Vicky es pescatera en el Mercado de Rojas Clemente. Lleva 26 años trabajando con pescado. Cuenta que en las cajas y en el interior de los peces se ha encontrado de todo
"He visto lo inimaginable mientras limpiaba pescado, también dentro en las cajas donde recogemos el género de las barcas de arrastre", explica Vicky Vañó. Por eso, esta mujer le plantó cara al plástico hace ya ocho años. "Cuando se empezaron a cobrar las bolsas en Mercadona, nosotros les dijimos a nuestros clientes que si traían ellos sus táper, les hacíamos un 5% de descuento. Les descontamos lo que nos ahorramos en plástico. Yo no te cobro la bolsa y con lo que me ahorro te hago el descuento", afirma Vicky. Se calcula que alrededor de 10 millones de toneladas de plásticos acaban cada año en los oceános, muchos de estos residuos terminan en el interior de la fauna marina al confundirlo con comida. Todos hemos visto esas imágenes desoladoras de las tortugas enredadas en plástico. Pero hay algún resquicio de esperanza. La medida puesta en marcha en la pescadería de Vicky, al contrario de lo que pueda parecer, tuvo muy buena aceptación desde el principio. El 80% de la clientela de la pescadería se trae de casa sus propios recipientes.
"Es más difícil concienciar a los vendedores que a los compradores"
Lo que hace Vicky no es la norma entre los vendedores, ni de dentro ni de fuera del mercado. Por desgracia. En el Mercado de Ruzafa también hay otra pescadería que hace lo mismo, pero los casos se pueden contar con los dedos de una mano. "Es más difícil concienciar a los vendedores que a los compradores. Muchos clientes ya están acostumbrados a ir al mercado con el carrito o con bolsas de tela. Todo el mundo ve los mismos vídeos y sabe que no hay más remedio que intentar trabajar para reducir los plásticos". Es Doris Monrós, una de las integrantes junto a Mario Turégano y Rosana Gómez de RS+Pymes, la asociación responsable de un estudio que se está realizando en Valencia y que analizan las diferentes alternativas al uso del plástico en los mercados de la ciudad, así como las necesidades tanto de la clientela, como de los puestos de venta en lo que al uso de recipientes y bolsas se refiere. El objetivo principal del estudio es ofrecer al Ayuntamiento un material práctico para facilitar la toma de decisiones respecto a la introducción de bolsas sostenibles en los mercados municipales de Valencia
La trayectoria de Doris ha estado ligada siempre al mundo del asociacionismo, el comercio justo y el consumo responsable, pero además, tuvo una parada en el mercado de Rojas Clemente y allí acabó de detectar que las cosas se podían hacer de otra manera. De hecho, la asociación ya estuvo trabajando en este sentido en Rojas Clemente y ha hecho campañas en el pasado para promocionar los mercados verdes.
El estudio de esta asociación, que se ha convertido en un referente para los mercados, tiene tres partes. La primera hará un diagnóstico de la situación actual de los mercados municipales en materia de plásticos; el segundo pilar propondrá alternativas concretas para Valencia que se realizan en otros lugares a nivel europeo, nacional o local, es decir, nos dirán con qué podemos sustituir a las bolsas de plástico. El tercer punto se dirige a sensibilizar y concienciar a través de tres jornadas sin plásticos. Para ello se eligieron tres mercados de Valencia (Benimamet, Benicalap y Ruzafa) en los que durante una mañana, el equipo se encargó de concienciar tanto a clientes como a vendedores. "La idea era simular casos de compra reales, ver cuáles son las mayores dificultades y cómo se pueden resolver", añade Doris.
usamos cada bolsa de plástico una media de 12 minutos
La acción de sensibilización en el Mercado de Ruzafa tuvo lugar el pasado 1 de junio y la respuesta fue muy buena. Además de los talleres que impartió WWF y Bioagradables a las puertas del mercado, una patrulla de clowns se encargó de provocar a la clientela demostrando la relación tan tóxica que mantenemos con este material que puede tardar hasta 500 años en degradarse. Según Ecologistas en Acción, usamos cada bolsa de plástico una media de 12 minutos y cada español utiliza 133 bolsas al año de media. Unas cifras que esperan reducir a través de las conclusiones que arrojará el estudio que finaliza este mes y que cuenta con el apoyo de la Concejalía de Energías Renovables y Cambio Climático del Ayuntamiento de Valencia.
"La respuesta en los mercados nos ha sorprendido. En Benimamet que pensábamos que nos iba a costar, el apoyo ha sido muy grande, Benicalap ha sido el más duro mientras que en Ruzafa hemos visto que la gente si que está concienciada, tanto jóvenes como mayores", añade Doris.
Para sustituir a las bolsas de plástico y a las bandejas de poliespan, no hace falta irse a nuevos y desconocidos materiales. Es volver a lo de antes. No olvidemos que el plástico, aunque se inventó en 1860, no se popularizó hasta la primera mitad del siglo XX. Las bolsas de telas son algo que ya tenemos bastante interiorizado, pero también podemos llevar la mercado tápers para la carne o el pescado, tarros de cristal para las legumbres, los frutos secos, la sal, el azúcar o la harina cuando compremos a granel o hueveras de cartón a la hora de comprar huevos. El pescado puede que sea lo que más dudas arroje, pero cada vez hay más envases o recipientes diseñados para ser sostenibles, como una bolsa de silicona reutilizable que nos enseña Doris en el mercado.
A punto de terminar el estudio, Mario Turégano, otro de los integrantes de la asociación, nos explica que las conclusiones que presentarán al Ayuntamiento en unas semanas señalan que en un primer momento habrá una etapa de transición en la que se utilizarán otro tipo de materiales más sostenibles, reciclables o biocompostables pero pasados uno o dos años, la tendencia debe ir a un cambio de modelo de compra basado en el rechazo a materiales contaminantes y enfocado a envases propios y reutilizables. "Queremos ir hacia un modelo que marque la diferencia. Los mercados municipales deben caracterizarse por la responsabilidad social, por la atención directa, por el producto exclusivo, sino ¿qué futuro tienen?", se pregunta Turégano.
Cada vez hay más iniciativas enfocadas a las de RS+Pymes. Esta semana se ha puesto en marcha una campaña que ha circulado masivamente por las redes que propone un boicot a los alimentos envueltos en plástico. La iniciativa la ha puesto en marcha Zero Waste España, un grupo de Facebook que promueve la reducción de toda clase de residuos.
Parece que la lucha contra el plástico no es una moda pasajera y ha venido para quedarse. Doris lo explica de una manera muy gráfica. "Hace unos años a la gente le parecía inimaginable que no pudiera fumar en los establecimientos y ahora nos parece impensable que se fumara. Con el plástico pasará lo mismo". Ojalá. Si no le ponemos freno, hay un dato escalofriante. Se calcula que al ritmo actual, dentro de 30 años habrá en los mares y océanos más plástico que peces. Así que, ordena tus táper, busca las tapas extraviadas por la cocina y la próxima vez que vayas al mercado, no te los dejes. Estarás contribuyendo a hacer del planeta un lugar un poco mejor.