona noruega y todas las principales divisas de los mercados emergentes, a excepción del peso mexicano. La libra fue el claro perdedor de la semana rompiendo el rally de las últimas semanas y terminando a la baja frente a todas las principales divisas por los temores de un Brexit duro.
Los datos económicos que se publicarán esta semana serán escasos. Los mercados de divisas se fijarán en los titulares políticos, en particular, en las negociaciones del Brexit y el progreso en las negociaciones comerciales entre EE UU y China.
En la zona euro fue una semana mixta en cuanto a noticias macroeconómicas. Los titulares negativos sobre el PIB italiano se compensaron, en cierta medida, con un resultado más fuerte de lo esperado en la inflación subyacente de enero. Los mercados de divisas llevaron al euro al alza, en parte, por la muy moderada declaración del FOMC a principios de semana. Parece que, si el flujo de noticias económicas no decepciona aún más, el euro podría repuntar modestamente en el corto plazo a medida que los mercados digieren el giro moderado de la Fed.
El comportamiento de la libra la semana pasada fue muy malo. El Parlamento respaldó una enmienda que envió a Theresa May de nuevo a negociar con la UE para nuevas concesiones. Los responsables de la UE afirman que éstas son imposibles. En consecuencia, aunque un Brexit retrasado sigue siendo el resultado más probable desde nuestro punto de vista, las posibilidades de que no haya aún acuerdo han aumentado. Los mercados lo vieron, claramente, la semana pasada lo que provocó una fuerte caída de la libra, particularmente, frente al euro. El anuncio de que Nissan está cancelando los planes para fabricar vehículos en Gran Bretaña debería aumentar la penumbra a corto plazo en la libra.
La Reserva Federal sorprendió a los mercados la semana pasada con una declaración muy moderada, cuyo tono fue confirmado por el presidente Powell en la rueda de prensa. La declaración sugería que, en ausencia de sorpresas macroeconómicas, la Reserva Federal ha terminado con las subidas de tipos por el momento y se ha vuelto completamente dependiente de los datos. El dólar cayó, inmediatamente después de la reunión, frente a todas las principales monedas. El informe de nóminas del viernes no debería cambiar significativamente la opinión de la Fed. La sólida creación de empleo continúa acompañada de aumentos moderados de los salarios que representan, aproximadamente, el 1% en términos reales. Creemos que el cambio de tono de la Fed confirma, aún más, nuestra visión, generalmente optimista, en cuanto a las divisas de los mercados emergentes.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury